Hablemos de abuso infantil

Una lectora nos cuenta su historia de abusos sexuales en la infancia y reivindica una lucha más abierta contra este grave problema.


Ilustración: Marta D.


Si bien desde que era pequeña me he considerado feminista, no entré en contacto con las teorías y con los movimientos sociales feministas hasta que no entré en la universidad; y a veces pienso que el abuso sexual a menores no se aborda o no se aborda lo suficiente, siendo este un grave problema que forma parte del sistema sexo-género y de las relaciones de poder que se dan en él.

Se habla de violencia de género, se habla de violencia sexual, pero… ¿qué pasa con el abuso sexual infantil? ¿Acaso es algo tabú incluso dentro del feminismo? Me parece crucial poner el tema sobre la mesa ya que, durante el tiempo que he andado más o menos metida en diversos proyectos feministas, no se ha tratado. Las reivindicaciones y las diversas luchas del feminismo creo que han de ir ligadas a la defensa de los derechos de lxs menores, al ser la familia la institución donde se ejerce mayor control social y muchos casos de violencia hacia las mujeres y los niñxs.

Los datos dicen que una de cuatro niñas y uno de ocho niños en España ha sufrido abusos sexuales. Son cifras verdaderamente alarmantes, pero es un gran tabú en todas las sociedades, ya que la mayoría de las veces se trata de incesto. Los abusos dejan severas secuelas, porque se trata de acontecimientos traumáticos vividos además a edades tempranas, causando un profundo daño a la estructura psíquica de la víctima, trayendo consigo diversos trastornos que afectan a un nivel físico, emocional, conductual y social: estrés postraumático, depresión, problemas de adicciones, trastornos de personalidad, trastornos de alimentación, autodestrucción… hasta el suicidio.

Yo sufrí abusos sexuales siendo pequeña y en mi caso, durante los abusos, el insomnio crónico, las pesadillas, los problemas gastrointestinales, los atracones de comida, la autolesión y los ataques de pánico me estuvieron acompañando, intentando digerir todo ese dolor imposible de manejar.

Ya entrada la adolescencia y hasta ahora, sigo arrastrando las secuelas del abuso con insomnio ocasional, depresión, autolesión, pesadillas, disociación, ataques de pánico, adicción al alcohol y a la marihuana, y una conducta sexual totalmente autodestructiva.

He vivido mi sexualidad con una sumisión extrema que a lo único que me ha conducido es a relaciones sexuales marcadas muchas veces por la violencia, y no me refiero a un juego de roles donde impera el respeto, no, sino a abandonar mi cuerpo para todo lo que ellos quisieran, sufriendo con dolor, dejando que me humillaran, que me violaran.

No me he dado ningún tipo de valor, casi siempre he tenido relaciones sexuales esporádicas, con una dificultad tremenda para poder continuar cualquier tipo de relación con aquellos hombres con los que he follado. Yo misma he tratado fatal a muchos de los hombres con los que me he acostado, tratándolos también como simples objetos sexuales para mi satisfacción, llegando incluso a abusar de ellos. He tenido y sigo teniendo muchas dificultades a la hora de comunicarme o dar y recibir caricias o muestras de cariño, y nunca he tenido pareja. Hace cuatro años que se abrió en mi mente todo un proceso catártico, de recuperar muchos de los recuerdos del abuso, y a partir de entonces comencé a tener flashbacks la mayoría de las veces que tenía sexo compartido. Me llegó a resultar tan duro tener que enfrentarme a ello que empecé a evitar el sexo, cuando anteriormente era algo que siempre andaba buscando de manera compulsiva.

Me he visto a mi misma durante años como un simple objeto sexual. Desde el feminismo muchas veces se habla de que esta sociedad sólo quiere cuerpos perfectos para las mujeres.

