Qué difícil es romper con los hábitos, aunque nos hagan daño, aunque nos bloqueen; pero qué necesario es aliarse con la ilusiones y empezar a romper la burbuja de la zona de confort. Aventarse a la piscina dejando de lado los miedos. Ilazki nos cuenta su camino personal hacia el cambio.
Maldita autoexigencia, malditos miedos, malditos valores limitantes, y maldita yo. Nunca me he considerado una persona con miedo, me he aventurado a muchos cambios en mis 28 años: vivir y trabajar en diferentes países; viajar sola y acompañada; vivir con la familia, con amigxs, sola y en pareja; dejarlo todo y volver a empezar más de una y dos veces… Me he sentido bien aventurándome a salir de mi zona de confort. He aprendido mucho de ello, y mucho de mí. Pero, quedarme sin trabajo hizo que salieran fantasmas de mis entrañas, miedos que me hicieron sentir tan pequeña… que me bloqueé. Soy muy exigente conmigo misma, me gusta hacer las cosas bien: hacer bien mi trabajo, ser buena amiga, buena hermana, hija, pareja… y cuando fallo en algo… ¡parece que se me va a caer el mundo encima! Como si yo no dejara pasar fallos, tropiezos y torpezas a las personas que quiero, y a las que no. Nadie es perfecto, y ¡menos mal! Pero yo no me permito ser imperfecta. Supongo que en parte es cultural, en parte familiar, y en parte mi forma de ser. Sí, todo junto y revuelto. Y sobre todo, es una de las consecuencias de un sistema patriarcal que nos impulsa a ser «perfectas» para ser aceptadas.
Y esa autoexigencia se juntó con los miedos y crearon una bomba explosiva que no me ha dejado avanzar. El miedo a fallar, a fracasar, no me ha dejado seguir mi camino en el mundo laboral. Pero, al final, me aventuré y estoy en ello. Poco a poco. Rompí con los fantasmas y comencé una nueva relación con las ilusiones. Hace unos meses decidí terminar con esa situación que me estaba agotando y empecé a cambiar hábitos que me han hecho sentir mejor: más feliz, enérgica y con ganas de comerme el mundo. Al menos el mío, que es más pequeñito que el real :). He estado mucho tiempo haciendo entrevistas, llegando a las puertas del trabajo pero quedándome ahí, en la puerta, sin conseguirlo. Cada vez que hacía una entrevista y me decían que estábamos sólo cuatro en la última etapa, sólo tres, etc. me hacía ilusiones, me veía ya en un futuro cercano trabajando, y zas, que no, que habían elegido a otra persona. Bajón. Desilusión. Dejar de creer en mis capacidades. Y volver a empezar, volver a animarme y volver a decirme a mí misma que yo había hecho todo lo que podía. Pero duele, y más aún cuando se va alargando en el tiempo y las cosas, en ese sentido, no cambian. Porque, no es que necesite mucho dinero para vivir, pero lo necesito. Tengo que pagar un alquiler si quiero vivir en otra casa que no sea la familiar, tengo que pagar la comida, los gastos, ¡la vida! Y mis ahorros son cada vez menos… Y mis ánimos para conseguir trabajo van disminuyendo. Todo lo que he estudiado, trabajado en diferentes ámbitos, países… ¿para qué?
Pero, llegó el momento y decidí mandar mi proyecto profesional a una formación para emprendedorxs. Y la aceptaron. Allí conocí a otra chica y decidimos gestionar los dos proyectos en uno, ya que eran compatibles y se enriquecían entre sí. Desde entonces, llevamos meses haciendo el papeleo, los presupuestos, la web, tarjetas de presentación, reuniones, etc. y nos vamos empoderando día a día. Creemos en el proyecto y hemos empezado a creer en nosotras mismas. Que ya es hora, ¿verdad? Hemos creado Kalaka – comunicación y género. Para nosotras la comunicación es esencial, tanto en nuestras relaciones personales, como en las colectivas. En las empresas que hemos estado trabajando anteriormente, hemos visto que muchas veces lo que falla a la hora de socializar el producto o servicio es la falta de organización y de comunicación. Por lo que, nos parece esencial crear otro tipo de comunicación que sea eficaz, diferente, personal, integral y sobre todo, que impulse la equidad y la diversidad tanto en sus palabras, como en sus imágenes.
A pesar de los miedos que aún tengo, de si seré capaz de hacerlo bien o no; he decidido que tengo que permitirme meter la pata, hacerlo mal si es que tiene que ser así, y no castigarme por ello. Doy lo máximo de mi cada día en el trabajo, con mi gente, y también tengo que hacerlo conmigo misma. Y en este caso, sería no exigirme tanto, quererme un poquito más y castigarme menos.
Así que, en mi proceso personal de ir queriéndome más poquito a poco, me tiré a la piscina con este proyecto. Estoy muy ilusionada y con muchas ganas de que empiece su vuelo… para que podamos crear de él nuestro proyecto de vida, aportando nuestra semillita al cambio.
A su vez, en mi proceso de cambio, he empezado a hacer deporte habitualmente, lo que me sienta genial. Estoy más activa y me ayuda a relajar un poco la mente, que esto de emprender da muchos dolores de cabeza y cuesta dejar de pensar en el proyecto ;).
Me he alejado de las personas que sólo me quitan energía y estoy con las que si me divierto y me siento querida. Porque me lo merezco y porque no puedo estar siempre “ahí” para quien quiera, tengo derecho a elegir para quién estoy y cuándo. Pero, cómo cuesta hacer eso. A mi, mucho.
