Problemas en la escuela: acoso sexual y bullying. Qué hacer si una amiga sufre el primero y las consecuencias de haber sufrido el segundo. He aquí nuestros consejos.
Mi Autoestima.
Edad: 22 años
Estatura: 1,73
Talla: «Bastante Amplia»
La mayor parte de mi infancia se resume en bullying. Lamentablemente siempre he sufrido de sobrepeso, desde que tengo memoria esto ha significado un gran problema en mi vida, tanto personal como social. Los niños suelen ser muy crueles, aunque aprendí de cierta forma a soportar sus bromas, apodos y comentarios. Mi enseñanza básica fue muy difícil. Aunque solía destacarme por mis calificaciones esto no me hacía inmune a sus palabras que tanto dolían. Debo admitir que sólo me aislaba o intentaba hacerme la fuerte para ocultar lo vulnerable que me sentía. Recuerdo largas noches de llanto e incluso comencé a cortarme, creo que el resto me hacía sentir rabia e incluso asco de mí misma.
No fue sencillo empezar a aceptarme, pero llegó un momento en el cual me resigné a mi condición, ya que, por más dietas que hiciera siempre llegaba un punto en que mi voluntad se quebraba y todo el esfuerzo que había hecho por meses terminaba en la basura. Por suerte en la enseñanza media me tocaron compañeros que jamás se burlaron de mí y me hacían sentir muy querida. En mi adolescencia, me hice a la idea de que estaría sola, parecía no gustarle a ni un chico y tampoco soy de esas chicas que se maquillan, o visten lindo. Mas bien intento ocultar mi cuerpo.
Al llegar a la universidad comencé a conectarme más a redes sociales y conocer personas de otros lugares. Debo admitir que tuve varias relaciones amorosas con chicos de otros países, sólo por internet, y ni siquiera con cámara porque me sentía avergonzada de mí misma.
Hace menos de un año conocí a un hombre maravilloso, también por una red social, la diferencia fue que era de mi país. Él viajó a verme, pues tampoco vive cerca de donde yo vivo. Tenía muchos miedos, pero no perdía nada con intentarlo. Ahora llevamos 8 meses de relación, siempre se ha portado muy lindo conmigo y ha sido el primero en mi vida, no sólo en el ámbito sexual. Sin embargo la distancia y mi autoestima han comenzado a jugarme en contra, me he vuelto celosa, desconfiada y hasta creo que eso mismo me está provocando un poco de depresión. Él jamás ha hecho algo que me haga pensar que tiene a otra, es más, siempre me ha hecho sentir muy linda y aún así mis dudas se acrecientan. ¿Qué hacer cuando nosotros mismos somos nuestros propios enemigos?
S.
Hola S. 🙂
¡Muchas gracias por compartir con nosotras tu experiencia!
Me alegro mucho de saber que has podido empezar una relación y siento que el fantasma de los celos haya hecho presencia en ella. Normalmente somos celosas cuando no nos valoramos lo suficiente… Si yo no considero que soy de lo mejorcito que hay, es normal que piense que cualquier otra mujer que mi pareja se encuentre en su vida pueda resultarle mejor, ¿verdad? Pero eso sólo está en tu cabeza y lo malo de los celos es que al final cansan y alejan a la otra persona.
¿Qué se puede hacer? Aprende a valorarte, busca las cosas buenas que tengas tanto por fuera como por dentro y aprende a quererte como eres. Asume desde ya que todos (sí, TODOS) tenemos, como digo yo, un 12% de cosas horripilantes. Yo lo tengo, tú también y tu chico no se libra, pero hay que aprender a quererse con ese 12%, ¡porque el resto es todo bueno!
Valora lo que te dice y créelo porque si él esta contigo es por algo. Si te dice que eres la mujer más preciosa en la faz de la tierra creéle porque él lo ve así, si te dice que quiere estar contigo es que quiere estar contigo, etc.
No le juzgues y, más importante aún, no te juzgues a ti.
Si te cuesta, pide ayuda, acude a un psicólogo y déjate guiar, que todos necesitamos ayuda a veces y no hay nada de malo en ello. Si te duele, por ejemplo, una muela a horrores llamas a un odontólogo, ¿verdad? Si enfermas y no te encuentras bien acudes a un médico… ¿por qué no pedir ayuda de un psicólogo cuando no sabemos manejar ciertas cosas?
¡Un besazo enorme!
Marta García Peris
Hola, no se muy bien cómo empezar, pero estoy escribiendo esto para desahogarme. O para que alguien lo tome en serio.
Tengo 13 años, y en donde vivo nadie le toma peso a lo que voy a contar. El sexismo es algo perfectamente normal aquí y, cómo no, creen que soy una exagerada.