Yo tengo un físico muy normativo, soy muy guapa de cara y tengo un cuerpo de 90-60-90 y me ha costado tiempo aceptar mi cuerpo tal y como es, respetarlo, quererme… No se trata de vanidad ni de prepotencia, sino de aceptarme, reconciliarme con mi cuerpo, ya que durante años al verlo en el espejo solo veía una cosa obscena, nacida para el disfrute de los hombres, como algo que no me pertenecía.

A nivel proporcional, son más niñas que niños las que sufren abusos sexuales. Los perpetradores suelen ser del círculo cercano al niñx, la mayoría de las veces familiares, y suelen ser perpetrados por hombres, pero también las mujeres y lxs niñxs cometen abusos. Si las cifras son tan escandalosas… ¿qué sucede para que continúe siendo un tabú? Yo fui abusada por mi hermano, mi familia no lo sabe (¿o quizás sí?).

Ahora llevo unos meses en el extranjero,  y hace dos años estuve un año sin vivir con mi familia, pero tuve que volver por la mala situación económica que tenía, y porque todavía no he podido romper con esa vorágine de dependencia hacia mi familia totalmente autodestructiva, teniendo que convivir a diario con mi abusador.

Ya soy una mujer adulta, tengo 24 años, y aunque en los últimos cuatro años he notado grandes avances, soy consciente de que sigo atada a mi familia y que si sigo con ese “secreto” no voy a poder desarrollarme nunca como persona, pero… ¿qué puede pasarme el día que quiera hablar de ello con mi familia? No sé si me van a creer, no sé si no van a querer saber nada más de mí… No sé qué pasará, pero me da mucho miedo, todavía no tengo la fuerza suficiente como para enfrentarme a ello.

Quizás mi historia haya turbado a algunas de las personas que acaban de leerla, quizás otras se han sentido interpeladas porque también tuvieron que sufrir abusos siendo pequeñas. Sea como sea, espero haber aportado un granito de arena para luchar contra esta lacra que nos condena a tantas y a tantos a una muerte en la vida.

 

Laura (24), Madrid

11 Comentarios

  1. A todas las supervivientes del abuso sexual en la infancia les recomiendo «El coraje de sanar», un libro de Laura Davies y Ellen Bass. Literalmente es capaz de salvar vidas.

  2. Hola amigas:

    Cada una de sus historias de vida nos reflejan…
    Yo también atravesé situaciones parecidas que dejaron secuelas simbólicas con las cuales diálogo hasta el día de hoy. Y uso la palabra diálogo porque antes era más bien furia incontrolable que no comprendía….
    Es muy difícil reconocerse como la víctima porque de algún modo u otro no queremos volver a ser tan vulnerables. Pero ocurre que de lo contrario repetimos mecanismos patológicos que nos mantienen en un vínculo de violencia con nostras mismas y con el entorno. Creo que esa fue la primera cosa difícil de hacer: decirme que fui víctima. Y luego con muchos años de terapia y mismo desde mi formación profesional pude reconstruirme. Una vez que tuve la suficiente fuerza espiritual y emocional para hacerlo me confronte con mi abusador y con mi familia. Sin lugar a dudas este fue el segundo paso más difícil que tuve que dar. Pero me ayudo mucho. Y a mi hermano (quien abusó de mí) también. Pudimos reconstruir el vínculo y me pidió perdón admitiendo que a pesar de haber sido un niño si reconoce que era mayor que yo, y por tanto que era consciente de que me manipulaba para su beneficio y el de sus amigos…
    Pero lo más triste es que una vez que asumes esto te das cuenta de que no solamente el abusador es el responsable sino que mis padres también. Ellos tienen la responsabilidad de que se haya transgredido mi bienestar; porque la pregunta inevitable que te haces es: donde estaban ellos? Como no se dieron cuenta? Sera que no me cuidaron lo suficiente? Y para colmo, una vez que se lo conté a mi madre ella se olvido. Se lo recorde a raiz de algo, pero se habia olvidado otra vez. Es decir, lo omitio dos veces…. Desde ese entonces le perdí la paciencia. Y siento que le guardo rencor. Ella fue la única que inconscientemente lo reprimio. A mi entender, este hecho no es un problema individual sino que le pertenece al grupo familiar porque nos habla de una dinámica relacional. De los límites y mensajes que se transmiten en la crianza…
    En fin, admiro mucho tu valentía de salir a contar tu historia. Que es la historia y la voz de muchas. La mia seguro.
    Por último me despido recomendando un libro que trata sobre traumas de varios tipos. Probablemente hayan oído hablar de Judith Lewis Herman y de su libro: «Trauma y Recuperación». Allí la autora analiza varios tipos de traumas trabajando para ampliar el concepto del síndrome post traumático del DSM IV. Su hipótesis es entenderlo como un complejo de traumas persistentes. Por ejemplo, la autora plantea que una víctima de abuso sexual tiene altas chances de desarrollar otro tipo de desorden de personalidad si no se trata psicológicamente a tiempo. En este sentido, una niña abusada, como en mi caso, termina por generar otra patología como el desorden maníaco-depresivo, la bulimia, conductas autodestructivas, abuso de sustancias y relaciones enfermizas.
    Muchas Gracias por compartir.
    Muchas Gracias por abrir tu corazon.
    Les mando un gran abrazo,
    Majdal!

