¿Está realmente aceptado el amor entre personas del mismo sexo? Aunque se pregone que sí, parece ser que la realidad es otra. Irene reflexiona sobre esto y sobre el papel en este asunto de las personas que mantienen una relación heterosexual; es decir, las que tienen una relación aceptada socialmente.
Cada vez está peor visto declararse abiertamente homófobo (si es que se le puede llamar fobia a odiar a alguien por ser homosexual…) pero la aceptación completa del amor entre personas del mismo sexo dista mucho de ser una realidad. Parece como si el hecho de que aparecieran personas abiertamente homosexuales en los medios (y menos mal, la visibilización es crucial) fuera representativo de una aceptación social completa del colectivo lgtb. Pero mis experiencias me dicen lo contrario.
- “Me ha costado años decirle a mis compañeros de trabajo que me iba por ahí con mi novia”. Una amiga hace unos meses me contó esto.
- Su pareja y ella dentro de poco emprenderán la aventura de irse a vivir juntas. Un paso precioso y excitante. Pero en su caso con un gran pero: los padres de una de ellas apenas conocen a su novia. Y eso que están juntas desde hace exactamente los mismos años que su hermana y su novio. Novio al que sí conocen los padres. Padres que tratan de ocultar constantemente que su hija es lesbiana. Por miedo al qué dirán.
- La prima de esta amiga también es lesbiana. La madre de ésta al enterarse le dijo “preferiría verte con un perdedor antes que verte con una chica”.
- Cuando le hablé de mi bisexualidad al que fue un compañero sentimental me dijo “parece como si no te conociera”. Sólo porque me enamoro tanto de hombres como de mujeres.
- Cuando iba al instituto recuerdo haber escuchado decir a un compañero de clase, mientras yo caminaba por los pasillos: “cuando me enteré de que era lesbiana me dio mucho asco”.
Y todo esto es mirando tan sólo en mi entorno. Recogiendo unas pocas experiencias de mi trayecto vital -que no todas-. Experiencias que no son más que una pequeñísima porción de una realidad mucho más grande e hiriente. Una realidad en la que muy poca gente se expresa como homófoba pero en la que muchas personas tienen el temor de que su descendencia resulte homosexual. La misma realidad en la que personas homosexuales sufren bullying y palizas por su orientación sexual. Todo forma parte de la misma estructura discriminatoria.
Seguimos viviendo en un mundo heterocentrista, en el que se nos enseña que «lo normal» (léase como lo «no patológico», «no raro», lo «no sospechoso») es ser cis -correspondencia entre sexo «biológico» y género- y heterosexual. Ya desde que nacemos socialmente se nos indica que el mundo está compuesto principalmente por personas que cumplen estas dos características. Y es que no sólo son son las parejas más visibles a nivel de a pie de calle, sino que nos las muestran constantemente a todos los niveles: anuncios de colonia, de seguros de vida, anuncios de detergente, películas románticas, de miedo… Las canciones son odas de él para ella o de ella para él. Y lo que no se muestra, no existe.
En este contexto da la sensación de que la homosexualidad es cosa de una minoría muy reducida, una suerte de casualidad que se da en una persona entre un millón. De esta manera, mostrando solamente una opción de identidad -la cis- y prácticamente sólo una de orientación sexual -la hetero-, la heterosexualidad se convierte en la norma y todo lo que no encaje en esta heteronorma pasa a ser lo raro, en el mal sentido de la palabra.
Por esto la visibilidad es algo crucial, por eso es tan importante que las personas que tienen trascendencia social por su trabajo (actrices, presentadoras, etc.) se hagan responsables de su papel como agentes socializadores (como os contaba en este artículo) y muestren otras opciones que la hetero y la cis. Pero en todo esto las personas de a pie también tenemos un papel crucial. No podemos esperar que la cuestión de la homofobia se resuelva espontáneamente si no lo trabajamos en lo cotidiano. Tenemos que ser nosotras las que también tomemos una posición y un compromiso al respecto. Incluso, o aún con más motivo, las que mantenemos relaciones heterosexuales.
Vivimos en mundo en el que tener una relación heterosexual monógama es un privilegio. Tenemos el privilegio de que nadie cuestione nuestra elección, de que nadie nos insulte por la calle por ir de la mano a la persona que queremos. El privilegio de no tener el riesgo de que nos peguen por la calle. De que no se nos cuestione la sexualidad. No se venden libros diciendo que «la heterosexualidad se cura», y ésta nunca ha salido en ningún manual de psicopatología como enfermedad mental.
Si nosotras mismas no revisamos ese privilegio y damos la espalda a esta problemática porque «no va con nosotras» estamos siendo parte del problema.
