Si bien las mujeres hemos ganado muchas batallas a lo largo de la historia, la del cabello libre, colorido y suelto es una de las últimas conquistas.
Hace mucho tiempo que me interesa la historia de la moda y el contexto social o histórico en el que surge. Siempre entendí que cada época representaba un estilo o ideal de mujer particular, diferente al resto. Sin embargo, no fue hasta hace poco que me dí cuenta de un detalle que no cambió desde la época antigua hasta hoy: el control que la mujer ha sufrido sobre su propio cabello. Cinco mil años de historia y hace sólo cuarenta años que las mujeres podemos elegir llevar el cabello suelto y largo. ¿Por qué fue esto así?
A través de la historia y del dominio que el hombre y que la sociedad han tenido sobre la mujer, su cuerpo y su mente son ineludibles. Lo vemos en pinturas, lo notamos en esculturas, lo leemos en novelas, lo observamos en publicidades. Una de las maneras más duraderas a través de las cuales la mujer ha perdido su libertad natural de vestirse, verse y llevar lo que quiera, fue el cabello. Resulta increíble e impresionante ver qué nivel de control se ha ejercido sobre esta parte del cuerpo femenino pretendiendo así cambiar la identidad y la particularidad histórica del género.
Durante la antigüedad, las mujeres que vivieron en las civilizaciones consideradas cuna de Occidente, Grecia y Roma, debían acostumbrarse a llevar el pelo recogido. No había opción, no era una cuestión de moda. Sobre el cabello de la mujer se aplicaban valores morales y éticos, normalmente relacionados con lo religioso. Estos valores establecían que una mujer para ser elegante, respetable y correcta nunca podía soltarse el cabello en público. ¿A qué se debía esta imposición? Muy simple, eran las mujeres que se dedicaban a la prostitución las que recurrían al cabello largo y ondeante para seducir y provocar en los hombres las más impuras e irrefrenables pasiones. Claro, el deseo masculino también resultaba ser culpa de la mujer.
Una sociedad antigua que tal vez se diferenció de esta imposición fue Creta. Nacida en una isla perdida en el medio del mar Mediterráneo, la civilización cretense desarrolló desde siempre caracteres únicos. Uno de ellos fue el lugar que la mujer tuvo en la sociedad (siendo entendida como la que poseía el poder de la vida o la muerte) y desde allí, la libertad con la que las mujeres llevaban su cuerpo, con los senos al aire y con el cabello largo, enrulado y suelto. Estas mujeres, libres, emocionales, naturales, diosas de la vida, eran para la civilización occidental representantes puras del desenfreno, la desmesura, la locura y la irracionalidad. Esta situación se reprodujo, también, en la Edad Media, una de las épocas más moralmente controladoras y autoritarias sobre la mujer. Muchas veces, las mujeres medievales de cabello suelto eran entendidas como brujas y quemadas en hogueras.
Cuando los conquistadores europeos llegaron a América, se sintieron deslumbrados por la belleza natural de las mujeres indígenas que vestían nada más que su propia piel y llevaban su cabello cobrizo y sedoso hasta las rodillas. Esa belleza que no conocían se oponía a la de mujeres que cruzando el océano se ataviaban de corsets, telas pesadas, joyas y apliques capilares artificiales. La mujer de América era libre, estaba en contacto con sus sentimientos más puros y representaba esa libertad en su propio cabello.
Pero el control cultural, social, ideológico, histórico que la mujer sufrió sobre su pelo no terminó allí. En un viaje que adelanta casi quinientos años, descubrimos que las mujeres occidentales recién hace unos pocos cuarenta años han ganado la libertad de llevar su cabello suelto y libre como lo desearan. Esto no fue posible hasta la década de 1960, época de profundas liberaciones, revoluciones y luchas. Los movimientos hippies y de jóvenes rebeldes que no respetaban los ideales o los valores de la generación a la cual pertenecían sus padres fueron los responsables de llevar esto a cabo. Antes fue imposible. No era necesario nada más que soltarse el pelo y sentirse naturalmente en conexión con el resto del universo.
