Demasiada pasión por lo suyo

Un concepto tan abstracto como la pasión se torna tangible a través de estas seis películas en diversos y diferentes universos personales. Cada tontx con su tema.

 1. Hay que saber cuando parar…

Primer, 2004, Estados Unidos.

Shane Carruth.

Un garaje y dos amigos apasionados por la tecnología. No sabrán cómo parar cuando se den cuenta de que posiblemente tengan entre manos uno de los mayores descubrimientos de la historia de la humanidad. Dos niños con un juguete nuevo.

Una vez más comprobamos que la ciencia ficción y el cine de escaso presupuesto no se llevan del todo mal. Me encanta este tipo de películas, en las que sientes que el director se ha olvidado de ti y ruegas, por favor, que alguien te explique alguna pista para no sentirte completamente idiota. Al más puro estilo David Lynch, Shane Carruth, siendo protagonista, guionista y director, sabe estar a la altura y cerrar en un círculo perfecto la trama que tan inconexa e incoherente parece a veces. Si te gustó Memento, de Christopher Nolan, no le harás ascos a esta. Nunca ha sido tan entretenido que cuestionen tu inteligencia durante hora y media.

2. El  viaje se torna peligroso cuando el motor son las pasiones prohibidas.

Nymphomaniac, 2013, Dinamarca.

Lars Von Trier.

– Imagina cómo sería si, de repente, perdieras el deseo de leer y todo tu amor y pasión por los libros y las cartas.
– Ni siquiera sé si puedo imaginarlo.

En la última y, como siempre, controvertida película de Lars von Trier, Charlotte Gainsbourg interpreta el papel de Joe, una ninfómana que al comienzo de la película está tirada en la calle, inconsciente tras haber sido golpeada. Seligman, un solterón de avanzada edad, la recoge y la rescata de morir de frío en la calle. Ya en la casa de Seligman, Joe relata su historia dentro del sexo y la manera en que ha llevado su adicción.

En primer lugar, hemos de señalar que esta historia se divide en dos partes, una en la que Joe está interpretada por Stacy Martin y una segunda en la que el verdadero protagonismo se lo lleva Charlotte Gainsbourg, con una interpretación más que memorable de Joe. De ambas partes, sin duda me quedaría con la segunda, por ser la que muestra toda la carga dramática del relato y, sobre todo, el mensaje de la película: si las mujeres disfrutan libremente del sexo como lo hacen los hombres, estos las acusan de tener una baja moral (por no decir un término más peyorativo que todxs conocemos). Una historia sobre el sexo que deja en evidencia todos los tabúes sociales que existen sobre él, con numerosas referencias a las matemáticas, la filosofía y ritmos de algunas canciones de Rammstein. 

3. ¿Tiene sentido vivir sin ella?

Le Pianiste, 2001, Francia.

Michael Haneke.

Busca alguien que no lo contradiga. Por eso busca a alguien que no lo entienda.

Adaptación de la novela homónima de Elfriede Jelinek. Profesora de piano y alumno. Un film complejo disfrazado de historia de seducción. Una de las más crudas y criticadas del director austriaco.

Haneke tiene la capacidad de meter la mano en mi estómago y retorcerlo, ni Funny Games ni Amor consiguieron lo que esta película.  Nos enseña el mundo oculto de Erika, una profesora de mediana edad aparentemente elegante y formal. Un mundo desgarrador que asusta, contado sin tapujos y con imágenes muy duras. No creo que sea un film que le vaya a gustar a todo el mundo, quizá solo a lxs que vean más allá del personaje, lo entiendan y lo desconstruyan del mismo modo en que Haneke lo conformó. Escucharemos durante la película Winterriese (Viaje de invierno) de Schubert, encajando a la perfección. Hay personas que viven siempre en invierno, hastiados por el frío que parece impedir que sientan. Esta es la historia de una de ellas.

4. Y si nos coartan es incluso peor.

Offside, 2005, Irán.

Jafar Panahi.

«Offside» nos cuenta la historia de un grupo de mujeres que son aficionadas a ver los partidos de fútbol, cuya asistencia en Irán les está prohibida. Una de ellas intenta colarse en un partido vestida de hombre y es detenida por la policía militar. Junto a otras tantas que lo han intentado, al final todas deberán conformarse con saber el resultado del partido por medio de los comentarios de los soldados que las tienen apresadas en las puertas traseras y después ser entregadas a las unidades antivicio.

La pasión por el deporte es algo universal. Todxs conocemos a esa persona a la que le encanta ir al gimnasio, practicar artes marciales, ir a algún bar a ver los partidos de su equipo favorito o comprarse entradas para animar a sus jugadorxs más queridxs. En Irán está mal visto que las mujeres sean aficionadas a los deportes, todo ello debido a esa mentalidad anquilosada que intenta reducir a las mujeres a dueñas y señoras de su hogar, así como a las encargadas de tener y cuidar a los hijos. Panahi se atreve a denunciar valientemente la represión femenina en Irán a través de esta pasión por el fútbol, con un retrato liviano pero vivo y presente en la memoria de todas las mujeres iraníes. Una película que nos hace volver a una realidad en la que todavía hay países en los que ciertas pasiones se limitan de manera absurda. Recomiendo altamente esta película sólo por el simple hecho de esta crítica desnuda, por ser un relato muy entretenido que lucha por los derechos de las mujeres iraníes.

5. Como objeto de estudio.

«Masters of sex», 2013, Estados Unidos.

Jennifer Getzinger, Michael Dinner, Michael Apted.

Basada en la novela de Thomas Maier, esta serie de televisión nos habla de los estudios que tratan de poner en marcha el ginecólogo William y su ayudante Virginia Johnson, quienes en los años 60 cambiaron radicalmente la manera de ver las relaciones de parejas y sexuales.

Aunque la premisa de esta serie es bastante interesante, el desarrollo va siendo un tanto pesado a lo largo de su primera temporada y la segunda, pero merece la pena aguantar por ver cómo ciertas mentalidades, como la de Virginia Johnson, más liberal, son perseguidas y sojuzgadas por la sociedad. Cómo una sociedad tan supuestamente avanzada en su momento como la estadounidense, capital del cine y ganadora de tantas guerras en la primera mitad del siglo XX, es tan conservadora y teme los estudios que permitan avanzar. Algo que se va viendo, por ejemplo, en los impedimentos que le ponen al doctor Masters sus superiores a la hora de financiar sus estudios sobre sexualidad, que tendrá que llevar a cabo incluso en la clandestinidad de los prostíbulos.

Blue Valentine, 2010, Estados Unidos.

Derek Cianfrance.

Estoy tan desenamorada de ti. No me queda nada para ti, nada, nada.

Chico y chica llevan juntos siete años. La chica parece haber perdido el interés en el chico. El chico, con ánimo de recuperar la pasión del principio, le propone pasar una noche en un hotel. Ambos reconstruyen su bonita historia a través de Flashbacks.

Como decía Orson Welles “Un final feliz depende de dónde decidas parar la historia”. Pues he aquí una nueva perspectiva, un film que no se detiene donde siempre. Lo que hace especial a este drama romántico es que no alimenta la frustración que radica del comieron perdices, relata la ruptura y el enamoramiento a través de un guion con los pies en la tierra, y que quizá te recuerde alguno de tus “finales felices”. Película más  adecuada para domingos sensibles que para lunes después del trabajo.