¿Cómo consiguen los medios de comunicación de masas colarse en nuestras mentes? Algunas claves para entender los mecanismos psicológicos que están en juego al vernos expuestas a sus mensajes.
Sabemos que las mujeres que aparecen en los medios de comunicación de masas son una amalgama de maquillaje, buena ropa y photoshop. Que no se nos muestran tal y como son. Que esas mujeres no existen. Sabemos que la publicidad lo único que busca es vender, la mayoría de veces por encima de cualquier mandato ético y moral. Conocemos la cultura de la violación. Sabemos que, constantemente, a través de las imágenes de la industria audiovisual a las que nos vemos expuestas, se nos transmiten una serie de valores e ideas más que cuestionables.
Lo sabemos, pero ¿por qué nos afectan tanto? ¿Por qué sentimos esa especie de alivio cuando vemos a famosas mostrándose al natural? ¿Acaso el poder de nuestro aparato crítico no es suficiente? ¿Cómo consiguen los medios colarse en nuestras mentes y hacer que nos descubramos deplorando nuestra talla de sujetador, mirando con cara de reparo esa barriga que asoma? ¡Si sabemos su manera de funcionar y todas sus trampas!
Es un asunto complejo, pero no indescifrable. Sin la menor pretensión de sentar cátedra o hacer una guía pormenorizada (se aceptan mecenas para poder dedicarme a ello), me aventuro a daros algunas claves con las que los mass media se cuelan en nuestros cerebros. Y nos programan, cual Windows -de ahí tantos “errores del sistema”-.
De esta manera señalo de paso con dedo acusador, lo tramposo y peligroso que resulta cuando se nos señala a nosotras, en nuestra individualidad, de ser las únicas responsables de la perpetuación de determinados clichés de la femineidad. Como si los hombres no contaran. Como si los agentes socializadores, las dinámicas y estructuras sociales fueran completamente inocuos, y pudiéramos escapar de ello sólo con proponérnoslo. Sí, tenemos parte de responsabilidad, nos lo tenemos que currar, pero no podemos invisibilizar nuestro entorno y darnos una palmadita condescendiente en la espalda. Sin más rollo previo, al lío.
Tengo que empezar sacando de nuevo mi otro dedo acusador (cuidado que tengo veinte) y señalando a nuestro inconsciente, ese gran olvidado cuando nos dicen que “no hay para tanto”. Y es que no todo pasa por el filtro de nuestra conciencia. No todo lo que nos llega a través de los sentidos es pensado racionalmente. La conciencia es, simplemente, un estado más del cerebro 1. La mente humana acepta y responde a las emociones, a los hechos o a los deseos mucho antes de que lo sepamos 2.
Me parece fundamental para comenzar con el tema, afirmar rotundamente que nos movemos también por nuestra parte inconsciente. Esta parte es muy poderosa y muchas percepciones e incluso prejuicios se anidan aquí 3. Se ha demostrado en numerosas ocasiones que muchas actitudes y creencias operan a este nivel 4. La fórmula para que se creen este tipo de prejuicios y actitudes es bien sencilla: exponer repetidamente mensajes asociados, cuyo contenido podemos ni darnos cuenta.
Por ejemplo, que la televisión se centre en mostrarnos crímenes cometidos por gente negra hace que se generen prejuicios en su contra 5. Prejuicios también inconscientes 6. De la misma manera sucede con las mujeres. Se nos expone a una serie de ideas de cómo debemos ser, y eso lo vamos almacenando en nuestro cerebro inconsciente. Y en mucha de la parte consciente de mucha gente, a decir verdad. Piénsalo, no paramos de ver mensajes que nos dicen: mujer-belleza (y esta belleza está muy acotada), mujer-delgada, mujer-sexy mujer-deseable, mujer-dulce, mujer-guapa… Esto puede hacerse de forma directa, con mensajes verbales, o indirecta por la manera en cómo visten las mujeres que se nos muestran, cómo actúan, qué parte nos enseñan de ellas, etc.
El resultado son estudios que nos demuestran que, incluso en el caso de que conscientemente pensemos lo contrario, el hecho de que expongan esas imágenes de cómo tienen que ser las mujeres y que las figuras que representan seriedad, autoridad y confianza sean figuras masculinas, las actitudes implícitas hacia la autoridad femenina son negativas 7. Vamos, que la autoridad que podemos tener y, por tanto, nuestra credibilidad, se ven menoscabadas por los mensajes que nos lanzan sobre nosotras.
La exposición a este bombardeo convierte nuestro cuerpo en algo extraño para nosotras mismas. Suelen mostrarnos como mujer exitosa solamente a mujeres delgadas -a lo sumo “rellenitas”-, guapas, sin arrugas, sin cicatrices, sin estrías, sin celulitis, ¡estupendas!