Por suerte para todas nosotras, la imposibilidad de volver el tiempo histórico atrás nos dice que las pequeñas y grandes batallas ganadas en el la liberación femenina, son las que nos hacen hoy capaces de defender nuestros derechos, capaces de sentirnos libres, de expresar nuestros sentimientos sin culpa y de enamorarnos de esas brisas que nos empujan más adelante y que se cuelan entre nuestros cabellos sin ataduras.
16 Comentarios
Sólo digo,
ahora no caigamos en el prejuicio de una mujer con pelo largo = a mujer oprimida y sometida.
Admito que nunca se me habría ocurrido atribuir sumisión o sometimiento machista al asunto del pelo femenino. Si lo pienso, y lo doy por cierto, entonces yo iría más lejos: el vello también lo es, no sólo el cabello… Nos controlan y nos hacen pasar por el aro en todo lo que se refiere al pelo corporal, siendo, por lo tanto, la depilación otro instrumento de control, en base a lo que el artículo afirma…
Me atrevo a apuntar un dato objetivo: el tema de obligar a la mujer a recogerlo y a cepillarlo durante largas épocas de la historia se explica sencillamente por la falta de higiene, los contagios de liendres y piojos, la dificultad de disponer de agua y jabón.
La autora del artículo parece ignorar que, por ejemplo, la Edad Media fue catastrófica en cuanto a pandemias… Muchas de las modas e imposiciones sociales o religiosas esconden, desde siempre, razones de urbanismo y salud pública que, una vez la sociedad se desarrolla o supera la crisis, se relajan y desaparecen.
Actualmente la presión viene de las grandes empresas cosméticas: se critica, por dejada, abandonada, sucia…, a la mujer que no se tiñe las canas, porque ella no participa del negocio de repasarse las raíces cada quince días. Se fomenta la melena larga porque requiere mil productos: champú, acondicionador, mascarilla, sérum para las puntas, protector del calor, espuma o fijador del peinado, etc. Melena larga=potencial compradora de muchos productos «imprescindibles». Ya no es macho-hembra, es captación de clientes.
Pues me parece muy interesante y concuerdo en que es una total liberación, aunque, no se que opinen, pero creo que también es una imposición actual el pelo largo, tanto en los medios que nos bombardean con clichés de belleza, ¿no nos hacen esclavas de una nueva imagen de femineidad de cabellera larga y abundante?, respeto mucho las razones de cada quien para con su cabello, yo nunca he podido tenerlo tan largo por que me encanta tenerlo corto, pero lo que aquí me suena mucho es que, ¿Acaso no dejamos de ser posesiones reprimidas o «esclavas» de los varones a otro tipo de yugo sin darnos cuenta?
Me encantó el articulo, ya basta de prejuicios con el tema del cuerpo de las personas,cada uno tiene el derecho de llevarlo como quiera.. amo mi pelo libre y con dreadlocks( rastas) y aunque me pierda muchos trabajos no pierdo mi libertad ♥
Me encanta este artículo en su totalidad.
Gracias Cecilia!
Hola! Me encanta éste articulo y coincido. Yo generalmente nunca me peino, soy tan suelta que me gusta lucirlo tal cual es en cuanto a su volumen. Generalmente lo tiño de colores. Largo o corto lo luzco también. Así, siendo como soy o aunque me esmere para lucirlo perfecto según las tradiciones, pienso que igual se van a generar prejuicios de mi imagen según mi cabello, lo luzca ordenado o libremente sacudido.
En la actualidad lucho con las personas más cercanas a mi vida que no entienden que no se trata de seguir modas, ni de cumplir con los designios de la sociedad, sino de sentirse cómoda.
Si nos sentimos a gusto y podemos demostrarlo con las pequeñas cosas, como mostrar el cabello como nos gusta, estaremos en la sintonía de una vida con movimientos pasibles y tranquilos que busquen paz por dentro y por fuera. Aunque el entorno sea turbulento, estar confiadas y seguras nos hará sentir buenas energías.
Gracias Cecilia por tu artículo.
