Fueron felices y comieron perdices

De cuando los finales de cuento de hadas no encajan con tus sueños.


 

by Amanda


No siempre basta con querer. Una aprende desde muy pequeña que si quieres a alguien, lo demás no importa. Que el amor mueve montañas. Que las princesas Disney terminan siendo felices junto a sus respectivos príncipes. Y el resto da igual. Pero la vida no es así.

Probablemente la experiencia más dolorosa de mi vida ha sido tener que dejar una relación de diez años con una persona a la que quería. Desde fuera puede parecer extraño hablar de cortar cuando quieres a alguien. Pero, insisto, no basta con querer. Se habla mucho de que estar en pareja significa renunciar a otras cosas, hacer sacrificios. Es verdad, muchas veces damos nuestro brazo a torcer en ciertos momentos para poder llegar a entendernos. Pero cuando estos sacrificios quieren decir que debes renunciar a tus sueños, a tu plan de vida, esa relación está condenada al fracaso.

Yo siempre he soñado con viajar, salir a estudiar fuera y no estarme quieta ni un segundo. No quiero que nada me ate, no quiero hijos, ni hipoteca. Quiero vivir, moverme. Él quería formar una familia, tener una vida tranquila. Estabilidad. Los últimos meses de la relación fueron muy difíciles para ambos. Los dos sabíamos que lo nuestro nunca podría funcionar, y ninguno quería que el otro renunciara a sus deseos e ilusiones. Éramos conscientes  de que, en caso de sacrificarnos, a la larga nos lo íbamos a echar en cara. No quería que pasaran los años y decirle que había dejado de hacer cosas por él, ni tampoco quería escuchar cómo él había renunciado a sus planes por mí. No quería que termináramos odiándonos.

Y precisamente por lo mucho que nos queríamos, porque deseábamos con todas nuestras fuerzas hacer feliz al otro, tuvimos que dejarlo. Nos dimos cuenta de que no íbamos a poder ser felices juntos. Ahora puedo escribir sobre esto con cierta serenidad, pero por supuesto que ha sido muy difícil. No sabíamos si debíamos seguirnos viendo, si no, y nos moríamos de ganas por pasar tiempo juntos, como habíamos hecho durante diez años de nuestra vida. Dentro de lo que cabe, y con alguna discusión por medio, hemos conseguido hacerlo de la manera más civilizada posible. Nos prometimos que seguiríamos siendo amigos, y sé que podré contar con él siempre que necesite algo. Y, por supuesto, él conmigo. Cuando has querido (y quieres) tanto a alguien, intentas que esa persona siga formando parte de tu vida.

Algunas personas tacharán esta decisión de egoísta. Dirán que si nos queríamos, podríamos haber superado todas nuestras dificultades. Pero hay dificultades insalvables. Particularmente opino que es muy bonito poder compartir tu vida y tus sueños con alguien. Pero también creo que si tus sueños son incompatibles con tu relación, no debes renunciar a la vida que ansíes tener. Y no es un drama, ni se va a acabar el mundo.

¿Ha sido entonces esta relación un fracaso? No lo creo. Me ha ayudado a crecer como persona, a enriquecerme. A él también. Hemos hecho las cosas lo mejor que hemos sabido, ya que nadie nos enseñó que no bastaba con quererse. Y ahora tenemos la oportunidad de ser felices y comer perdices. Pero por separado.

 

4 Comentarios

  1. Para nada es un fracaso. Depende de las prioridades que cada uno tenga en su vida. Mis sueños van muy vinculados al amor romántico ( y no por culpa de Disney, si no por Flaubert y tipos como W.Wyler).
    Una vez lo dejé todo por amor, y a pesar de que salió mal no me arrepiento de nada de lo que hago siguendo mi corazón.
    Parece ser que está forma de ser si me lleva siempre a un irremediable fracaso, somos minoría.

    • Se me olvidó decir que no podría enamorarme de alguien que no comparta y alimente mis sueños ;), así no es necesario dejarlos a un lado por nadie.

  2. totalmente de acuerdo contigo. Me ha pasado algo parecido, y como tú, no opino que haya sido un fracaso puesto que él me ha ayudado a crecer como persona. Lo que pasa es que en esta sociedad de culto al amor romántico la mayoría de la gente no lo entiende y busca vivir su cuento de hadas. Yo prefiero ser realista y no renunciar a ser quien quiero ser por nadie. Gracias por compartir tu historia. Un saludo! 🙂

    • La verdad es que en general la gente no comprende que no seas capaz de sacrificarte en una relación. He tenido que oír miles de veces que “las jóvenes de hoy en día no aguantamos nada”. No se trata de aguantar, sino de no renunciar a lo que quieres en la vida. Gracias por tu comentario!

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