Pues, obviamente, es ser divertida, siempre sonriente, pelo perfecto, ropa casualmente estudiada… Irene va desgranando el mito de la Girl Next Door.
En muchos sitios hemos leído que tenemos que ser naturales y automáticamente pensamos en una mujer sin tapujos, feliz, dando saltos por la pradera con los brazos extendidos y una sonrisa eternamente puesta… bueno vale, eso es lo que me imagino yo, pero ¿qué significa ser natural?
Pensando me he dado cuenta de que esa palabra muchas veces se asocia a un carácter espontáneo, alegre, apacible, con una cierta capacidad para encajar en cualquier sitio… y estar siempre sonriente. Gran error. Ser espontánea sólo resulta natural cuando eres realmente espontánea; puedes no serlo y no pasa nada (creedme, debo estar en el top ten de personas menos espontáneas del mundo). Ser alegre, tres cuartos de lo mismo, ¿es que no se puede tener un carácter serio? Apacible, ay… ¿Por qué las mujeres tenemos que ser siempre apacibles? ¡Podemos ser guerreras! Lo de encajar… que levante la mano quien no se haya sentido incómoda alguna vez. Y respecto a la sonrisa tatuada, es una idea de mujer que también nos han intentado vender mil veces, la siempre-agradable, siempre-simpática, siempre-accesible… Pero la verdad es que también tienes todo el derecho a quejarte y estar de mal humor. Eso de ir con la sonrisa siempre puesta sí que no es nada natural… Una puede simplemente no tener ganas de sonreir. También puede tener un mal día o estar molesta por algo y es completamente lícito expresarlo. Eso de ir tragando como si de un sumidero se tratase detrás de una sonrisa de cartón piedra más falsa que un fuera de juego en futbolín tiene que acabar, ¡que los sumideros se atascan! Y no querrás tener que utilizar desatascatuberías… ¡Yuck!
Supongo que el ser natural va más por el sendero de aprender a vernos tal y como somos y dejar que los demás lo vean tal cual. Es un hecho que todas tenemos defectos y virtudes y aunque estamos más acostumbradas a ver lo primero y a sacar el látigo para fustigarnos por esa parte de nosotras, tenemos que aprender a ver que también tenemos muchas cosas buenas, y a aceptar esa otra parte que no nos gusta tanto. También puede pasar que haya una parte de nosotras con la que no nos sintamos cómodas, y si esto es así -y quiero decir algo de ti con lo que TÚ no te sientas cómoda-, es que hay algo en ti que palpita por salir… Piénsalo bien y dale rienda suelta, el autoconocimiento no tiene límites y siempre es sorprendente.
Muchas veces no somos naturales porque sentimos que debemos gustarle a toda la gente y claro, actuar en función de lo que creemos que esperan de nosotras puede ser agotador… ¡y confundirnos! Mira, mira, lo que nos dice Marta. Al final no sabemos ni dónde tenemos la mano derecha… A ver, si a alguien le gustamos, bien y sino, pues también, porque -y tachán tachán que viene una verdad universal-: ¡no puedes gustarle a todo el mundo! Está bien que así sea, porque si a todo el mundo le gustara todo el mundo significaría que tampoco hay tanta diferencia entre una persona y otra lo que vendría a ser como si fuéramos todos alguna especie de clon… Ay madre, sólo con pensar que todas somos ovejitas Dollys me da un mal rollo que pa’ qué. Es cierto que a veces es difícil aceptar que no le gustamos a alguien y más si a nosotras esa persona nos interesa en cierta forma, pero qué le vamos a hacer, ya encontrarás a alguien que valore tus encantos, que tienes unos cuantos (sí, estoy tan segura de ello que hasta te he hecho un rap).
