Lucas y Ludmila lograron encontrar el equilibro entre vivir viajando y trabajando. Dejaron la oficina para hacer del mundo su lugar de trabajo. De oficinistas pasaron a ser Nómadas Digitales.
Tiempo atrás, en nuestras oficinas de trabajo, la sola idea de vivir en un mismo lugar nos empezó a generar una sensación interior incómoda. Queríamos salir a conocer el mundo. Cortar con lo que veníamos. Renunciamos a nuestros trabajos estables, vendimos lo poco que teníamos y con más astucia que otra cosa empezamos un modo de vida del que luego supimos el nombre: nómada digital.
Nómada digital es aquella persona que puede trabajar desde el lugar que esté, flexibilizando sus tiempos y sobre todo disfrutando del constante movimiento. Lo único necesario es una computadora e internet.
Cada vez que contamos que hace más de dos años que vivimos viajando por el mundo nos suelen tildar de locos, de hippies o de multimillonarios. Y lo cierto es que ninguna de esas opciones es correcta, al menos no la última.
Para comenzar nuestro recorrido necesitábamos algo de dinero, lo mínimo para poder costear los pasajes de avión rumbo a India (nuestro primer destino). Vendimos nuestra heladera, lavarropas, algo de ropa y con eso nos fuimos. Pero entendimos que la clave no estaba en generar ingresos extraordinarios, sino en reducir los gastos. De esa forma llegamos a vivir con un presupuesto extremadamente bajo.
El objetivo fue, entonces, encontrar algún trabajo que nos permitiese generar ese mínimo ingreso mientras trabajamos desde cualquier parte del mundo sin estar bajo una relación de dependencia fija y agotadora. Necesitábamos encontrar el modo de autosustentarnos. Nuestra pasión trotamundos encontró su cauce en el mundo virtual. La tecnología es una gran aliada para los trabajos freelance. De pronto el planeta entero podía ser nuestra oficina. Nosotros pasamos a ser nuestros propios jefes y los ingresos comenzaron a aparecer.
Descubrimos que lo nuestro no era un milagro ni una causalidad. Cada vez más personas se animan a dejar las paredes de la oficina para comenzar a trabajar en pos de sus sueños y pasiones.
Si pensamos la definición histórica de trabajo, lo nuestro no es un trabajo. Trabajo es “la ejecución de tareas que implican un esfuerzo físico o mental y que tienen como objetivo la producción de bienes y servicios para atender las necesidades humanas.” Hablar de trabajo supone ser el opuesto a cualquier actividad placentera. Y para nosotros escribir no es un empleo molesto. ¿Quizá trabajo y empleo no sean sinónimos? ¿Por qué “trabajo” es la categoría opuesta a lo que, en general, nos apasiona? ¿Tan osado es dedicarnos a lo que nos gusta? ¿Por qué no es válido teniendo un título universitario dedicarnos al trabajo artesanal? Vivimos bajo la lógica de que más es más. Más trabajo son más posesiones, más posesiones es mejor estatus social, mejor estatus social son vacaciones quincenales, y así la familia, los hijos y el auto último modelo. NO. No necesitamos nada de todo eso, al menos nosotros, no.
Ser nómades digitales nos permite dejar de lado las jornadas de más de 8 horas de trabajo, los jefes, las reuniones de trabajo, la ropa incómoda y calurosa. Cualquier playa tailandesa, o cualquier casa de té en medio del Himalaya nepalí ofician de nuestro lugar de trabajo. Nuestro trabajo es estable, lo inestable es la locación. No vivimos de vacaciones. Vivimos viajando y trabajando. Podemos vivir viajando gracias a que podemos trabajar desde cualquier parte del mundo. Logramos combinar nuestras pasiones: escribir, viajar y sacar fotos. Eso sí, internet se volvió fundamental para nosotros y ahora no podemos viajar sin cargar nuestra notebook en la mochila. Pero entre los pros y los contras de nuestro estilo de vida, creo que seguimos ganando.
Sabemos que lo que hacemos no es para todos ni es para siempre. No vamos a lograr tener una casa propia ni un auto último modelo (quizá sí, quién sabe). Tampoco tenemos mucha ropa ni muchos CDs de música. Pero hoy no nos preocupa detenernos en eso. Descubrimos que podemos vivir con muy pocos bienes materiales. A su vez, vivir viajando es mucho más barato que vivir en una gran ciudad.
Ser nómades digitales nos da muchos privilegios pero también nos quitá muchas certezas. Evidentemente, la inseguridad y la aventura es parte de nuestros viajes, perdón, de nuestros trabajos.
12 Comentarios
Quiero comentar en el post crecer como pareja y no puedo. 🙁
Yo ya tengo un trabajo que me permite trabajar desde cualquier parte, sólo necesito tener una buena conexión a internet y sí debo estar conectada durante la jornada de 8 horas. Me encantaría viajar y conocer lugares nuevos, pero tengo algo que me dice que no lo haga. Me da miedo no hacer ninguna de las cosas bien, el trabajo y viajar. ¿Tienen algún consejo para mí?
Hola Juliana!