Con esta fórmula nuestra mente se acostumbra a que esa sea la cara de la mujer normal y respetable. Remarco: sabes que son imágenes retocadas, la afección sigue siendo implícita. La mente ya ha absorbido, inconscientemente, un imaginario de “la norma”. Con esto y con el hecho de que buscamos sentirnos parte de nuestro entorno, es fácil darle la vuelta al asunto y convertir nuestro propio cuerpo en objeto de revisión y crítica. No se corresponde con lo que vemos, con “la norma”, con lo que nos muestran que se espera de nosotras, así que, en vez de cuestionar lo de fuera, sin darnos cuenta, nos cuestionamos a nosotras mismas. Convertimos a nuestro cuerpo algo revisable y modificable 8.
Cómo afectan estas imágenes de mujer-belleza/sexy, en niñas y adolescentes es especialmente preocupante. Pensemos en el proceso de construcción de la identidad y el aprendizaje sobre cómo relacionarse con los demás. Niñas y adolescentes no tienen un manual de instrucciones, buscan modelos externos a imitar. Y es significativo saber que hasta la edad de ocho años no somos capaces de ver que los anuncios lo que buscan es simplemente vender; durante la infancia hay muchísima dificultad para entender y cuestionar los mensajes culturales. En la adolescencia en el proceso de construir su identidad y sentirse socialmente aceptadas, las chicas van imitando diferentes “máscaras”. Esto las pone en un lugar especialmente susceptible, ya que los valores como el éxito y la aceptación muchas veces van de la mano de productos y mensajes altamente sexualizados. No nos engañemos, a las adultas también nos las dan con queso y los acabamos incorporando. La teoría del cultivo también señala que los mensajes que vemos en televisión los hacemos propios 9.
Otra cuestión a tener en cuenta es la siguiente. Se pensó durante mucho tiempo que el poder de estas imágenes y la respuesta a por qué las imitábamos, tenía su potencial en el poder de persuasión. Vamos, que la publicidad nos convencía. Pero se sabe desde hace tiempo que las imágenes que vemos a través de la televisión afectan al lado derecho de nuestro cerebro, es decir, afectan a la parte emocional 10. Y aunque queda mucho por investigar creo que podemos hacernos una idea del nivel de afectación que pueden tener al activar una parte tan delicada e importante de nuestra mente. Desde aquí, los mensajes que recibimos entran por la puerta grande a nuestro cerebro. Peliagudo, ¿verdad?
Pero no todo van a ser malas noticias. Así como todas estas creencias, actitudes y asociaciones las hacemos a nivel implícito, se ha visto que la exposición a imágenes de mujeres líderes disminuye las asociaciones automáticas negativas hacia las mujeres, esas que se hacen implícitas porque se asocia en los medios constantemente, como por ejemplo, mujer-frívola 11.
Por tanto hay una suprema importancia en explicar a nuestro alrededor, en especial a las más pequeñas y los más pequeños, qué es lo que hacen los medios, ayudar a que cuestionen lo que ven y se den cuenta de la sexualización y cosificación a las que nos quieren someter a las mujeres. Dar a conocer a los pequeñines que hay otros modelos de mujer, de persona, y ponerles cara, explicar sus historias y que abracen sus valores, contrarrestará de forma importante el otro tipo de mensajes a los que son sometidos y escapan de nuestras manos.