En cuanto al físico… uhm, no, ser natural no es ser como las chicas que salen en las revistas femeninas digamos “clásicas”. Lo que nos venden como mujer “normal” se aleja mucho de lo que es una mujer natural. Utilizan más el término de “normalidad” para referirse a la mujer que a ellos les gustaría que fuéramos, esa mujer “natural pero siempre perfecta” (¿¡dónde se ha visto eso!?) que no tiene ni media lorza y luce un culo supertonificado. Ah, y que además es siempre encantadora y multitarea y ni se inmuta… Que no te vendan la moto, ¡no debes ser así! Puedes tener curvas o no tenerlas, puedes estar fibrada o ser blandita y ya está bien así. No sólo es que no pase nada por no encajar con los patrones de belleza establecidos, es que es imposible e incluso indeseable… Otra vez vuelve a mi mente la idea de las ovejitas Dolly, y es que parece que nos quieran físicamente así, réplicas unas de otras y además… pasadas por el filtro del photoshop. Y Dolly más photoshop, no sé a vosotras, pero a mí la simple idea me provoca escalofríos.
Luego está el tema de arreglarse, no arreglarse… como si fuera incompatible la laca de uñas con ser natural. Simplemente haz lo que te apetezca. No tienes por qué conocer todas las técnicas de maquillaje profesionales y saber aplicártelas a la vez en tres milésimas de segundo, puede que no te interese maquillarte. Y si te gusta maquillarte tampoco pasa nada, no creo que seas menos natural por apetecerte realzar algún rasgo de tu rostro, eso sí, siempre que no dependas del maquillaje o cualquier otro complemento para verte guapa. También puedes estar preciosa sin maquillar o sin pendientes, o qué pasa, ¿los hombres acaso no pueden estar guapos sin maquillaje o sin pendientes?
Ser natural también pasa por aceptar que en la cama nos gusta lo que nos gusta y quien nos gusta. Puede que no nos vaya para nada la postura del misionero o que por quien se nos vayan los ojos sea esa chica tímida que se sienta al fondo y no el chico fornido por el que todas suspiran. Y es que en una sociedad donde lo que está aceptado como normal es que un chico y una chica estén juntos o en la que toda aquella práctica sexual que vaya más allá de lo típico se vea como algo cuanto menos “friki” puede resultar difícil situarse fuera de los márgenes y aceptar que tus gustos no encajan en ese molde. Pero no olvides que lo importante es ser tú misma y estar a gusto con quien eres y eso se consigue escuchándote y actuando en consecuencia, así que no te avergüences de ti ni de tus gustos.
¡Disfruta de quien eres!
14 Comentarios
No viene al caso, pero recordé ver un libro titulado algo así como «Kamasutra: cómo volverlo loco» en el cuarto de una prima y me pregunto si habrá alguno igual pero que esté dirigido a los hombres y sea para volverlas locas a ellas. Me imagino que lo habrá, pero no sé si será tan popular como el otro.
Si las mujeres entendiéramos este texto, la sociedad dejaría de criticarnos y señalarnos cuando superamos esos estereotipos en su mayoría machistas.
Sí todas las mujeres tuviéramos esta idea en la cabeza de portarnos como nos apetezca (claro sin lastimar a una tercer persona) realmente nos liberaríamos de la opresión y no habríamos tantas mujeres con trastornos mentales o problemas de ese tipo,
Es muy bueno que existan este tipo de páginas que nos ayudan a abrir los ojos y nos hacen reflexionar 🙂
Adoro esta página. Felicidades y Gracias por sus textos :3
Muchas gracias a ti, J.Nos gusta tanto leer comentarios así… 🙂
¡Un abrazo!
Señoritas:
Casi todo lo escrito en esta nota, por si no lo han notado, le cabe a cualquier dama, mas también a cualquier caballero. ¿De dónde se han creído que ustedes son las «víctimas» del sistema?
Cuando un sujeto debe acomodarse la corbata para ir al trabajo, tampoco puede ser como él quisiera sino como corresponde a convenciones. Convenciones que no siempre son inútiles.
La diferencia fundamental entre los géneros es que ustedes gustan de estar siempre disfrazadas, en particular disfrazadas de sexo.
Y es falso que nosotros las obliguemos a ello. Nosotros somos simplemente machos, con deseos de macho, los cuales no elegimos sino que nos vinieron con las hormonas. Y ustedes son quienes desean manipular y aprovechar esos deseos para sacar algún beneficio de supervivencia. Así de sencillo.
Nada malo ni bueno, simple evolución-adaptación.
¿Les molesta?
Pues, muy bien. Para cambiar ese orden sólo deben tirar todos sus cosméticos, afeites y prendas de bataclana y dedicarse a ser personas. Que nadie las obligará a nada más.
Y si en vez gustarles el muchachito les vá el lesbianismo, pues adelante. ¿O acaso creen que lloraremos por ello?
Creo que no es menester que me ponga a explicar qué es el patriarcado y cuáles son las presiones que tenemos las mujeres por el hecho de serlo. Creo que no es mi trabajo darle ninguna explicación a alguien que afirma con tanta ligereza que las mujeres vamos vestidas de sexo, que somos unas manipuladoras y que reduce a la humanidad a simples impulsos biologicistas.
Bueno, vea señorita Irene, sucede que sí es menester.
Digamos, nadie está obligado a expresarse con argumentos, por supuesto. Mas, si usted toma la iniciativa de contestar una nota ajena, lo esperable para no parecer usted una superficial, es que brinde explicaciones lógicas.
Y por supuesto, que no intente denigrar a su interlocutor, lo cual sería poco civilizado.
Podría ser que yo esté equivocado, no podría negar esa posibilidad. Mas estimo que la millonaria industria de la cosmética, la moda, las cirugías de tetas, y toda la parafernalia destinada a que los atractivos sexuales femeninos queden a la vista en casi toda ocasión social en diverso grado, son indicios de que a la mujer promedio le place ser deseada por los varones.
Sexualmente deseada.
Lo cual, como dije en mi nota, no tiene nada de malo. Sí es curioso que alguien niegue un hecho tan evidente.
Quizás usted interpreta mal mis conceptos. La manipulación de la conducta ajena no es un hecho sujeto a consideración moral, como parece usted tomarlo y por ello reaccionar defensivamente.
Si la mujer no sedujera al varón y no utilizara sabiamente su deseo, no habría matrimonio, ni familia, ni sociedad.
Y le advierto algo: no se deje llevar por las consignas carentes de contenido. El término «biologicista» es un despectivo ridículo sin contenido.
Somos entes biológicos. Puede usted comprobarlo toda vez que come, defeca, orina o le duele el estómago.
Y nuestras conductas más básicas, como la sexual, provienen de una larga evolución de la biología.
¿O acaso creía usted que el coito y la reproducción eran hechos no-biológicos o artificiales?
En todo caso, lo humano que nos diferencia del resto de las bestias no es precisamente eso sino el pensamiento abstracto, la simbolización, la ciencia, el arte y el resto de actividades cerebrales superiores.
La digestión, por caso, es un proceso biológico. Y no va usted a decirnos que no la realiza, ¿no es así?
Como acabo de hablar de esto recientemente y da la casualidad de además me aburro, seré yo quién te dé contestación. No sé si la leerás, pero ahí queda. Intentaré ser lo más clara y respetuosa posible.
Vive y deja vivir. No hagas lo que no te gusta que te hagan. Grandes lemas, que deberían ser básicos.
