Nuestras salvajes antecesoras

¿Cómo eran las mujeres de la Prehistoria? ¿Realmente ejercían ese papel subordinado y pasivo que solemos pensar?


Imagen tomada de http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es


Todas hemos oído esa frase que reza «Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus». Lo que viene a decir esta frase es que hombres y mujeres contamos con unas características intrínsecas que nos hacen diferentes entre nosotros. En esta frase subyace un argumento innatista, según el cual todas las mujeres -españolas, rusas, namibias, vietnamitas o cherokees- somos y pensamos prácticamente igual, del mismo modo que los hombres. Desde los albores de la humanidad, hombres y mujeres hicieron un reparto de tareas y, en función de las mismas, nuestros cerebros se fueron desarrollando de un modo diferente.

Para apoyar esta aproximación a las diferencias entre sexos, muchas obras recurren a teorías biologicistas que, como podréis adivinar, justifican que los hombres realicen trabajos físicos rudos o considerados más peligrosos, y las mujeres labores de cuidado y crianza. Yo siempre he sido más de teorías ambientalistas (lo que determina en mayor medida el desarrollo del ser humano son los estímulos que recibe del exterior y el contexto en el que vive), pero debo admitir que alguna vez me he dejado engatusar por estos argumentos. Es más fácil pensar que los hombres son así porque tienen un pene entre las piernas, o que las mujeres somos asá porque tenemos útero o vagina. Es simple, no tiene vuelta de hoja y, además, nos quita toda responsabilidad en la educación y desarrollo de nuestras/os hijas/os. Total, si todo está predeterminado… Pero me temo que todo este lío tiene una explicación bastante más compleja.

«No existe un mandato biológico o evolutivo que haga que a sólo a las mujeres les importen los bebés y muestren más emociones, o que los hombres sean mejores en la economía y la política y prefieran las cervezas (…). Es la fuerza de los mitos sociales sobre los sexos.» Agustín Fuentes, antropólogo.

Pensando en todo esto, me surgió la necesidad de saber algo más sobre el origen de nuestra especie. ¿Realmente es cierto que las mujeres de la Prehistoria se dedicaban en exclusiva a recolectar y a la crianza de la prole? ¿Es cierto que sólo los hombres iban a cazar y que esa es la explicación de que supuestamente tengan más desarrollada la inteligencia espacial o psicomotriz? Si éste era el argumento que justificaba que las mujeres estemos donde estamos, quería saber si era cierto.

Pues bien, resulta que ese cuento de mujeres alborozadas recibiendo a hombres que vuelven a la cueva con un bisonte a rastras no tiene por qué ser cierto.

Existen varias manifestaciones plásticas en lugares distintos que confirman que las mujeres cazaban en la Prehistoria; algunos ejemplos son las pinturas de «escenas de caza» prehistóricas: cazadoras capsienses de África del sur de Damaraland y de Bramberg pintadas hace más de 6.000 años, o las de la costa levantina española, datadas alrededor del año 5000 a.d.C.

 

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Por otra parte, las evidencias muestran que el pueblo Neanderthal sílo contaba con armas muy primitivas, lo que sugiere que tenían que unificar fuerzas para matar animales grandes. Y las numerosas fracturas encontradas en esqueletos de mujeres neanderthales indican que ambos sexos podrían haber participado en labores peligrosas (Steve Kuhn, antropólogo).

Para aclararnos: en la Prehistoria, las cosas ya estaban lo suficientemente difíciles como para relegar a la mitad de la población a quedarse «en casa». De cualquier modo, Lichardus (1987) afirma que se alimentaban de forma muy variada, y que la carne no pudo desempeñar el papel que a veces se le atribuye. Según Nathan (1987), no constituía más que una tercera parte del total del consumo de calorías.

Pero lo que más me ha gustado encontrar es la teoría de Francisca Martin-Cano Abreu (2001), según la cual tanto en las familias paleolíticas como en las neolíticas la mujer gozaba de un gran poder social y económico, dado que era la que aportaba los dos tercios de las calorías necesarias para la supervivencia del grupo. Tenía autonomía para moverse e ir a cazar o recolectar, y su doble aportación económica y reproductiva le permitía tener poder político y religioso.

 

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Según la arqueóloga española Margarita Sánchez Romero, «los estudios etnográficos sobre sociedades actuales demuestran que lo extraño es encontrar una actividad que sólo acometan hombres o mujeres. El reparto de trabajo es una construcción social y, por tanto, cada sociedad la gestiona como mejor entiende. En las sociedades de la prehistoria no tenemos datos que nos lleven a pensar que las mujeres no cazaban o que no intervinieron en determinadas producciones, como la de piedra tallada o la metalurgia. Además, muchas imágenes del pasado las muestran plenamente integradas en cuestiones rituales y religiosas. Por otra parte, los ajuares funerarios que encontramos en las sepulturas enfatizan más las diferencias en estatus social y en la realización de determinados trabajos, que en la existencia de desigualdades entre mujeres y hombres

Parece que las mujeres no eran simples objetos sumisos propiedad de los hombres, ni tampoco eran esclavas inútiles que dependían de la comida que los hombres proveían. Los hombres dependían de las mujeres tanto como las mujeres dependían de ellos.

Dicho todo esto, hay que recordar que todos estos estudios nunca son concluyentes. La esencia misma de la Prehistoria (sin documentos escritos y tan, tan lejana en el tiempo) provoca que el método científico sólo obtenga conjeturas y supuestos en términos de probabilidad.
Pero para mí ha sido muy importante descubrir que hay otras versiones de la historia. Que esos pueblos que nos precedieron quizás no fueran tan «salvajes» como solemos pensar.