Fridas, esto es todo por ahora. Espero haber arrojado una gotita de luz. Hay muchas más cosas que me gustaría explicaros, más cuestiones sobre por qué todo esto nos afecta (estoy que me salen las neuronas por las orejas de tantísimas cosas que he encontrado), explicando por qué todo esto no es una cuestión menor sino un ataque salvaje hacia nosotras. No sé, ¿tal vez en un futuro artículo? 😉
Irene
Referencias
1. Carlson, J. R. (2002) Fisiología de la conducta, Ariel. pp. 11
2. Orbach, S. (2010). La tiranía del culto al cuerpo. Paidós. pp. 130
3. Rudman, L. A. (2000). Implicit and explicit attitudes toward female authority. Personality and Social Psychollogy Bulletin, 26(11), Retrieved from http://psp.sagepub.com/content/26/11/1315
4. Zurbriggen, E. L., et al. (2007). Report of the APA task force on the sexualization of girls. American Psychological Association, Retrieved from http://www.apa.org/pi/women/programs/girls/report-full.pdf, pp. 119
5. Balkaran, S. (1999). Mass media ans racism. The Yale Political Quarterly, 21(1), Retrieved from Balkaran, S. (n.d.). Retrieved from http://www.yale.edu/ypq/articles/oct99/oct99b.html
6. Stanley, D. S. (2010). Implicit race attitudes predict trustworthiness judgments and economic trust decisions. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 108(19), Retrieved from http://www.pnas.org/content/108/19/7710.abstract?sid=75e6e609-a4b8-4008-8796-90d4680581b9
7. Rudman, L. A. (2000). Implicit and explicit attitudes toward female authority. Personality and Social Psychollogy Bulletin, 26(11), Retrieved from http://psp.sagepub.com/content/26/11/1315
8. Orbach, S. (2010). La tiranía del culto al cuerpo. Paidós. pp. 129 y 130
9. Zurbriggen, E. L., et al. (2007). Report of the APA task force on the sexualization of girls. American Psychological Association, Retrieved from http://www.apa.org/pi/women/programs/girls/report-full.pdf, pp. 3, 9, 19, 20 y 120
10. Heath, R. G. (2011). The secret of television’s success: Emotional content or rational information? After fifty years the debate continues. Journal of Advertisement Research, 51(1), 112-123. Retrieved from http://www.journalofadvertisingresearch.com/ArticleCenter/default.asp?ID=93556&Type=Article
11. Zurbriggen, E. L., et al. (2007). Report of the APA task force on the sexualization of girls. American Psychological Association, Retrieved from http://www.apa.org/pi/women/programs/girls/report-full.pdf, pp. 19
22 Comentarios
Hola, me encanta mucho su pagina y a reafirmado mis principios. Ustedes son esas que van a empezar a mover al mundo…
me gustaría dejarles un enlace de un vídeo en el que es evidente la presión social y la increíble falta de consciencia, no solo en este país porque se que así es en muchísimos otros por no decir mundialmente y saber mas de su opinión al respecto!
enlace:http://www.nytimes.com/video/world/americas/100000002531876/venezuelas-inflated-vision-of-beauty.html?smid=fb-share
Hola Vanessa, qué lindas palabras «Ustedes son esas que van a empezar a mover al mundo…». Muchas gracias, de verdad!
Gracias por el enlace. Lo vi, y la verdad es que me puso la piel de gallina… Es terrible! Vaya mensajes que envían, otra cosa a sumar contra el bienestar de las mujeres. Me causó una desagradable sorpresa todo lo que se ve ahí, no hace más que reafirmar todo lo que digo en el artículo. No se mira por el bienestar de las mujeres, sino por que nosotras entremos en ese estándar para «gustar». Un estándar centrado en atributos físicos, porque lo que hay dentro nuestro parece no importar… Qué te voy a decir, es la misma historia de siempre: las mujeres tienen que tener un físico espectacular, sino lo tienen que se modifiquen. Y lo demás, no importa. Uf, me dan ganas de llorar.
Me recordó a un documental que vi hace tiempo y que te recomiendo:
http://www.youtube.com/watch?v=1teAJZE1ark
¡Un beso grande!
Si claro, es del libro «La Insoportable levedad del ser» Milan Kundera.
Me ha gustado mucho tu publicacion, completamente de acuedo, demasiada competitivodad absurda en un mundo manejado por la frivola publicidad donde en vez de unirnos como individuos nos separamos solamente pir algo que es la supuesta belleza.Ser una sociedad mas igualitaria y evolucionar paraque no se nos vea como moneda de cambio y llegar a ser individuos independientes feas o guapas y se nos valore por lo que somos, y que nosotras mismas nos tenemos que hacer valer por lo que sentimos, sin sentir verguenza de que somos mujeres , con nuestra propia apariencia y nuestra propia personalidad
Entre todas intentamos que eso sea una realidad… Ojalá podamos ver una sociedad un poquito más igualitaria, o que nuestro granito de arena sirva para que en el futuro así sea. ¡Cuánto trabajo por hacer!
:**
Buen artículo, me recordo una frase de Milan kundera «La mujer que busca parecerse a otra, termina perdiendose a si misma»
muy bueno!
Mabel, ¿nos podrías decir de que libro o artículo es? Muchas gracias
Genial cita :). ¡Gracias Mabel!
Tan claro como el agua; desde la cuna hasta la tumba; sobre todo las mujeres somos bombardeadas con «modelos» irreales e inalcanzables que aún cuando maduremos y seamos plenamente conscientes que somos mas que un cuerpo ( y de hecho; somo muchisimo mas) ;provocan que juzguemos nuestra imagen con una actitud sumamente critica que sólo nos ocasiona frustración, y le hace el negocio redondo a la industria que nos vende «pociones mágicas» para parecernos «aunque sea un poquito» a la mujer perfecta». Cuesta mucho sacudirse de toda esa basura…..de hecho a mi me ha llevado mucho pero mucho tiempo…..pero amarnos como somos es lo único sensato que podemos hacer en esta vida y esa felicidad nadie te la debe quitar !