  3. Hola a todos y todas! la verdad cuando ahora leí este artículo me sentí sobrecojida y tambien por la valentía de esta chica dando este enorme paso como demostrasteis tambien todas vosotras! y coincidiendo tambien en que es tabú y muy oscuro para la familia y la sociedad! pero lo que supone este tema tan importante es poder encontrar esa paz que nos quitaron injustamente, haciendose aun mas duro por un familiar, por eso hay que hablar empezemos a evolucionar como merecemos y que nunca pase a nadie más, yo aprendí con ésto a ser más fuerte, cuando pensaba que no lo era, que era un bicho raro etc.. de eso nada, nunca os castigueis, ni os dañeis pensando que no podeis! somos chicas, mujeres que tuvimos que hacernos aún más fuertes y con coraje. Despues de esta experiencia me tengo sentido en ocasiones Invencible, en que mi vida encajaba totalmente con mi satisfacción personal, (siempre encaminada en temas sociales) como si nunca me pasara nada malo y es verdad, se puede conseguir, pero siempre con una mirada al futuro y nunca dejar de soñar ese sueño personal que te mantiene viva! o vivo! buscar de todo lo malo que te suceda, la parte positiva, en todas las situaciones existe, y cada día es un aprendizaje, solo hay que buscarla, nunca te rindas, y eso es importantisimo para superarlo, cuando no podias más! observa tu alrededor, tu pueblo, tu pais lo que sucede en él, las carencias que hay, las diferencias sociales, toma conciencia a mí todo ésto me ayudo muchisimo, porque si centrara toda la atención en mí sufriría continuamente y sin remedio, además y sobre todo sería terriblemente egoista y nunca podrá compararse una injusticia con otra, porque siempre y por desgracia las habra peores. Tengo reflexionado mucho sobre ésto y mi historia es; hoy en día aunque ya paso de los 30 años, en cuanto pueda dejaré la casa de mis padres, en la cual estoy por la crisis y en el que está mi agresor, mi hermano, pero como si no existiera, ya que parece ser que le estoy haciendo la vida imposible, lo noto, escapa de mí en cuanto me ve! desde que hablé actualemente con él a solas varias veces como adultos que somos, diciéndole que él tiene mucho que callar y que nunca tuvo el derecho de amargarme la vida cuando era niña y no podia defenderme realmente! porque me quedé bloqueada y él me decia que estaba borracho, una excusa muy mala, diciéndole de último que es un enfermo y la verdad siempre me dio pena, aunque nunca más podrá hacerme daño y porque tambien me gustaría solucionar este conflicto con él, porque a la vez siento compasión y eso tambien es sabiduría o por lo menos estar en el camino para encontrarla, más y más..en mi entorno recuerdo que cuando era una niña lo dije con toda inocencia a mis amigas en la playa en la época que sucediera, pero nada más, siendo una edad dificil tambien para que ellas entendieran algo. Seguro que os preguntais como puedo aguantar tanto esta situación, pero os dareis cuenta al leerlo y espero que me entendais ya que no es tan facil explicarlo por todos los factores.Tambien me pregunto y sospecho como será con sus relaciones personales y eso si que me asusta y me da que pensar…Soy la más joven de mis numerosos hermanxs, a mí me pasó a la edad de 13 años y en repetidas ocasiones y ya mis hermanos mayores ya no estaban en casa, era una época que ya mi familia estaba desestructurada, nunca hubo armonía, hasta hubo violencia por parte de mi padre, y yo fui creciendo con miedo, y solamente con el amor y total cariño de mi madre y menos mal, a pesar de todo fue mi salvación y mi condena por quedarme en casa! por todo esto creo que nunca fui capaz de gritar mamá, papá!!! de pedir ayuda, lo que hizo mi hermano era cuando todos dormian, entraba en mi habitación y yo por defensa automaticamente me giraba totalmente, pensando que se iría, pero nada, él me tocaba las cachas de mi culo, hasta llegó a besarlas, no recuerdo mucho más pero esto por desgracia me quedó gravado, todo ésto es muy duro de decir, además así por aquí! tambien situaciones en que se me quedaba mirando fijamente a la cara cuando me maquillaba, o me espiaba cuando me vestía! se me quedaba mirando mi cuerpo, se le iban los ojos descaradamente y nadie nunca se dio cuenta, sintiendome cada vez más y más sola y yo por esto lo empezaba a odiar, queria estar gorda para que no se fijara y se olvidara de mí, así pensaba. Pero ahora más que nunca acepto mi cuerpo, me quiero muchisimo, me mimo cuando lo necesito y me cuido, con todo ésto quiero decir, que planté más cara a mi padre, defendí a mi madre muchisimas veces yo sola, y al hacerlo fui superandolo, sabiendo que tartamudeaba muchismo, hasta me meaba en cama del miedo durante muchos años siendo ya mayor, Todo ésto se convirtió en querer abandonar esta realidad que no podia soportar y que mi familia nunca llegaría a comprenderme…probando drogas, en la que cojí una depresión muy fuerte a la edad de 18 años, y como llegué al limite de mi vida creo yo exploté todo ésto de alguna manera para mejor plantándole cara a mi hermano, pero con una ataque de ansiedad en el que nadie me creyó, pensando claro que estaba loca. Muchas veces me llegué a cuestionar, como intentar borrar de mi mente todo ésto y en su momento lo conseguí, como si lo soñara, pero no era así, me había sucedido eso tan horrible! por eso no hagais como yo que me quedé bloqueada, sacar esa toda esa fuerza interior y nunca dejeis de intentarlo…tambien siento que no puedo decir todo esto a mi familia y a madre ella ya sufrió demasiado y ya es mayor. Muchisimos besos y abrazos y no hay nada que no se pueda superar y sobre todo gracias!!