Pues a mi me gustaría tenerlo largo pero llevarlo en un moño , pero lo considerarían cutre , así que lo llevo a media melena.No nos engañemos , estamos «obligadas» entre comillas porque no nos apuntan con una pistola , a llevarlo largo porque la mujer tiene la misión de agradar al hombre y si antes tenían que parecer santas por el padre o el marido ahora tenemos que ser sexys las 24 h del día para agradar la mirada masculina.
Aparte de lo leído en este artículo, creo que también encajan en el tema de la liberación del cabello la posibilidad de llevarlo natural.
Yo llevo mis rizos largos y castaños al viento siempre que quiero. Cuando no, una trenza para aliviar el calor y que se vayan moldeando mis rizos con otra forma, pero siempre rizos.
En el tiempo que tengo usando mi cabello de esta manera (que no es mucho en comparación con el tiempo que pase ocultándolo con cualquier peinado porque me marearon con ideas de que mi cabello era «pelo malo») he escuchado cualquier cantidad y variedad de comentarios con respecto a mi cabello. Van desde el «mija, peinate», hasta el más emocionado «¡Me encanta tu pelo!» tanto de hombres como de mujeres. Los comentarios ya no son de tanta atención para mí, encontré en mis rizos parte de lo que soy y los he aprendido a querer.
Pero no puedo hacer de vista gorda a lo otro que también he presenciado este tiempo: «¿Por qué no te planchais el pelo?»
No tengo nada en contra del pelo liso, no me plancho porque no me gusta como se ve en mí.
«Te la pasáis despeinada». Dame tu definición de lo que es estar peinado.
Y lo más insólito: «¿Por qué no te hacéis los rizos?». Creo que ya los tengo. Creo.
He visto que la diferencia entre un cabello «bonito» y uno «feo» es si es ‘arreglado’ (con plancha o tratamiento de lo que sea) o si es natural. Simplemente un cabello bonito es un cabello que ha sido modificado de alguna manera, y un cabello feo es un cabello natural. Así como así.
Y es bastante chocante esta realidad porque veo como corren algunas mujeres a «arreglarse» el cabello siendo mujeres de cabellos hermosos. Fue algo confuso cuando vi a una de mis tías de cabello liso natural pagar una cantidad considerable por un planchado de cabello. O cuando mi mamá me quiso llevar a hacerme los rizos para una fiesta. Después de mucho insistir y sermonear, lo logró.
Creo que la libertad de cabello, aparte de poder llevarlo amarrado, suelto, corto o largo… Debería incluir también el poder llevarlo natural, planchado, pintado, decolorado, o no llevar cabello. Lo que nos haga felices, lo que nos identifique, lo que muestre parte de nuestra personalidad sin tener que caer en algún estereotipo o descalificación como persona.
Los cambios en el cabello deberían ser cuestiones personales. Las mujeres no terminan de saber muy bien qué es lo que se hace en sus cabellos cuando ya se están sometiendo a tratamientos, procesos, y demás. Es fácil querer cambiarse a uno mismo cuando ya hay un canon establecido de lo que es o no es un buen cabello. Es difícil, con tantas imposiciones sociales encima, quererse a una misma como es y saber convivir pacíficamente con su cabello.
Pero es tan satisfactorio y liberador.
Yo en particular, adoro caminar con mucha brisa y el cabello para allá y para acá, tomando un estilo «al viento».
Y adoro la espontaneidad de mis rizos. A veces siento que tienen más actitud que yo jaja.
Me encanta PK.
Me encanto el articulo y no sé si tenga algo que ver pero mi abuelo no dejaba que mi mamá se cortara el cabello, ella cuenta que hasta que cumplió 18 años pudo cortárselo cortito cortito y fue muy feliz! jaja y eso fue hace como 30 años!
y al contrario de eso, cuando mi mamá a mi hermana y a mi siempre nos cortaba el cabello y yo lo odiaba ¬¬ jaja lo bueno es que no tuve que esperar hasta los 18!
Y creo que la esencia de tu articulo es eso; llevar el cabello como se te antoje!!
de hongo, rapado, con rastas, tranzado, alisado, con cuernitos, con gel, con spray fijador, suelto, etc.
