Una vida vivible, interdependiente

¿Somos libres realmente? ¿Cómo entendemos la libertad en este sistema capitalista? A continuación, Ilazki reflexiona sobre la interdependencia y sobre un cambio de prisma a la hora de entender la vida, de entendernos.


Ilustración: Javitxuela


La primera vez que escuché la palabra «interdependiente» lo relacioné con seres humanos o animales que no pueden llevar su vida de manera autónoma o libre. Pero, pensándolo con más detenimiento, me di cuenta de que todos y todas somos interdependientes. Lo explica de manera clara y concisa Yayo Herrero en este vídeo.

Ser interdependiente quiere decir que todas las personas, para poder vivir en este mundo, dependemos de la naturaleza y de las personas que nos rodean. Para comer, para crecer, para educarnos en ciertos valores, para trabajar, para todo necesitamos el apoyo de las que nos rodean y acompañan día a día.

El sistema capitalista ha impulsado esa competitividad, esa libertad irreal. Y nosotras, hijas e hijos de este sistema, nos lo hemos comido con patatas. Sí, nos hemos creído esa idea que nos han vendido sobre ser libres, sobre no depender de nadie en nuestro camino hacia el éxito profesional y personal que se basa en ganar dinero para conseguir todo lo material que queramos y pagar por todos los servicios que necesitemos. Sin valorar ni darnos cuenta de todo el trabajo invisibilizado que hay detrás de esa «libertad». Porque para que algunas seamos «libres», otras viven en una invisibilidad diaria.

Creo que es necesario entender bien el concepto, para valorarlo en su totalidad. Ser interdependientes no significa que no seamos libres, que no seamos autónomas; el cambio está en la definición, en la manera de entender esa libertad y esa autonomía. Ya que, es imprescindible que en nuestro proceso de empoderamiento nos vayamos sintiendo autónomxs a la hora de vivir, trabajar, educar a nuestxs hijxs si es que lxs tenemos, pero, teniendo en cuenta esa interdependencia y valorándola. Visibilizando los trabajos que durante siglos se han asignado a las mujeres, hasta hoy en día; esos trabajos que son necesarios para la sociedad, para la vida, y por los que no se paga, por lo tanto, no se valoran. Como no son trabajos remunerados, el sistema capitalista no les da importancia en la economía, pero sin esos trabajos el sistema se hundiría. Por eso, esa interdependencia. Por eso la importancia de valorar esos trabajos, de valorarnos. Quizás sería importante empezar a cambiar el chip en cuanto a estos conceptos, cuestionarlos y reapropiarlos, ya que, como bien dice Yayo Herrero, el sistema capitalista «le denomina independencia a depender de un mercado al que le importas bastante poco».

Durante los últimos años, el capitalismo salvaje nos ha ido acelerando y consumiendo hasta crear seres «independientes» totalmente fuera de sí. Nos ha alejado del auzolan o trabajo comunal, del apoyo mutuo y nos ha individualizado haciéndonos creer que podemos vivir así, que no necesitamos de las otras personas. Cambiemos la forma de vivir, aunque sea poco a poco. Pero, empecemos a poner en el centro la vida. Nuestras vidas. Sí, el dinero es necesario para vivir, pero, tendremos que disfrutar de nuestra vida, ¿verdad? Quizás tengamos que comprar menos productos y de mejor calidad; quizás tendremos que producir menos y de manera local; quizás sea hora de valorar una vida vivible y no una vida por y para un sistema al que le importamos bien poco. Es difícil, sí. Vivimos en el sistema en el que vivimos y el dinero es imprescindible, pero podemos ir haciendo pequeños cambios en nuestras vidas que nos ayuden a que nuestra calidad de vida sea mejor. En este cambio es importante el trabajo comunal, cambiar el prisma por el que vemos la vida, desacelerar un poco y mirar hacia una misma. Mirarnos, que hace mucho que no lo hacemos. Aceptar nuestra autonomía y la de las demás; valorarnos y valorar; y, sobre todo, entender nuestros ciclos, los de la naturaleza y no los de un sistema ficticio que nos está llevando a la crisis económica, moral y social.

«Es imposible no depender de nadie, todas y todos somos interdependientes» -Yayo Herrero-.

3 Comentarios

  1. SonrisaDeMedusa

    un beso grande por recordarnos cosas tan importantes

  2. Me encanta este blog, me identifico mucho con las ideas que exponen, seria genial qe lo hicieran revista, se las compraria feliz! Saludos desde chile!

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