  4. Sorprendido de que este tipo de temas no ha habido un sólo varón que hable al respecto y cuando vemos las estadísticas de suicidios en el mundo y el países más desarrollados son los varones que tenemos el más alto indice de suicidio y lo peor aún también en su malloria están relacionados con su pasado familiar y relaciones con la pareja, esto me deja a pensar que hombres no hablamos de este tema tan fácilmente, para el varón es profundamente vergonzoso y desafortunadamente menos tolerable en la familia y en la sociedad, en mi caso hablar de mi propia experiencia aseguro que se cuestionaría la credibilidad y lo peor que si busco comprensión hay mucho menos tolerancia, la misma mujer con el escudo feminista trasgreria al hombre que ha sido víctima o que este hombre hablará del asunto de abuso sexual por parte de una tia, hermana aveces de la propia madre, o de abuso sexual por una mujer amiga familiar, la cuidadora, la vecina, la perdona de limpieza, como dicen hay mucho que hacer y de que hablar, pero no víctimicemos sólo una parte de lo que es toda esa realidad a mi me consta que mujeres se aprovechan y cometen abuso sexual por retener y conservar el poder que la víctima las da, es muy triste que no se de espacio para hablar de esto en forma equitativa sin dar prioridades solo a hombres o sólo a mujeres, espero esto ayude a motivar a hombres a enfrentar eventos traumáticos como este y las concecuencias de eso, que gusto me daría leer así como leo los comentarios de las valientes mujeres que sacan a la luz un asunto tan importante para todos, sólo pido más tolerancia y asceptacion por parte de todos para dejar opinar y expresar de igual forma hombres y mujeres.