Disfruto de mi cabello largo y enredoso a pesar de que tengo una prima que sólo dice: «cabello a la cintura, chacha (sirvienta) segura» pero pues prefiero ignorar y estar bien conmigo misma.
Llegué a este artículo por esos azares de la vida, y vaya que me encantó, me llama la atención como feminista el hecho de que nunca había pensando todo el trasfondo psicosocial que esto implica,y es que no se trata para nada este asunto del cabello de una banalidad, hay detrás de esto todo un discurso de poder en una sociedad patriarcal que no nos dejaba comportamos en muchos aspectos o (todos) de nuestra vida dentro de esos incluido el cabello, como nosotras queríamos, por lo tanto repito no es en absoluto banalidad.
Definitivamente que genialidad, esto merece ser compartido!
Bueno, no sé yo hasta qué punto tenemos libertad cuando prácticamente todas las mujeres llevan el pelo muy largo y, además, a las niñas, cosa que me horroriza, también se les deja muy largo. Para jugar, hacer deporte, estar activa, un pelo muy largo no va bien. Además que la pregunta es: por qué? Por qué la niña debe ir con el pelo tan largo? Por qué tiene que sufrir cada dia de su vida que la debas peinar, que le duela, que le tengas que hacer coleta… esto, los niños no lo sufren Y en pos de qué? De feminidad? De belleza? No he estudiado el tema a fondo y, sin embargo, me parece que la liberación no se produce pudiendo llevar el pelo largo, más que nada porqué casi se te niega la condición de mujer y niña si no llevas este pelo largo (he trabajado con crios. Mi compañero llevaba el pelo largo y le decían que por qué lo llevaba largo, que eso era de niña). El pelo largo ha sido un fetiche para los varrones de todas las épocas y una obligación no reconocida aún hoy en dia. Por qué tienen que, las mujeres, llevar el pelo largo con el coste de tiempo y dinero que esto supone? Por qué el ideal de mujer lleva siempre el pelo largo? Dices que llevarlo suelto es una liberación y no ha ocurrido nunca. La historia del arte niega esa afirmación. Dices que la época medieval fue la más represiva para las mujeres y esto es una mentira mayor: esto sí que es estrictamente mentira. Ya les gustaría a las griegas o a las mujeres del renacimiento y del s.XIX tener la mitad de libertad que tenian las mujeres medievales (sobre el cuerpo, la moral o las creencias). En el artículo me faltan referencias y muchísimos datos como para que pueda creer que llevar el pelo largo y suelto sea más liberador de la condición femenina que llevarlo corto. De hecho, una mujer es más rebelde llevando el pelo corto que largo. Está mucho menos aceptado. Y, pasando a la parte práctica y de empoderamiento, no tener que pasarte las horas que te tienes que pasar cuidando el pelo largo o el dinero que debes gastarte o la practicidad y comodidad que te quita el mismo sería un gran avance. La feminidad ha ido y va intrínsicamente ligado al pelo largo, cuando si algo no nos distingue de los varones, es el pelo. Nada de acuerdo.
Hola Madame Calvitie, soy la autora del artículo y quiero responder tus críticas porque me parece oportuno que puedas hacerlas y también poder hacer mi descargo. Te comento que soy profesora de historia de la indumentaria hace ya casi diez años, por lo cual el conocimiento que volqué en este artículo no cuenta con referencias específicas porque está armado en base al trabajo que fui desarrollando con el tiempo, pero principalmente a inquietudes personales, a intereses y al hecho de darme cuenta que a lo largo de la historia la mujer siempre se vio obligada a llevar su cabello recogido o corto. De todas maneras, si te interesa y lo necesitas, te puedo pasar bibliografía o referencias que expliquen esta postura, incluso te lo puedo documentar con imágenes, obras artísticas de todo tipo.