Por eso es fundamental revisarse la propia manera de pensar y de actuar delante de estos temas. Ver si en nosotras guardamos todavía algún comportamiento que ayude, aunque sea un poco, a mantener esa poca aceptación social. Se me ocurre: ¿ríes chistes homófobos? ¿Utilizas la palabra gay como insulto? ¿Callas cuando alguien se está riendo o insultando de una persona por ser homosexual?
Todo esto aunque parezca poca cosa son pequeños granos que suman a una realidad mucho más grande y dolorosa que hace que miles de personas sigan ocultando su orientación sexual y que no se sientan bien por ella. Por eso, lo que siempre está de nuestra mano es mostrarse siempre de su lado, apoyarles, darles voz, respetar sus espacios y fomentarlos, interesarnos por la problemática y denunciar actos homófobos. Defenderles cuando se vulnere su dignidad. Y tener en cuenta, siempre, que los que tienen más a decir en torno a sus derechos, lo que necesitan y lo que no, o lo que deben exigir con más fuerza son las personas que pertenecen a este colectivo.
Cuando se deje de decir que se “acepta a los homosexuales” pero con ese miedo interno de que tu descendencia resulte homosexual, cuando se deje de decir que se tiene amigos gays como si fuera una hazaña, entonces, tal vez, estemos más cerca de una aceptación real. Tal vez estemos más cerca de que realmente se pueda amar en libertad.
17 Comentarios
Mi experiencia personal como persona abiertamente pansexual no ha sido tanto de odio hacia mi orientación sino de sorpresa. Cada vez que mi orientacion sale en una conversacion con alguien nuevo tengo que explicar qué es y que realmente existe. Normalmemte no me importa porque sé que el heteropatriarcado no permite a la mayoria de la gente disfrutar de una rica educacion sexual y sobre temas de género, pero ser questionada repetidas veces y hasta encontrarte gente que te diga que tu preferemcia sexual es un disbarato o que a la hora de la verdad soy hetero me jode y mucho. Necesitamos más y una mejor educación para todos!
Claro, y no puede ser (Llamadme loco) que normal, signifique algo lógico? Que establece la norma, y no me refiero ahora mismo a normas morales ni de obligación. Norma de un grupo de elementos, es decir, lo que cumple la mayoria, lo cual como digo es lógico o la especie estaría jodida. Así, por cuestiones biológicas la mayoría de cualquier especie que requiera dos géneros será heterosexual, y no pasa nada. Luego la homosexualidad aparte de temás o problemas como la homofobia, se sale de lo común y no es normal.
Claro, otra cosa es que la pslabra normal se usa con esos matices que mencionas, pero ahí ya son las personas Las que pueden pretender uns cosa u otra al decirlo.
Andy, reducir al ser humano a impulsos biológicos reproductivos me parece peligroso, sesgado e incorrecto. ¿Qué es lógico y qué no lo es? Muchísimas especies, no dotadas del lóbulo frontal que nos diferencia a los humanos del resto, practican sexo entre seres del mismo sexo. ¿Esto es anormal? ¿Es normal, en términos de evolución de la especie, que se mantengan relaciones sexuales -ya sea incluso heterosexual- sin fines reproductivos? ¿Es una anormalidad el sexo sin coito? Hay cosas que no caben en el argumento biologicista, y a quién amamos entra aquí. Somos mucho más complejos que un saco de genes que buscan propagarse, aunque esté muy de moda ese tipo de ideas.
Un saludo.
Gracias, se me arruga el corazón cuando no puedo tomar de la mano a mi novia porque nos miran mal o porque el papa o mama de alguno de sus estudiantes nos ve y tendría problemas. Se me partió igual y aún duele saber que mi madre me rechaza por amar y que me ame una mujer …y me duele que manipule el corazón de mis hijos.
Quienes a voz en cuello andan diciendo que ellos no tienen problema son quienes mas lio arman…tristemente.
Monika, se me encoje el corazón a mí de leerte :(. Es una pena que tú y tantísima gente tenga que pasar por esas situaciones tan feas.
Poco a poco entre todas vamos cambiando la situación gotita a gotita :).
Te mando muchos ánimos y un abrazo muy fuerte.
Hola,
Me encanta la revista, es interesante y divertida, gracias por publicarla.
Tengo una duda ¿de verdad existe la preferencia exclusiva por uno u otro género? Todas mis parejas han sido hombres, pero siento que ha sido más una cuestión de casualidad que otra cosa. Me explico, si busco a alguien con ciertas características (físicas, emocionales y espirituales) ¿No pueden esas cualidades estar en un hombre o una mujer? ¿No será que las personas se enamoran de otras personas y punto?
No lo he investigado y es sólo una deducción, pero me gustaría saber que opinan ustedes al respecto
Gracias y saludos
Hola Angeles,
Ciertamente en nuestra sociedad se nos condiciona para que nos sintamos atraídas por los del género opuesto. Esto creo que tiene muchísimo peso y personalmente pienso que si se nos educara de otra forma habría más gente abiertamente bisexual o pansexual.