  5. Estoy de acuerdo, el abuso infantil por parte del entorno familiar es un tema tabú. Las personas suelen preferir mirar hacia otro lado que enfrentarse con una verdad tan terrible. La familia sufre por dos, por un lado por el pequeño/a que fue abusado y todas las secuelas espantosas que eso le ocasionará; y por el otro, porque hay que aceptar que una de las personas a las cuales más amamos fue capaz de hacer algo así.
    Las violaciones y abusos dentro de la propia familia son muchísimo más comunes que las otras violaciones. La pedofilia es muchísimo más común de lo que se cree. Es más, yo no lo creía hasta que me enteré de dos casos diferentes EN MI PROPIA FAMILIA. Insisto con que este es un tema tabú debido a que esto no se habla siquiera dentro de la familia donde hubo abusos, es un tema complicado y demasiado difícil de aceptar. Hace falta mucha concientización.
    Muchas gracias por compartir tu historia, saludos desde Argentina.

  6. cortar el contacto con el abusador y poder hablarlo,
    el secreto es lo que lastima y hunde
    buscar ayuda profesional de un/a psicólogo/a
    es lo que se me ocurre al leer tu historia
    el feminismo frente a estas problemáticas ha combatido siempre la hipocresía, los abusos de poder y el secreto que sostiene la dominación patriarcal…en eso se basa, en las relaciones de poder del patriarcado y cómo luchar por desarmarlas…creo que aquí se incluyen los abusos sexuales infantiles…

  7. Yo yambién fui abusada, tengo leves momentos enq uee sos recuerdos vienen a mi mente cuándo era muy pequeña,siempre pensé que había sido alguna clase de sueño pero después descubri que no había sido así,en mi caso mi abusador fue un primo ya muy mayo de edad. Pero leer esto me hace tener la fuerza para salir adelante y seguir.

  8. Leer este artículo trajo a mi mente memorias que, gracias al apoyo incondicional de amigos y familia, ya no me persiguen más. Por una parte es reconfortante saber que se puede conversar del tema, y a la vez, qué terrible el hecho de que somos tantxs lxs que han vivido este infierno. Yo sólo tenía ocho años y me habían convencido de que era normal por parte de mi compañero estos reiterados toqueteos, que él era así, esta era su forma de jugar. Me encerraba en un armario de materiales que había dentro de la sala y recuerdo las atrocidades que me hizo hacer, en frente de otros tres más… Qué asco. Desde ese año que sufrí de pesadillas, insomnio, depresiones, autolesión e incluso múltiples alucinaciones, fui la típica niña «problema», sentí un odio tan profundo y conservé el secreto hasta que no pude seguir viviendo de esa forma; no había noche en la que lograra conciliar el sueño me atacaran horribles pesadillas y extrañas alucinaciones, bajé de una manera impresionante mi rendimiento escolar y sufrí bastantes cambios, crecí inesperadamente de tal forma que a los doce años yo conocía el alcohol, el cigarro, la marihuana, entre otras drogas. De alguna manera, nadie en mi familia se inmutó de lo que yo estaba sufriendo, mis hermanos eran por lo menos seis años más grandes que yo por lo tanto tenían cosas más importantes que prestar atención a mis llantos de «niña malcriada» y mis papás no se hicieron muy presentes hasta que me acerqué y les pedí que por favor me dieran atención médica, necesitaba ir a un psicólogo. (Gracias a él pude confesárselo a mis padres y desde ese momento han cambiado muchísimo). Luego de intensas terapias, intervenciones, y amor torrencial, hoy con apenas catorce años me siento feliz de poder decir que lo tengo superado, hace bastante poco. Por primera vez siento ganas de vivir. A pesar de que jamás podré olvidar todo lo horrible que fue, te aseguro que una vez que se enfrenta el problema, ya es un gran paso. Recuerda que siempre será para mejor; no hay mejor desahogo que liberarte de todo lo que quieres decir… Eres increíblemente valiente y no me puedo imaginar cómo convives con tu abusador, o sea, yo me lo he tapado en una ocasión (él se fue a vivir a otra región al año siguiente y yo me cambié de colegio dos alos después) y no supe nada más que correr como si no hubiera mañana. Espero que todo esto te sirva y que pronto, te sientas de la misma forma que yo, un tremendo abrazo desde Chile.

