La historia de una Frida que se echó la mochila al hombro y recorrió Latinoamérica a dedo.
Mi historia viajera viene más o menos desde antes de nacer. Dicen que nací un mes antes por problemas técnicos. ¡Yo digo que fue por mis ganas locas de ver el mundo cuanto antes!
Y cuando aprendí a caminar, ¡ay de mis padres si se distraían de cuidarme! Enseguida «disparaba» a cualquier parte con mis piernitas torpes de aquel entonces. En cada uno uno de los diferentes sitios vacacionales donde viajaba con mi familia me extraviaba por separarme del grupo. Y es que la necesidad de exploración propia era más fuerte que yo.
A los 14 años mi padre me dio a escoger entre «La fiesta de mis 15» o «El viaje a Francia». Está muy claro que escogí la segunda opción, sin dudarlo. Ese fue el momento clave en mi vida, en el que mi cabeza terminó de hacer un quiebre para siempre. Ya no hubo retorno para mi alma a la adolescencia «normal». Si bien solo estuve un mes de intercambio cultural en aquel país, el impacto que me generó fue absolutamente fantástico. Había estado en otro continente por primera vez, se hablaba en un idioma diferente al mío y mis padres no estaban conmigo.
Así fue como al volver a mi querida Argentina, no podía pensar en otra cosa que no fuera seguir conociendo el mundo. Año tras año soñaba, imaginaba y deseaba de un modo muy profundo poder convertirme en viajera.
Luego de unos fallidos intentos por «ser normal» y universitaria (en la carrera de Canto lírico), tuve la suerte corajuda de haber cambiado a tiempo y convertirme en trapecista tras un tiempo en escuela de circo. Esta fue mi mejor herramienta para poder trabajar viajando. Primero me fui de gira nacional con un circo (que no era de los mejores pero me enseñó muchas cosas). Después regresé a mi cuidad natal, Venado Tuerto, donde durante 3 años dicté clases de trapecio para niños y cada tanto algún que otro viaje por los pueblos que no había andado.
En 2009, entre medio de toda la paranoia por el famoso virus H1 N1, me surgió la posibilidad de ir a probar suerte a Guinea Ecuatorial, África. Unos conocidos me ayudaron con los papeles y luego me tocaba buscar trabajo.
Llevé mi trapecio, porque era el elemento al cual estaba aferrada, pero sin confiar que fuera posible trabajar como trapecista allí.
Sin embargo la vida me sorprendió muchísimo. Conseguí trabajo como profesora de trapecio para niños guineanos en un centro cultural español que ofrecía varios talleres pero ninguno como el mío y aceptaron innovar. Viví 8 meses en Guinea; la idea era 1 año, pero la convivencia con los militares en la calle era bastante incómoda, por no decir estresante.
Antes de volver a mi país quise pasar un tiempo en otro lugar para regenerar mis energías y eso pasó en Tenerife. En esa isla volví a nacer y quedó plasmado en mi pierna izquierda, donde me tatué un ave fénix.
Después de esto pasé unos meses en Argentina hasta que conseguí POR FIN decidirme a concretar el viaje que más necesitaba, ese que había postergado durante tantos años porque no me animaba: viajar por Latinoamérica a dedo.
Fueron 19 meses viajando desde Argentina hasta México, disfrutando los colores, sabores y aromas de cada país. Conociendo amigos para toda la vida, renegando del sol en la ruta cuando no encontraba ninguna sombra donde pararme a hacer dedo, pero extasiada con ese mismo sol en cada una de las playas que pude conocer. Dejándome acariciar y despeinar por el viento en las montañas. Danzando con mi alma en los bosques donde se cuelan rayos de luz por las copas de los árboles. Todo esto que era la vida que siempre había querido para mí se había hecho realidad.
Mi país dejó de ser mi única casa para convertirse en un punto de partida. El mismo año que volví de México, decidí estabilizarme un tiempo más prolongado para poder publicar mi primer libro: ¿Y no te da miedo? Relatos de una chica que viaja a dedo por Sudamérica.
Como la respuesta de la gente fue muy buena, me animo a planear la edición del segundo, que hablará sobre Centro y Norte América. Luego de la concreción de mi obra escrita y de conseguir la visa correspondiente, me fui a experimentar Australia y Nueva Zelanda, junto con un australiano muy importante en mi vida por coincidencias anteriores como viajeros que andaban por su cuenta. Seis meses después, me encuentro otra vez en Argentina, donde estoy preparando la reedición de mi libro y planeando otros puntos del mapa que me faltan por recorrer.
Como la información es mucha, he tratado de resumir lo mejor que pude para no aburrir. Las lectoras que deseen saber más de mis historias pueden hacerlo en la página de Facebook que estoy construyendo de a poco: ¿Y no te da miedo?
Un placer compartirles esto que es tan importante en mi vida y ojalá pueda motivar a quienes estén pensando en salir a sus rutas soñadas…
Cecilia
14 Comentarios
Lindo!! Descobrir o que deseja e levá -lo a cabo!!! Felicitaciones!
Lindo! Descobrir o que deseja e levá-lo a cabo! Felicitaciones!!!
hola hola , un gusto encontrarte en esta pagina , yo soy uno de los que llevo un día cuando viajaba a pehuajo fue un gusto compartir ese rato , por la frescura de tu juventud y tu libertad , suerteeee
Hoooooola Fer!!! qué bueno que aparecieras por aquí!!! muchas gracias por tus palabras!!!
Un gusto haber viajado contigo!!
MI SUEÑO!!!
Siempre he querido recorrer el mundo, sola o acompañada pero en la libertad de moverme con el viento. Espero algún día tomar la desición.
Gracias por compartir y animarnos a perseguir nuestros sueños.
Un abrazo grande y síguenos contando como va la vida…
Saludos desde Chile! 🙂
Kari !!! nos vemos en Chile! Entra a mi página y hazme saber que eres tu para contactarnos 🙂
Hola Ceci!
Que bueno conocer tu historia. Nos hace saber que no viajamos solos, que somos muchos y trasmitimos más todavía. A seguir viajando, a seguir «trapeciando» y a seguir escribiendo. Que la escritura inaugure nuevos viajes!
Buenas rutas o abrazo viajero ( como mas te guste 🙂 )
Holaaaa!!! muchas gracias por el comentario! Y si, no estamos solos! 🙂 Un abrazo rutero!!! que los caminos nos hagan encontrar! 🙂
Ceci, no sabía del libro o en algún momento me perdí, jajaja!!!
Quiero ese libro, así que si armás una pre venta o algo así, contame. Yo quiero uno!!!
Ah, otra cosa más ¿Te gustaría el año que viene venir a presentarlo en Pergamino?
Nos leemos por ahora, un abrazo y buenos rumbos!!!
Claro Juanma!!! ahora charlamos!! daleeee!!! 🙂
Puf!! que envidia, tanto por hacerlo como por tener esa valentía!! as hecho que de un pasito mas a mi ganas por viajar y ver mundo, gracias!!
Saludos desde Ciudad Real, España
Me alegra mucho haber hecho un pasito más a tus ganas! Esos deseos que tienes son puro PODER! 😉
Impresionante, ojalá algun día pueda hacer algo parecido. Saludos desde Mallorca!
Claro que puedes Maria! Confía en ti misma y lo harás! 🙂 Un abrazo grande desde Argentina!