Primero, deberías buscar en el diccionario la palabra disfraz. Estoy harta de que la gente se dé el lujo de decir «tú estás disfrazado, tú no». Eso lo decide quién lleva puesta la indumentaria. Si la persona se identifica con lo que lleva puesto, si se siente bien con ello, que representa sus gustos estéticos, no es un disfraz. Da igual que sea la cosa más estrambótica de este mundo. Cada uno se viste como quiere y POR LA RAZÓN QUE QUIERA. Aquí esta el quid de la cuestión. La sociedad, al ser machista, es ende androcentrista, y tiene la mala manía de relacionar lo que una mujer hace con que lo hace por los hombres e incluso le asignáis un tipo de personalidad «femenina». Si se tapa, es que es una chica tímida o mojigata en el peor de los casos, que no busca relaciones de una noche, es más bien una «chica decente», que si va muy tapada en plan abuela hasta la asignáis una ideología retrógrada. Si no se tapa… pues todo lo contrario. Es una chica «fácil», va por ahí «buscando guerra», etc. Y os laváis las manos, tan tranquilamente, con respecto a lo que hagáis con esa mujer, es culpa suya, solo sois pobres víctimas de las hormonas… Una mujer es ángel o demonio, la disyuntiva de siempre, uno de los máximos principios del machismo.
A mi me han llamado desde calientapollas por bailar de manera sensual a mojigata, por no hacer cierta clase de cosas que no quería hacer, incluso anti-feminista por vestirme con ropa de dama antigua e ir tapada hasta arriba. No soy NINGUNA de esas cosas. Todas esas cosas son prejuicios, y curiosamente relacionados con mi comportamiento hacia los hombres. Bailaré como me dé la gana, me vestiré como me dé la gana, y nadie tiene que juzgarme. Lo hago POR MI. No lo hago por los hombres, no lo hago por las mujeres. Por mi. Si hiciera algo por los hombres o por las mujeres, tampoco tendría nada de malo, realmente. Pero no se puede dar por supuesto. Ese es el problema.
Y tú debes respetar mi decisión. Yo no hago daño a nadie. Que te excita? pues lo siento por tí, pero es problema tuyo. No me mires y punto. Yo no me tengo que controlar por ti. Eres tú el que te tienes que controlar. Qué eres, un simple animal que se deja llevar por sus instintos? no, creo que eres un ser humano, con un cerebro racional que los controla. Eso es lo que nos hace superiores a otros animales. Si no eres capaz de controlar tu instinto sexual, amigo mío, es que estás por detrás en la escala evolutiva, así de claro te lo digo. Yo también tengo mis instintos, las mujeres también tenemos instinto sexual y más de lo que creéis, lo que pasa es que nos lo reprimen, pero existir, existe. Lo que debemos aprender, toda la sociedad, es respeto y educación, y no prejuzgar o dar las cosas solo por la apariencia de alguien. Te das cuenta de lo superficial que es?
Me pondré todos los cosméticos que quiera, haré lo que quiera con mi cuerpo y tú no tienes nada que decir, es MI CUERPO. Los hombres tenéis que aprender eso de una vez, y entender todo lo que conlleva.
es verdad me entarios de gusta los comentarios de ustedes por que con eso atrapare a mi hombre con esos consejos lo puedo ceducir jjjjjj me gusta arto es muy guapo y divertido y por eso tengo q ser natural divertida con ropa linda y coqueta jjjjj es mentira pero a todos los chicos y chicas les digo q esto es verdad dan buenos con sejos para enamorar al chico de tus sueños es el amor
Muy bueno. La verdad es que esto es algo que me cuesta mucho, estoy muy acostumbrada a esconder ciertas partes de mí. Ahora con mi blog por ejemplo he sacado algunas a la luz y aunque me ha dado mucho miedo y he pasado muchos nervios (sobre todo al comentar esas cosas con mi novia) al final ha sido liberador y me hace sentir mejor que nunca.
Yo de pequeña recuerdo que hasta me avergonzaba de la música que me gustaba (también mis hermanos tuvieron parte de culpa en eso porque me ridiculizaban por mis gustos y por cualquier chorrada). Ahora cada vez más me muestro tal y como soy y sin pedir permiso al mundo, pero aún no tanto como me gustaría.
Lentes Rosas es genial lo que nos cuentas, poco a poco vas mostrando partes de ti y es verdad que resulta muy liberador. Te animo a que lo sigas haciendo aunque haya partes que cuesten un poquito más de mostrar, ser auténtica es muy importante tanto para sentirte bien como para las relaciones con los demás, porque las que tengas siendo realmente tú serán de las de verdad, de esas relaciones que vale la pena tener. ¡Sigue así!
Me alegro de que te haya gustado y gracias por compartir tus ideas :D.
Besote :).
Di que sí Amanda, en esta «sociedad enferma» en la que nos ha tocado vivir, nuestra lucha, al menos la mía, es mantenerme firme en mis principios, mostrarme tal como soy y cuando toque , enmendar mis errores y aprender de ellos. Parece fácil pero realmente a veces es agotador.
Muy buen artículo, Irene.
Lola, comparto tu lucha. Es verdad, es agotador, pero también intento recordarme a mí misma que tengo el derecho a ser poco consecuente conmigo misma, solo de vez en cuando, aunque sea para descansar un día en la lucha contra el resto del universo 😉
Totalmente de acuerdo con tu texto Irene!
Y es que últimamente con esta maldita crisis( en mi caso) con mi búsqueda incesable de trabajo, me he dado cuenta de varias cosas que me asquean bastante.
La más importante, o la que mas me jode (con perdón del palabro, pero me sale así de natural) es que te digan como ser para acceder a un puesto de trabajo. Si antes ya abusaban con eso de: sonríe, pon voz dulce, ponte tacones, píntate como el pato nicol… etc etc… ahora se les ha ido la olla por completo.
Yo creo que lo más importante, además de ser educado, realizar correctamente las tareas asignadas y mantener una higiene (hay muchas por ahí que llevan 4 horas de chapa y pintura pero la ducha y la lavadora la frecuentan más bien poquito…) creo que hace falta un poco de ética y de moral. Dónde demonios ha quedado ese bello concepto que era el compañerismo?
AMIGOS, se nos está olvidando que somos personas, con tanta chorrada y tanta pose para hacer bonito en un sitio. Para decorar ya está ikea, los do it yourself o las flores de toda la vida.
Estoy bastante decepcionada y enfadada con esta sociedad, porque ni me maquillo, ni llevo tacones, pero he limpiado culos, he limpiado baños y he cargado cajas sin que se me cayesen los anillos. Sin embargo ni siquiera se me da una oportunidad porque no cumplo los cánones de belleza que se estiman.
En mi sociedad ideal, la iniciativa, el esfuerzo y las ganas de sacar algo adelante, siendo uno mismo, sería el tema a valorar, y no lo bonita que se ve una mujer, porque para eso están las modelos, y sobretodo, para eso están los gustos…
Ojalá la naturalidad no se ponga de moda (porque la acabarían deformando y llevándola al terreno del control masivo jaja), ojalá la naturalidad sea un valor que se busque en las personas porque efectivamente,creo, que cuanto mas natural se es, mejor se siente uno conmigo mismo y en consecuencia con lo que le rodea.
Besicos y miaus fridas!
Amanda, qué te voy a decir… tienes toda la razón del mundo. A veces la sociedad nos lo pone bien difícil, parece que hay que encajar a la fuerza en el «ser femenina» si eres mujer, dejando de lado lo que nos gusta o nos apetece y, por supuesto, lo que valemos. Eso me hace recordar una vez que decidí ponerme tacones, yo que siempre he sido de bambas y botas planas, pero mira, la mala inspiración vino a mí, y una amiga al verme me dijo «por fin eres un poco femenina» como si se tratara de algo super trascendental, algo que debía hacer de hacía mucho. No sé, me hizo pensar y que valorase algo tan superfluo como llevar tacones o «ser femenina» me llamó mucho la atención, a veces los valores de la gente me sorprenden.
Lola, te entiendo, comparto tus objetivos para conmigo misma y sí que es agotador cuando chocas con la sociedad pero merece tanto la pena que hay que seguir en ello.
¡Gracias a las dos!
PD: No he vuelto a llevar a tacones, no me gustan, no voy cómoda, ¡y me duele la espalda!