    • Ainhoa leyendo lo que escribiste veo que a mi me pasó algo similar, sólo lo e comentado con una persona por que aun sigo teniendo miedo de que suceda algo en mi familia,pero en mi caso también fue un primo, que en ocasiones me tomaba en brazos yo siendo una bebe y me besaba el cuello pero unas tías lo vieron y en ese momento se detuvo la situacion, ya yo mas grande,ya podía caminar y hablar,recuerdo que en la sala de la casa de mis abuelos el me quitó la rooa y me sentó en sus piernas y me tocó. Hasta la fecha de vez en cuando lo veo pero preferiria mil veces no verlo. También pasé por el alcohol,el cigarro,tenía muchas relaciones sexuales,me autolesione y tuve problemas en la escuela. Ya ahora con 23 años siento que e podido superar mas el trauma. Hay que salir adelante, un fuerte abrazo chica

  9. Un fuerte abrazo hermana Frida!!! me duelen tus palabras como mías… porque me identifico, en muchas formas me leo en ti… yo también sufrí abuso, denigrante, vil, que me sigue quemando una parte del alma… en mi caso tambien un primo hermano el que tuve que soportar su presencia varis años y pretender que nada pasaba… cuando lo dije a mi madre tras años de que habia sucedido… fue peor… porque la culpa de que lo que pasó fue mía.. sino..porque no lo dije?… acaso lo disfruté?? a las niñas buenas no les pasa…eso no sucede en la familia… además en mi caso no hubo penetración… entonces… NO ERA ABUSO SEXUAL… solo toqueteos de un adolescente hacia su prima que tanto quiere… sólo se pasó de la raya es todo… pero entonces..porque me sentía tan sucia?? tan humillada? tan menospreciada?? muchos años tambien deambulé mi vida sexual fue una montaña rusa en la que no podía intimidar.. sólo sexo… eran y yo misma sólo un objeto… hoy luego ya a mis 32 me he reconciliado un poco con mi pasado… sigue doliendo y no cesará lo sé.. parte de mi sigue siendo una niña asustada que necesitaba ser protegida… solo que la mujer que soy hoy está dispuesta a vivir con ese dolor y con la frente en alto.. ya no me culpo por el cinismo y aberración de otro… me liberé del mayor daño que me produjo… la autodestrucción… me intento querer día con día.. y gracias a ustedes por que ayudan a ver mi mundo con amor.. porque existen como yo… otras Fridas.. Besos desde Mexico!

  10. Carolina

    Eres una mujer verdaderamente valiente. Gracias por compartir tu historia con nosotros y darle el valor a otras mujeres de manifestar su dolor. Desde aqui te mando un fraternal abrazo, y una venía por tu valor.

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