Adicta a viajar

Los viajes producen la euforia de una droga… ¡Y sin efectos secundarios!


Perdida en Barcelona


Viajar es uno de mis vicios más grandes. Me paso meses ahorrando como una hormiguita, salgo poco, sólo me compro la ropa necesaria e intento no gastar para poder hacer algún viaje de vez en cuando. Y no me importa sacrificar ciertas cosas si luego supone que puedo conocer algún nuevo rincón del mundo. 

La primera vez que salí fuera de España fue con once años. Mis tíos iban de viaje a París y me llevaron con ellos. Recuerdo que apuntaba en mi agenda escolar los días que me quedaban para irme, que viajamos durante casi un día en autobús, haciendo mil paradas, y que no me quería dormir porque me hacía muchísima ilusión estar despierta cuando cruzásemos la frontera.  Fue un viaje agotador, pero a pesar del cansancio madrugaba de buena gana para poder ver el máximo de sitios posibles antes de volver a casa. Todo el tiempo pensaba que quizá nunca volvería a ver París, y quería llevarme conmigo todos los recuerdos posibles.

 

En el Museo Rodin de París
 

En 2006 llegó el que hasta ahora ha sido el viaje de mi vida: me dieron una beca para ir a Estados Unidos durante un verano. Fue un viaje muy especial en el que conviví con gente de toda Europa y de orígenes muy distintos, desde Marruecos hasta Vietnam pasando por Siria. De allí me traje las mejores experiencias de mi vida y también a una de mis mejores amigas. Al principio el choque cultural fue grande, pero le debo a ese viaje mi crecimiento como persona, el ser más tolerante y el haber aprendido de gente de muchos sitios. Tuve la oportunidad de conocer sitios que como simple turista quizá no habría podido conocer: colegios, institutos, fábricas, empresas, reservas indias, pueblos fantasma… Pero, sobre todo, pude derribar muchos de mis prejuicios. Siempre diré que me fui a ese viaje siendo una niña y volví convertida en una mujer.

 

Totalmente integrada en los U.S.A.
 

Aquel viaje abrió mi mente, me picó el gusanillo de la aventuray decidí que si algo quería hacer en la vida, era viajar. Desde entonces he podido viajar a la fría y encantadora Copenhague en pleno diciembre, con más horas de noche de las que mi cuerpo podía soportar. También pasé tres semanas empapándome del ambiente de Londres y viviendo con una familia británica de origen pakistaní. Su hija mayor se iba a casar tras ese verano en el que yo fui y tuve la gran suerte de vivir una fiesta de celebración por la inminente boda que duró ¡cinco días!

 

Mirando al infinito con Hans Christian Andersen
 

Otro viaje que siempre recordaré fue el del paso de ecuador de la carrera a Túnez. Allí pude rozar la libertad con las yemas de mis dedos, disfrutar de un amanecer en el desierto, sentir la velocidad haciendo el cabra en un quad y aprender que la belleza es relativa, ya que mi apariencia por esas latitudes despertaba pasiones. En palabras de uno de mis amigos, de España salió Eloísa y en Túnez aterrizó Beyoncé. Fue un gran viaje que hizo que me uniera mucho a mis compis de la universidad y del que siempre recordaré la belleza de las dunas y los olores a especias y esencias de los mercados.

 

Feliz en el desierto
 

Y no me olvido de los viajes dentro de España. El País Vasco es una de mis debilidades, sobre todo Bilbao, que he podido visitar en muchas ocasiones y que tiene las fiestas más divertidas que he vivido jamás. Galicia me hizo comer como una reina y volver feliz y con unos cuantos kilos más. Sevilla y su feria me transmitieron felicidad, alegría y calor. Barcelona merecería capítulo aparte. Desde la primera vez en que fui se me metió en las venas y me enamoró por completo. Cuando volví me sentía desarraigada y extraña en mi propia ciudad. Era como si hubiera encontrado mi hogar, mi pequeño sitio desde el que me gustaría observar el mundo. Una de mis metas en la vida es vivir allí, al menos por una temporada. La magia del gótico, la cercanía de Gracia y la calma del mar me hacen sentirme feliz.

 

Disfrutando de las preciosas vistas en Donosti
 

Desde aquel lejano 1998, he ido a París en otras dos ocasiones (quién se lo iba a decir a esa niña de once años que pensaba que jamás volvería), aluciné con Lisboa y me obsesioné con sus tranvías y sus calles viejas, se me saltaron las lágrimas cuando descubrí, sin previo aviso y oculto tras una esquina, Il Duomo de Florencia… Y sigo planeando nuevos viajes. Si todo va bien, la próxima parada será Marruecos. Y, por supuesto, me tomaré mi ración anual de mi querida Barcelona.

Eloísa

8 Comentarios

  1. Hola Eloisa!! Soy de Barcelona, gracias por tus palabras sobre la ciudad. Yo estudié turismo así que adoro viajar. Te entiendo muy bien. Madrid es una ciudad preciosa y maravillosa, yo y muchos de mis amigos hemos ido y nos encanta.
    Muchos besos

  2. Eloisa!…..no deberías pasar sin conocer la comarca del Bierzo….cada vez que voy allí, da igual si estoy estresada, apenada, agobiada…o no…es respirar aquel aire, comer aquella comida rica y ver aquellos montes y me reconvierto a la VIDA LIBRE y Feliz. Si algún día necesitas guía encantada que estaré de poderte ensñar el rinconín que cada poco tiempo me da la vida.

    Saludos!

  3. He viajado mucho y aunque ahora no lo hago tanto por motivos económicos sigue llenándome el corazón de emoción el pensar en futuros viajes. Algunos de los momentos más felices de mi vida han sido viajando y viviendo en otros países.

    • Eloisa

      Es que tener el privilegio de viajar, aunque sea con lo justo, y descubrir nuevos sitios y nueva gente, es un placer que no se puede explicar con palabras

  4. Carmen Cruz

    Me hace ilusión leer tu artículo, cuando gustes venir a México en Isla de Tris tienes donde llegar ,saludos.

    • Eloisa

      Lo mismo te digo si te pasas por Madrid, Carmen 🙂

  5. Que hermoso :B me encantó la nota. Ya mismo empiezo a ahorrar yo también!!

    • Eloisa

      ¡Muchas gracias, Gri! Yo creo que el dinero mejor invertido de mi vida siempre ha sido el invertido en viajar! 😀

Navegar

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies