El euskera, mi memoria

La identidad depende del contexto, la familia, el entorno y los principios e intereses de cada quien. Ilazki nos cuenta la importancia que tiene el euskera en su identidad.


Ilustración: Javitxuela


Me siento mujer, joven, feminista, luchadora, aventurera y euskaldun -según la RAE: que habla vasco-. Entre otras muchas características que perfilan mi forma de ser, siento que éstas son las más importantes a la hora de definirme a grandes rasgos. Al ser mujer veo y siento la realidad de una manera determinada. Ser consciente de la sociedad machista en la que vivimos, que no nos deja ser libres, tener las mismas oportunidades y luchar por nuestros sueños, me impulsó al feminismo para poder luchar por una sociedad diferente, que vea la realidad a través de las gafas moradas. Por otro lado, el haber nacido en el País Vasco, es decir, el ser occidental y europea, me define y me da unas características concretas como mujer. Y, el euskera, mi lengua materna, es mi manera de entender el mundo. No es una mera herramienta para comunicarme con mi familia, amigos y amigas, etc.; también es parte de mi historia, de lo que soy, de cómo siento.

Tengo que admitir que me está costando mucho escribir este artículo, ya que es un tema complicado, que puede malinterpretarse y en el que hay muchos prejuicios provocados por los medios de comunicación y por algunos líderes políticos que han tergiversado y politizado un idioma, una herramienta de comunicación, un signo de identidad. Y son tantas cosas las que me gustaría expresar, que me pierdo al querer enlazarlas y explicarlas.

Pero para mí es imprescindible hablar del euskera cuando hablo de mi identidad, de lo que soy. Vivir en un lugar en el que el idioma que hablas es una lengua minorizada, te ayuda a ser más empático a la hora de analizar otras injusticias que se llevan a cabo en pro de la historia única, a favor de la globalización que ansía igualar a todos y todas. En este vídeo de Chimamanda Adichie: el peligro de la historia única, explica los peligros de la historia única a la hora de entender una realidad ajena, diferente.

Cada vez que voy a comprar el pan, ropa, al gimnasio, o en cualquier conversación inicial con una persona en un taller o charla, siempre empiezo a hablar en euskera -o casi siempre-, pero, muchas de esas veces me dicen que no saben hablar en vasco y seguimos con la conversación en castellano. Ya que, aunque el euskera es cooficial junto al castellano en el País Vasco, sigue siendo menor la cantidad de personas que hablan en vasco diariamente. Muchas personas me dicen que para qué me complico, que es más fácil hablar directamente en castellano y ya está; otras me dicen que mejor le de importancia al inglés, que me abrirá muchas puertas, y que no pierda el tiempo con un idioma que hablamos alrededor de tres millones de personas y que fuera de aquí no me sirve «para nada».

Y yo me quedo muda ante estas opiniones. ¿Complicarme la vida por intentar que en mi día a día el euskera sea el idioma que utilice para comunicarme? ¿Darle valor al euskera supone no aprender otros idiomas y no sentir curiosidad por ellos? Obviamente, la respuesta es no. Para mí no es complicarme la vida, sino querer llevarla a mi manera. Y no, no quiere decir que por valorar el euskera no aprenda otros idiomas y no los valore. Creo que al aprender una lengua, con el tiempo, eres capaz de entender cómo piensan sus hablantes, cómo ven el mundo desde sus gafas inglesas, francesas, tzotziles o mayas. Todos los idiomas son importantes. Pero es más importante aún cuando ese idioma está en peligro, cuando son pocas personas las que lo hablan, ya que, en buena medida, la desaparición de lenguas se da dentro del movimiento hacia la uniformización cultural que ha traído consigo la globalización.  Según el Worldwatch Institute, entre el 50 y el 90% de las lenguas del mundo podrían extinguirse para fines de este siglo. ¿No es increíble?

Además, el euskera ha sido, y sigue siendo, una lengua perseguida, juzgada, prohibida y politizada. En vez de ser valorada por su antigüedad milenaria, por ser parte de la identidad de una sociedad, por enriquecer el mapa lingüístico, se ha prohibido durante el franquismo, se ha politizado hasta hoy en día para ir en contra o a favor de cierta parte de la sociedad y se ha intentado eliminar dificultando cada paso del plan de normalización del euskera que se ha llevado a cabo en las administraciones, escuelas, etc.

Una de las épocas más difíciles de la historia reciente fue el franquismo. Durante décadas estuvo prohibido hablar en euskera, entre muchas otras prohibiciones. Eso supuso una interrupción en la transmisión del idioma, porque muchos padres y madres decidieron no enseñarles a sus hijos e hijas su propio idioma, por miedo a las represalias y porque no querían que sufrieran lo que estaban sufriendo ellos y ellas. Pero, gracias a la fuerza de voluntad y a la lucha diaria de muchas personas, de aquellas que no dejaron de hablar su idioma, que se enfrentaron al poder totalitario, que le dieron importancia a su identidad, hoy en día podemos estudiar en euskera hasta la carrera, podemos escuchar todo tipo de estilos musicales en euskera, podemos ver la televisión y escuchar la radio o leer el periódico en euskera. Y, podemos compartir nuestras alegrías y penas en euskera. Sin restricciones ni prohibiciones. Por eso también es parte de mi identidad, porque es parte de mi pasado, es la lucha de mis abuelos y abuelas, de mi madre y mi padre. Y de todas las personas que lucharon y siguen luchando para que este idioma milenario, que contiene en sí mismo mil vivencias e historias, siga vivo (en el documental «Ziztadak-Tábanos» se habla de la desobediencia civil pacífica en el País Vasco, también sobre la que se llevó a cabo a la hora de defender el euskera).

Os dejo un par de canciones cantadas por dos voces femeninas:

Gose, Lokartu arte

 

Zea Mays, Negua joan da ta

 

El euskera es mi memoria.

Es mi forma de ver el mundo, de contar mi historia.

«Hizkuntza bat ez da galtzen ez dakitenek ikasten ez dutelako, dakitenek erabiltzen ez dutelako baizik»

«Un idioma no se pierde porque los que no lo sepan no lo aprendan, sino porque los que sí saben no lo utilizan»

Joxean Artze

3 Comentarios

  1. Desde Chile, donde solo con la llegada del milenio, se está haciendo un esfuerzo verdadero por reflotar el mapudungú, inmerso en miles de chilenismos camuflados, que hace riempo están en la RAE, te mando un abrazo gigante.

    No puedo sino estar de acuerdo con cada palabra que dices.

  2. Hola!! Me gustaría que me recomendaran un maestro de euskera en Guadalajara!! Te he enviado inbox!! Gracias y saludos

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