A veces lo que imaginamos y lo que ocurre en realidad no podría ser más diferente.
Cierro los ojos. Una invitación a cenar en casa. Menú especial para dos. Me he pasado toda la tarde cocinando, pero no me importa porque sé que esta noche va a ser especial.
– ¿No llevará carne esto, verdad?
– No, tonto, es un menú especial vegetariano. Ay, espera, que me olvidaba del lambrusco que tengo enfriando. Aunque a mí las burbujas se me suben a la cabeza y me pongo tonta.
– Casi mejor.
– Lo que no tengo es postre.
– No hace falta. Esta noche el postre serás tú.
Abro los ojos. Ya he vuelto a montarme una película en mi cabeza. Ya he vuelto a pensar en lo maravillosa que sería esa cita para la que no tengo valor a invitarte. Y así pasa mi vida.
Tengo una gran tendencia a montarme increíbles películas holliwoodienses en mi cabeza en lo que al amor se refiere. No lo puedo evitar. No sé mantener mi mente en blanco porque siempre estoy rumiando lo bonito que será lo que viene. Y luego llega la señora realidad, que es una agresiva, y me estampa un buen tortazo en toda la cara.
Habitualmente me siento defraudada por las relaciones, pero sé que en parte es culpa mía y de los paraísos que me monto en mi cabeza. En mi imaginación todo es idílico, los planes siempre salen bien y me atrevo con todo. Creo que, en mayor o menor medida, a todo el mundo le pasa esto. Fantaseamos con un amor idealizado que rara vez se corresponde con la realidad; pero eso sólo pasa en las películas. En la vida hay decepciones, muchas personas indeseables y rechazos. En mi caso, cuanto más fantaseo, más me frustro; y si me frustro, me evado con mis fantasías. Total, un círculo vicioso del que es complicado salir.
No sólo me encierro en mis paraísos creados en lo relativo al amor. También lo hago con el trabajo, más ahora que estoy en el paro y parece que nunca encontraré un empleo, y pienso en lo fabuloso que será trabajar aquí y allá. Y de nuevo… ¡Zas! Doña realidad me golpea fuerte y me recuerda que este no va a ser un camino de rosas y que aún me queda mucho por hacer.
Si algo he aprendido en estos veintiséis años pululando por el mundo es que la vida es muy diferente a como nos la solemos imaginar. Para bien y para mal. Recuerdo que antes era un tanto taciturna y pensaba que era mejor ser pesimista, ponerme siempre en lo peor y no esperar nada de nadie, porque así nada me defraudaría. Pero con esa actitud sólo conseguí estar enfadada todo el día. Y no es plan. Ahora quizá me monte demasiadas películas, es cierto, pero me he dado cuenta de que la gente te da mucho más de lo que esperas y que la vida, en general, es bonita. Soy mucho más feliz y disfruto de las cosas.
A veces pienso que mi nivel de frustración permanente entre lo que espero y la realidad se debe a que pertenezco a una generación que ha tenido muchas cosas y, debido a la situación actual, ahora no tiene nada de lo que creía que tendría: un buen trabajo acorde a sus estudios, estabilidad, independencia,… Después de años de esfuerzo no tengo empleo, vivo aún con mi madre y no puedo hacer todos los planes que me gustaría. Sinceramente, no me imaginaba que mi vida sería así a estas alturas. Y como no me gusta lo que me rodea, me evado a mi paraíso artificial más de lo que debería.
Entonces, otra vez, cómo no, la realidad se impone con un puñetazo. Pero durante unos minutos, antes del impacto con la vida real, he sido feliz en mi pequeño paraíso. Me da fuerzas imaginármelo para intentar que mi futuro se parezca lo más posible a él. Y quizá algún día sea yo la que le dé un buen tortazo a la realidad.
Eloísa
10 Comentarios
¡Asshh! qué puedo decir que no hayan dicho por ahí, estoy total identificada, jajaj a pensé que sólo me pasaba a mi :s y siempre e querido erradicar esto, sí también paso el 89% fantaseando, he escuchado que es bueno y malo, a mi me gusta pero me frusta en demasía, pero bueno, somos seres pensantes y deseosos. No sé cuál es la cantidad de personas que vivan así, con el 89% fantaseando.
Ahora una fantasía recurrente de estos días:
Me encuentro camino a la universidad, me encuentro con una niña con S.A. ([síndrome] no quiero indagar mucho, supongo han de saber) la cual esta en crisis que sabría identificar, le ayudó a calmar y ganar confianza,me ofresco ayudarle a llevarla a casa, ella se sabe perfectamente su dirección, entonces voy con ella en el camión, le pido su nombre, «Yasmin V. R.» (nombre secreto debido a obsesiones mías jajaja) y voy dandome cuenta de lo muy parasido su comportamiento al S.A. y llego a su casa y su madre feliz de encontrarla, esta en un colonia muy conocida, entonces llega su hermano quien es el amor de mi vida. Fin. Jajajajaja soy en demasía fantaseosa.
Sólo quería compartir.
Saludos.
Lo siento!!! mi internet no anda del todo bien y pensé que no se había publicado jajaja
No es la primera vez que leo sus publicaciones, y debo decirlo me encantan!!!! pero con esta me sentí sumamente identificada, me pasa lo mismo, por ahí dicen que soñar no cuesta nada y, por el momento es para lo único que me alcanza jajajaja :/ .Yo también a veces me digo: Kary serías una excelente escritora!!! jajaja saludos.
Me siento totalmente identificada!! tengo 25 años y también estoy en paro, y en cuanto a relaciones de pareja mejor ni hablar jeje, total que también me paso la vida montándome películas en mi cabeza. Muchas veces intento dejar de soñar y hacer realidad muchas de las cosas que imagino pero hay cosas que no dependen exclusivamente de uno mismo sino que hay que tener en cuenta a otras personas, la situación económica, etc, pero bueno soñar está muy bien, y de vez en cuando se puede ir haciendo realidad algunas de las cosas que soñamos, lo importante es intentarlo.
Hermoso 100 % identificado… soy una hombre que vive de sueños para que no se lo coma la realidad :s felicitaciones me encantó el escrito… deberías escribir algo más largo sobre eso … lo leería con gusto !
No me he podido sentir más identificada. Que si no llega a decir veintiséis años, en un momento me creo que lo estoy escribiendo yo y… ¿veis? Otra vez vuelvo a fantasear. Seguid así, ¡chicas!
Hola!
Te entiendo y me siento identificada, pero me doy cuenta que pierdo muchas energías fantaseando, imaginando cómo seria aquello y lo otro en lugar de estar disfrutando de lo que realmente está sucediendo en mi vida, viviendo el presente. A veces pienso que en lugar de refugiarme a fantasear tendría que actuar para conseguir que éstas fantasías se hicieran realidad, y mira que lo intento…pero a veces es más fácil montarse la película.
Seguro que seriamos unas guionistas estupendas!!
Jajajaja, Laia, es verdad, igual estamos desaprovechadas como grandes escritoras y nosotras sin saberlo! 😛
Cada palabrita que escribiste me llega al foooondo de mi ser. Todo, absolutamente todo me pasa igual a mi.
Saludos
Muchas gracias, Naty! Me alegra mucho que te haya llegado mi texto. Un saludo