Mines

 

Fuentes:

Status of Women in Prehistoric Communities: The Start of the Division of Labor http://bryteyedgemini.hubpages.com/hub/Status_of_Women_in_Prehistoric_Communities
La mujer en la Prehistoria: Venus sin boca http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/2011/08/la-mujer-en-la-prehistoria-venus-sin.html
El lugar de la mujer en la prehistoria, entrevista a Margarita Sánchez Romero http://neanderthalis.blogspot.com.es/2007/06/el-lugar-de-la-mujer-en-la-prehistoria.html
Sin género de dudas: mitos sobre los sexos http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/2012/07/sin-genero-de-dudas-mitos-sobre-los.html
Mujeres en la Prehistoria: mitos, estereotipos y roles de género http://haikita.blogspot.com.es/2012/04/los-roles-de-genero-en-la-prehistoria.html
La cara femenina de la Prehistoria http://www.somosamigosdelatierra.org/13_curiosidades/mujeresprehist/mujeresprehistoria1.html
The evolution of sex roles Anthropologists are looking at how prehistoric tasks were divided, perhaps indicating the moment when we became truly human. http://articles.philly.com/2007-04-02/news/25241506_1_neanderthals-anthropologists-gatherer

 

8 Comentarios

  1. Es conveniente leer los libros de sexualidad de esta pionera sobre la Prehistoira porque descubre que los prehistoriadores nunca recomendarán sus libros a sus discípulos; ya que están acobardados y no se atreven a llevar la contraria a los preshistoriadores que siguen defendiendo las ideas de abates y clérigos de hace 100 años, que iniciaron la Arqueología como ciencia. http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/480882/index.php

    ¡Maestras, profesoras de Historia y de Antropología feministas!, leed los libros escritos por la pionera Martín-Cano sobre sexualidad, documentada y fundamentada con multitud de datos, que ofrecen una visión renovadora y feminista de la HISTORIA FEMENINA desde la Prehistoria, muy diferente a la divulgada por prehistoriadores del mundo de la Arqueología de España.
    Sólo así se conseguirá que las nuevas generaciones tengan una idea real del pasado femenino. Porque en el mundo universitario de los prehistoriadores, prima tan violentamente el Principio de autoridad, que siguen transmitiendo a sus discípulos las mismas ideas androcéntricas impuestas por curas, abates y clérigos hace 100 años, cuando iniciaron la Arqueología como ciencia.
    Y por tanto prueban que en ese distorsionado mundo, no ha regido como motor de progreso la idea de que cada generación interprete la Historia a medida que las circunstancias van cambiando.
    A los prehistoriadores les debe pasar lo mismo que a los periodistas del Canal 9 valenciano, que sólo cuando la emisora fue cancelada y ellos fueron expulsados, fue cuando se atrevieron a declarar: «queremos informar y no manipular».
    Mientras tanto, ningún viejo ni joven de los Almagro, Balbín, Blázquez, Olmos y demás androcéntricos del CSIC; y menos, ninguna vieja ni joven Aranegui, Chapa, Bueno, Gabaldón, Izquierdo o Martínez, nunca recomendarán sus libros a sus discípulos; ya que todos están acobardados y no se atreven a ser asertivos frente a todas las especulaciones de preshistoriadores que les han antecedido, a pesar de que quisieran disentir.
    Y encima, para rematar la puntilla: “la Universidad Rey Juan Carlos elimina el grado de Igualdad de género, el único que hay en la Universidad española” (según Varela).

  2. La verdad, no tengo idea de cuando se hizo la repartición «oficial» de las tareas entre hombres y mujeres.
    Pero me parecería lógico que tenga que ver con la sedentarizacion del especie.
    Esto conlleva una necesidad de organizar las cosas y atribuir papeles a la gente.
    Si añades a esto el comentario de Kelly que subraya el papel de una religión dogmática que detiene la verdad absoluta y el hecho que si crías niños en un ambiante fijado de reglas abstractas sin abrirles a posibilidades nuevas o ancianas.
    Tienes la semilla de un modelo de sociedad esclerozada y opresiva hacia los que se considera de segunda clase.
    El humano es capaz de reflexionar sobre la justicia de una situación y hacer maravillas.
    Pero le cuesta tiempo y muchos esfuerzos, cosas que hasta un pasado muy cercano no teníamos.
    Y que ahora nos está robado por gilipoyeses como el fútbol o MTV. No se puede designar al hombre como sólo culpable, y no lo haces con razón, la mujer tiene su responsabilidad en la conservación de este modelo al igual que… Yo.
    Cuando nos vamos a liberar de estos clichés, si, hombres y mujeres son diferentes, menos mal, pero los dos son capaces de todo con tan sólo aprenderlo.
    En esto os dejo, que voy a fregar los platos antes que mi diosa despierte…

  3. En la compilación de Marta Lamas (El género. La construcción cultural de la diferencia sexual) hay un maravilloso ensayo de Salvatore Cucchiari . La revolución de género y la transición de la horda bisexual a la banda patrilocal: los orígenes de la jerarquía de género. Lo recomiendo ampliamente 😉

  4. ethel rudecindo

    por la maternidad, no comprendida, por ellos, se la consideraban superiores y por eso proliferaban las diosas, y era un loco matriacardo. …eran proveedoras de los vastagos.

  5. Es obvio que el papel de la mujer se vio reducido a un objeto y a ser ama de casa, desde que la religión se apodero de la historia, es ahí donde se le atribuye el papel de sumisa a las mujeres.

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