Respecto a tu otra crítica que respeto y tomo en cuenta, me gustaría aclarar que cuando yo hablo del pelo largo y suelto no me refiero al mismo como la única posibilidad de liberación femenina. A mí me resulta particularmente significativo y para nada doloroso, cruel o impuesto como te expresas en tu comentario. No me queda muy claro de qué manera poder llevar el pelo como tú quieras (largo o corto) no tiene que ver con la libertad de la mujer, cuando históricamente siempre eso se controló y limitó por la moral o por las modas. No considero que por el hecho de tener que peinarse día tras día una mujer pierda su libertad o se vea obligada a sufrir, muy por el contrario, nadie fuerza a la mujer a que se tenga que peinar y justamente la libre elección está ahí, en poder llevar el pelo como una quiera, peinado o no, con coleta o sin coleta, con rastas o con queratina, lo que sea. Que lleves el pelo corto me parece perfecto porque es tu elección y también respeto mucho a aquellas mujeres que elijan llevarlo largo y suelto. Por otro lado, lo del pelo largo como fetiche para los varones, y claro… pero al mismo tiempo que significó un fetiche (cosa que tampoco debería limitar nuestros gustos o deseos de llevarlo largo) también las sociedades se encargaron con gran hipocresía de que las mujeres «bien» lo debieran llevar corto o recogido cosa de no despertar ningún deseo en los hombres.
Me parece que lo más importante es pensar en la libertad de que la mujer pueda llevar el pelo como quiera y sienta, no como se lo dejan hacer los hombres, la Iglesia o los valores de belleza y estéticos de la época.
Saludos!
Yo lo veo bastante claro; antes del movimiento hippy, ver a una mujer con una melena al viento era algo bastante excepcional. Nuestras abuelas llevaban el pelo corto o moño tradicional, y antes de eso, también se llevaba recogido. Por eso mismo las hippies llevaban el pelo largo y suelto; para protestar contra la falta de libertades, para simbolizar la naturalidad, para escaparse de lazos, nudos, permanentes, cintas, peines, sombreros, pañuelos… Todo lo que nos venían imponiendo desde hacía siglos.
¿Que en los últimos 20 años se le ha dado la vuelta a la tortilla y ahora no hay manera de ser considerada «femenina» si no lo tienes largo? Puede ser. Pero eso no quita que el pelo largo y suelto, en la década de los 70, constituyese una auténtica revolución que rompía con siglos de historia.
Yo he estudiado bastante historia, pero no soy una experta ni mucho menos. ¿Las mujeres en la Edad Media eran más libres que las griegas o las del s.XIX? :O ¿En los siglos de mayor oscuridad -en lo que a ciencia y cultura se refiere- y represión religiosa y moral? Pues vaya, me sorprende.
En fin, ya lo aclarará la profesional, que para eso está, ¿eh, Cecilia? 😉
Un artículo muy interesante, felicidades 🙂
Me ha encantado. Tengo 18 años y hace poco más de un mes me corté el cabello por la presión de mi madre y mi abuela. Decían que mi cabello largo y oscuro me hacía ver desarreglada y sucia. Dije «Bien, que lo corten un poquito para que dejen de joder» pero cuando vi el resultado casi me tiro a llorar ¡Esa no era yo! Lo estoy dejando crecer, más largo que antes, porque amo teñirlo de negro, agitarlo cuando escucho metal y que los chicos lo miren. Puede parecer una trivialidad pero elegir como tener el cabello es empoderamiento puro y duro.
Adoro esta revista, cada publicación representa un paso más en la escala de la liberación femenina, en Argentina hace solo 67 años que las mujeres accedimos al voto, fue después del año 2000 que América tiene mandatarias Mujeres, los avances han sido enormes, muchas han dado su vida y su obra para beneficio de todas, y de las generaciones que vendrán..Gracias a quienes construyen esta posibilidad de cambio.
Soy Alicia, soy cantante, trabajo en educación secundaria y madre de dos hijos. me encanta leer y escribir, tanto como bailar. Mi lema es ; sé feliz o al menos intentalo.
Y ahora también podemos llevar el pelo bien cortito y que no todos nos encasillen como ‘lesbianas’ (qué prejuicios, mis amigas lesbianas tienen el pelo largo y suave)
o directamente raparnos, teñirlo de colores…
lo que querramos. Para algunos será una banalidad
para otras es libre expresión. Decidamos hacerlo o no…. podemos. 😀
Aguante PK ! Nunca comento nada pero en este caso sí 😀 rapada orgullosa 😀