Amén Fresia :). Eso es lo que debemos hacer. Para mí, conocer los mecanismos mediante los cuales aflora nuestra insatisfacción, y tratar de querernos cada día un poquito más, son claves para ser más felices y sacudirnos la basura que nos cargan a la espalda.
Gracias por comentar! :*
Me ha gustado el artículo pero el segundo vídeo no tanto….
Angie, ya siento que no te haya gustado. De todas formas me alegra que el resto sí ;).
Un beso!
Somos conscientes del prototipo de mujer que nos intentan vender. Una mujer irreal. Sin embargo, tengo 27 años y he de reconocer que muchas veces me he sentido físicamente muy desgastada, muy vieja. ¿Como es posible? La actriz de 56 años que tiene menos lineas de expresión que tú, esa mujer irreal, se adentra en tú ser y cada vez que te miras en el espejo te susurra al oído que algo no marcha bien.
Y por si fuera poco se crea una lucha interna entre lo que tú crees tus sólidos principios y lo que tu inconsciente te dicta. Una lucha que aún merma más tu autoestima, pues ves tus principios flojear.
Seguramente muchos problemas de autoestima y depresión de la mayoría de las mujeres tengan su raíz aquí.
Identificadísima
Cierto, Friducha. Creo que aquí hay una explicación de uno de los factores de insatisfacción de las mujeres, y en última instancia, de los problemas psicológicos que sufrimos muchas de nosotras.
La lucha que comentas es dura, pero creo que si se conocen los motivos de esa insatisfacción (es decir, traer aquello que se ha hecho inconsciente hacia la conciencia), poquito a poco, desgranándolo, al final, con muuucho tiempo, afectan un poco menos. Simplemente por conocerlos, y porque sabes que están ahí, los has hecho aflorar hacia tu conciencia, deja de representar una lucha contigo misma porque te das cuenta de que es desde fuera que quieren que exista esa lucha, y te vas dejando salir poco a poco de entre esas restricciones, para ser más tú. Porque las cosas anidadas en el inconsciente, no son inamovibles, se pueden modificar. Pero para ello hay que hacer un trabajo constante. Es agotador, pero creo que merece la pena intentarlo, y sobre todo, no castigarnos cuando desfallecemos. ¡La presión es brutal, no podemos mantenernos en lucha los 365 días durante las 24 horas!
:*****
Me ha encantado de verdad tanto el artículo como el vídeo. Es la pura verdad lo que dices, por ejemplo yo misma a veces me sorprendo pensando que mi vida mejoraría si tuviera un cuerpo diferente, claro que en seguida intento borrarlo de mi mente. Pero sigue ahí, un temor inconsciente que espero poder superar a mesura que vaya creciendo.
Deciros también que vuestra página me encanta, y creo que el resto de chicas i chicos adolescentes deberían leerla, ya que es muy aclaradore e interesante pero sin ser complicada de leer. Muchas gracias 🙂
Gracias por tus palabras RiotGrrrl :). Ojalá lleguemos a el público más jóven, ¡nos encantaría!
Es cierto que a veces pensamos «ay, si yo tuviera ese cuerpo/cara…». Y caes sin darte cuenta. Pero es buenísimo tener identificado que eso sucede, y saber el por qué sucede (en este artículo intento daros algunas claves), me parece una ayuda para eliminar o darle menos importancia, a esos pensamientos que surgen solos.
Abrazooo.
Realmente no sé por donde comenzar, EXCELENTE artículo mil felicitaciones Irene, se ve que ocupaste gran parte de tu tiempo para obtener datos e información que sustenta tu escrito, totalmente verídico. Fue caído del cielo y tienes toda la razón, existe todavía mucho más por conocer acerca del tema, te apoyo para la creación del segundo artículo porque es algo con lo que las mujeres lidiamos día a día. Lastimosamente, gracias a esos «shows de belleza infantil» se ve cada día más el desprecio del cuerpo en niñas cuya edad no supera los 10 años, pero, con tu granito de arena se podrá difundir el mensaje a madres, hermanas, compañeras, amigas, vecinas, en fin, a toda mujer que seguramente pasó por esto en algún momento. Felicidades y apoyo desde Venezuela.
¡Hola María! Muchísimas gracias :). Es cierto que queda mucho de lo que hablar… y lo iré haciendo. Iré publicando artículos al respecto, tus ánimos me ayudan a seguir esforzándome ;).
Un beso grande.
Bueno, bueno, bueno. Espectacular. Sinceramente, es que me dan ganas de abrazar a la autora. Tenemos que hacer que todas tengamos acceso a información como esta. Gracias, de corazón.
Muchísimas gracias a ti Dreamgirl. Tus palabras significan mucho para mí. Te mando un abrazo bien gordo :).