Tampoco sé hasta qué punto esto es cierto, pero teniendo en cuenta el heterocentrismo que se respira culturalmente, yo intuyo que sería así, pero también creo que igualmente habría personas heterosexuales u homosexuales. Porque fíjate, en épocas de la historia en que la homosexualidad estaba vetada se sabe que igualmente había gente homosexual, por lo que se me hace difícil creer que una sociedad 100% abierta con este tema derivaría en una población al 100% pansexual.
¡Un beso!
Los seres humanos, por el solo hecho de serlo, tenemos derecho a ser respetados, lo que incluye nuestra elección de orientación sexual. Lo que ocurre es que nuestros derechos son conculcados habitualmente, y especialmente los de las personas que constiuyen minorías en cualquier ámbito. Por otra parte, no debemos olvidar que este país es machista de origen y lo sigue siendo en gran medida. Así es que hay que seguir luchando por alcanzar la libertad básica de ser quien queremos ser y como queremos serlo. Estoy a favor, por tanto, de la libre autodeterminación como humano y en todos los órdenes de la vida. ¡Abajo la represión y la discriminación!
¡Abajo! Ojalá poco a poco tengamos más liebrtad para ser y amar a quienes queramos.
Un abrazo.
Que triste que las personas aun piensen de esta manera tan dañina conozco muchas personas homosexuales y las juzgo como juzgo al resto de las personas… (por su gusto musical…. jajajajaj mentira)por su personalidad, valores, modales, buenas acciones no por su orientación sexual . creo que si dos personas se aman o simplemente acuerdan compartir un momento de intimidad o lo que sea deberían tener la libertan de hacerlo. la ignorancia y la intolerancia están destruyendo la humanidad. hay que ser y dejar ser
Pues sí Grey. No entiendo cómo hay gente que mide el valor de una persona en función de a quién ama. Es cuanto menos absurdo.
Un abrazo.
Fantástico. Sin libertad no hay amor, y sin amor no hay libertad tampoco.
Tú lo has dicho :D.
Justamente he discuto el tema con algunos compañeros de la universidad. El debate se inició porque alguien preguntó si estaríamos de acuerdo con que Disney incluyera en sus películas personajes o parejas abiertamente homosexuales (o de la comunidad LGBTTTI) en sus películas. Me sorprendió darme cuenta de que muchos de ellos, supuestamente homotolerantes, estuvieran en desacuerdo porque aunque «no tienen nada contra la comunidad y los respetan y apoyan totalmente» resulta que creen que «los niños podrían confundirse y ver este tipo de relaciones y orientaciones como algo normal, natural». Tremenda hipocresía, me parece a mí. Y se los dije así. No son tolerantes ni de mente abierta, dicen que respetan porque es lo políticamente correcto, pero no es un apoyo sincero, ni total. Hay que trabajar muchísimo también con estas percepciones, que si bien no son de rechazo absoluto como la homofobia, tampoco ofrecen una postura claramente favorable, si no tibia, que puede causar daño de igual manera.
Me gustó mucho el artículo, un abrazo.
Tienes toda la razón Nayeli. Afirmar que se acepta y negar su representación en los medios así como no verlo normal, es de una tremenda y horrible hipocresía. Sencillamente no se dicen homófobos porque no es políticamente correcto, pero la realidad es otra. Para mí esta gente es la «homófoba encubierta» que son incluso peor que los homófobos explícitos porque pregonan una cosa pero en realidad defienden la otra. Son parte del problema.
Espero que poco a poco la cosa cambie DE VERDAD de la buena.
¡Un besito!
Soy mujer y tengo novia, lo mantuve en secreto porque conocia el caracter de mis padres y al enterarse recientemente me prohiben realizar actividades en las que se pueda involucrar ella (musica, donde la conoci) y procuran que mis companias sean masculinas. Todo por ideas de que no existe el crecimiento espiritual en una relacin homosexual, yo creo que se puede crecer en todo sentido con amor, madurez y respeto, y yo pienso que amar a esta mujer me va a llevar a cosas buenas excepto una ruptura en mi relacion con mis padres. Creo que son buenas personas y que me han educado excelentemente pero a veces hay que abandonar el nido y enfrentar la vida, porque no son solo ellos contra mi amor, si no lo que menciona este articulo. Lo importante es amar harto en esta vida :3
Grenetina, grandes palabras. Apoyo 100% todo lo que dices. La frase del final me ha encantado: «hay que abandonar el nido y enfrentar la vida, porque no son solo ellos contra mi amor, si no lo que menciona este articulo. Lo importante es amar harto en esta vida :3».
Muchos besos :).