Creemos que esta bueno ser intuitiva, y escuchar eso que sentís. Pero tampoco esta bueno dejar que eso sea la excusa para no comenzar con un nuevo proyecto. Muchas veces el miedo aparece bajo ese disfraz.
En nuestro caso, nunca trabajamos 8 horas por día por que nos deja muy poco tiempo libre. Pero quizá si mantenes esa jornada de trabajo podes probar con mudarte a otra ciudad o país que te interese conocer. Tampoco hay que pensarlo como un plan a largo plazo. ¿Por qué no probar viviendo 3 meses en Paris, Barcelona o Buenos Aires? Por decir 3 ciudades cualquiera.
Esta buenisimo que te estés haciendo una pregunta. Eso ya es un primer gran paso. Quizá ahora es momento de dejar crecer esa pregunta y ver a dónde te lleva 😉
Abrazos!
Hey, dicen que mejor tarde que nunca, espero que en este caso también.
No me deja responder abajo, pero muchas gracias Ludmila y Lucas, vuestra respuesta ha sido genial, si algún día me planteo esta forma de vida lo tendré muy en cuenta. La verdad es que me parece realmente ingenioso trabajar para blogs o páginas de viajes, dado que dedicando tanto tiempo a cada sitio que vais, debéis recoger muchas experiencias muy interesantes. Gracias por contarlo, de verdad 🙂
¡Un abrazo!
¡Me encantan! :DD Ya lo saben, soy su más grande admiradora ^^ ¡Saludos desde México! n_n
Linda! Ya iremos a México. Abrazos!
Muy lindo e inspirador articulo.
Solo comentar que esta mal planteada la parte de la definicion del trabajo: esfuerzo no quiere decir poco placentero, sino solo una mayor intensidad.
De modo que si trabajan, en el caso suyo supone un esfuerzo (como tal vez la limitacion financiera, o la falta de estabilidad), pero trabajar, trabajan.
Ahora como dice la tipica cita: «trabaja de aquello que te apasiona y no volveras a trabajar nunca». Y ahi estan ustedes.
Pero de vuelta, hermoso articulo y envidiandolos mucho!
Muy cierta esa última frase Ricardo. Lo tendremos en cuenta.
Saludos!
Hola, muy buen articulo, quisiera saber al igual que Aletheiae que tipo de trabajo se puede realizar de esa forma? pregunto mas que por curiosidad por que ando buscando ese tipo de opciones
Saludos,
Alexandra, te respondimos en el otro comentario! abrazo 🙂
¡Saludos a todxs!
Por favor, ante todo quiero dejar claro que en ningún caso este es un comentario con intención ya no de no ofender, sino de ser desagradable. Es solo que he leído varias veces a personas que llevan este tipo de forma de vida, y siempre dicen dedicarse a estas cosas -internet, escribir, etc- pero nunca concretan demasiado la cuestión, y como persona de a pie, no puedo entenderlo.
Soy totalmente consciente de que esto es vuestra vida personal, y por supuesto nadie puede exigiros explicaciones, nadie en absoluto. Es simple curiosidad -o hambre de conocimiento- pero me gustaría conocer mejor el como se puede conseguir trabajo de freelance por internet, en especial si es escribiendo. Conozco personas que llevan tiempo escribiendo por internet, por blogs y así, pero la mayoría solo consiguen ganarse la vida si alguna editorial o así les promociona, ya sea publicandoles un libro o algo así. Solo en un caso concreto ha conseguido montar su propio negocio, dando cursos de coach, pero incluso en ese caso creo que le seria difícil llevar ese ritmo de viaje y a la vez seguir con su trabajo.
Y bueno, eso es todo. Soy consciente de que no tenéis porque concretar más, pero si existiese la posibilidad lo agradecería mucho.
¡Un abrazo! 🙂
Hola Aletheiae y Alexandra!
Cómo están? Su pregunta es el gran tabú, jaja. No nos ofende ni nada parecido, así que no se preocupen.
Hay muchas maneras de trabajar de manera freelance, en nuestro caso trabajamos en la creación de contenidos para blogs y empresas de viajes (es decir, les escribimos artículos de viaje), pero también trabajamos en Sistemas.
Conocemos personas que viajan dictando cursos online de fotografía, de SEO, y de montaje de páginas web. Conocemos diseñadores gráficos/ilustradores que trabajan desde manera freelance. Es decir, muchos trabajos se pueden adaptar a la manera remota.
Es cuestión de ingenio. Actualmente hay sesiones de psicología online e incluso de nutrición.
Creemos que es más ingenio que otra cosa. Actualmente, la mayoría de los trabajos/profesiones se pueden adaptar a la forma remota/freelance.
En cuánto a si eso es suficiente para subsistir viajando, en nuestro caso la clave esta en reducir lo más posible lo gastos. En el articulo mencionamos que viajamos como mochileros con un presupuesto de 10 USD por día. Viajamos lento, viviendo en cada ciudad que visitamos. Es decir, no estamos de vacaciones. El ritmo es otro!
Esperamos haber sido claros!
Abrazo a ambas 🙂