El otro día en clases estaba bromeando con un amiga, cuando la profesora lo notó y le pidió que durante esa clase se sentara en otro lado, junto a un compañero. Al final de las clases, me contó lo incómoda que se había sentido ahí.
«¿Te masturbas?», «¿Has visto un pene?», «¿Se te paran las tetas cuándo te excitas?» y otras preguntas que ni siquiera puedo escribir fueron las que él le hizo por 45 minutos. No contento con eso le abrió la chaqueta y le intento revisar las cosas de su teléfono.
Yo, obviamente, le dije que le tenía que decir a un inspector, que eso era acoso y que por qué no dijo nada. Me miró como si yo estuviera demente o me hubiera dado una fiebre extraña. Ella ha sido abusada antes, pero su respuesta fue: «Es normal, sólo tiene 13 años. Sólo estaba bromeando»
Han pasado 3 días y sigo con esa frase dándome vueltas en la cabeza. A mí no me han hecho nada más grave que decirme «plana» y fea, pero veo todos los días como muchos compañeros de clases insultan, manosean e incomodan con preguntas como las que ese tipo le hizo a mi amiga y nadie hace nada.
Me da asco. También me da miedo ir a clases y no saber cómo reaccionar si me pasa algo así. ¿Qué se supone que debo hacer?
Hola Frida,
Muchas gracias por escribirnos y confiar en nosotras. Lo que nos cuentas es desolador. Es increíble cómo actitudes machistas son camufladas, incluso por las propias acosadas, de «bromas» o «conductas normales». Claramente es puro sexismo y acoso lo que vivió tu compañera. Nosotras te entendemos y apoyamos al 100%.
¿Qué es lo que puedes hacer? Para comenzar, lo que ya haces. Poner luz en el asunto, identificarlo como tal: acoso machista. Puede que a tu compañera le sonara raro, pero si insistimos en enviar ese tipo de mensajes, nos escucharán. Es complicado cuando algo está tan arraigado y normalizado, pero por eso precisamente que nuestra voz debe hablar alto. Yo probaría de hacerle entender a tu amiga lo que realmente pasa, que piense hasta qué punto es «normal» esa actitud. Puedes darle la vuelta al asunto y preguntarle si ella se ve preguntando y haciendo lo mismo a un chico, para que se dé cuenta, dándole la vuelta a los papeles, de lo sexista que es y del acoso que representa.
Por otra parte, podrías avisar tú al inspector de esa actitud. Si no quieres meter a tu amiga, porque ella parece que se desentiende, podrías decirle que sabes que ese chico tiene ese tipo de actitudes, que te has enterado. A ver si el inspector habla con él.
Espero haberte servido de ayuda. Y siéntete comprendida, porque es algo que es indignante y te comprendemos a la perfección.
¡Un abrazo!
Irene
3 Comentarios
Me ha impresionado mucho lo que cuenta la segunda chica del acoso sexual en las escuelas. Me ha parecido de lo más repugnante.
Dentro de lo horrible, me ha gustado mucho la actitud de esta chica que con tan solo 13 años tiene las cosas tan claras, debería estar orgullosa de sí misma. Yo siempre viví en mi casa una situación más o menos de igualdad entre mis padres (bueno aunque mi madre quizás hacía más labores domésticas que mi padre trabajando los 2, pero dentro de lo que cabe) y mi madre siempre me educó para que fuera una mujer independiente y siempre afeó conductas machistas en mi presencia, etc. Aún así dudo mucho que yo con 13 años hubiese tenido esa seguridad y valentía de llamar a las cosas por su nombre como esta chica. No sé si ella leerá esto, pero si lo hace, desde aquí mi enhorabuena por ser así y no cambies nunca, seguro que las cosas mejoran.
Hola:
Leí el caso de acoso. Es grave que no se haga nada en las instituciones. Pero una puede fortalecer, no solo su autoestima para defenderse y estar alerta, también es necesario hacerlo a nivel físico. Yo te recomiendo que practiques algún arte marcial o escalada deportiva en roca. Eso te hará sentir fuerte, y más segura y los hombres lo notan. Así que buena suerte en tu proceso de hacerte respetar y ser más valiente cuando los confrontes.
Solo quería darle muchos ánimos a S. Entiendo muy bien tu situación, es muy difícil superar ciertas heridas, la ansiedad y los celos son algo muy común a en esta situación, pero Marta tiene razón: Tenemos que aprender a querernos, cada día un poquito, hay que aprender a ver las cosas buenas que tenemos dentro, y a darnos cuenta de que todo lo malo que nos han dicho, la inmensa mayoría de veces, era solo para hacernos daño. Ninguna crítica destructiva merece nuestra comprensión, y aunque esto es más fácil decirlo que hacerlo, lo sé bien, te deseo todo mi ánimo y te mando mis mejores energías.
Un abrazo fuerte =)