Y así, poco a poco, voy rompiendo hábitos que me hacen daño y comenzando otros nuevos, que me sientan bien. Porque la vida es un círculo y cambia continuamente, nos tenemos que ir adecuando a las situaciones y no acomodarnos en lo tóxico. Aunque nos de miedo, merece la pena romper con la rutina y comenzar otro camino. No tiene porqué cambiar toda nuestra vida, puede ser un simple cambio que de pie a futuros cambios.
Las rupturas son duras, no sólo con las personas, también con nuestra zona de confort, que tan enganchadas nos tiene y «tan bien» nos cuida. Pero, a veces, conviene salir y encontrar la magia que hay ahí fuera. Sentirla, vivirla y quererte mucho haciéndolo mal; pero viviendo intensamente. Y aprendiendo de una misma, de la persona que tienes al lado, de la(s) ruptura(s).
22 Comentarios
ese maldito miedo que muchas veces no nos deja avanzar para alcanzar esa felicidad propia. Lo entiendo y ahora me pasa, resulta que estoy estudiando una carrera que a la larga no se si ejerza porque tengo muchas cosas en mi mente que aún quiero hacer y aprender ..
Antes que todo, quiero agraderte por tomar este paso tan dicifil que muchas de nosotros todavia no nos atravemos a tomar, leer tu experiencia y proyecto me ha ayudada a identificar mis propios miedos y las circunstancias de mi vida. Al igual, yo he creado situaciones en las cuales la unica autora y muchas veces victima soy yo misma. Espero sinceramente que este proyecto se todo un exito! En lo personal, me he gustado mucho leer tu experiencia, ya que me identifico muchisimo contigo!
Mucha Suerte!
ANIMO.Como dice la canción: Caminante no hay camino se hace camino al andar…SUERTE
Muchas muchas gracias! <3
Suerte que vuestros sueños se hagan realidad.Como dice la canción .Caminante no hay camino se hace camino al andar..ANIMO.
Hey tipaza! Quiero leerte más!
Aquí me tienes todos los meses Alejandra! Graciasss 😉 Espero que disfrutes de las lecturas.
Yo soy Lucila, tengo 18 años y soy de San Luis Potosi, nunca había hecho un comentario, pero al ver el titulo, Romper con los miedos y leer su contenido, me he sentido tan identificada, es diferente mi situacion, pero ese maldito miedo , no me han dejado crecer y me he llegado a sentir de los mas insignificante, es ese miedo de fracasar y que siempre me a llevado a ello, en tres días sera el examen de admisión a la univerdidad, estoy totalmente nerviosa y no me siento preparada, es la Licenciatura en Biología, es curioso darme cuenta que lo que antes me daba miedo como la materia de química, física y matemática halla terminado queriéndo estudiar esta carrera que contiene estas materias, estoy consiente que pueda o no quedar y que mis conocimientos son muy pocos, pero tengo miedo por que siento que esto dependerá de mi futuro, tengo muchos problemas emocionales y trato de controlarlos, independientemente lo que pase espero terminar con estos miedos y poder lograr lo que me proponga, a mi también me encanta la fotografía, que es la parte que me a hecho sentido seguir y que ahora he sentido muchos cambios, espero lograr mis objetivos y vencer todos estos temores y pensamientos que me aterran.
Lucila, espero que todo haya ido bien. Mucho ánimo y sigue luchando contra los miedos, que tú lo vales! Besos y abrazos fuertes hasta San Luis!
A mis 54 años, pensionista x enfermedad, ya hace unos años k estoy bloqueada x mis miedos y complejos. Me digo a mi misma que «pa lante». Pero no resulto. No es facil salir de esta. En ello estoy. Manuela
Ánimo Manuela! Siempre se está tiempo para seguir con ilusiones hacia adelante. Abrazo fuerte!
Me identifique mucho con el contenido, yo también me fui de mi país para vivir en Guadalajara y de todo lo q he enfrentado la necesidad de la perfección es de lo más difícil de vencer
Gracias Rebe! A mí también es lo que más me está costando, pero poco a poco, ¿verdad? 😉 Besazo!
Cuando leí estas palabras, quede impresionada porque estoy en un camino similar, a punto de terminar mi carrera universitaria pero zazz! aparecen obstaculos economicos para terminar, lo que ya habia pasado antes y desde siempre mi interior no ha querido seguir pero mi exterior a propuesto soluciones que las he tomado finalmente para cerrar este ciclo que parece caotiico, y ahora me encuentro con la misma historia. Tengo un grado academico, pero no el titulo, me da miedo pensar que pasaria si no logro terminar, tanto tiempo invertido aquí, tanta voluntad, desvelos, soportar, abrir mente-corazón, muy fuerte todo!! Al leerlas, quedo mas calmada, no soy la unica que la vida le a dado giros y giros, y espero que si se cierra esta puertita se abran otras. Abrazos y saludos 🙂
Camila, espero que consigas el título. Ten por seguro que se seguirán cerrando puertas, pero se abrirán ventanales desde los que te llegarán bocanadas de aire fresco y muchas soluciones y retos por cumplir. Mucho ánimo y besos!
Quisiera agradecer a la autora de esta catarsis porque lo he leído en un momento en el que me siento muy perdida. Tengo 25 años y mi vida profesional recién está empezando también y hay mucho por hacer, aprender, decidir. Yo también, como muchos otros supongo, soy muy autocrítica y no pocos me han dicho que debo valorarme más, pero «qué difícil es!», como dice Ilazky. Leer esas líneas me han hecho sentir acompañada y segura de que mis decisiones. Esperemos que todo salga bien y que algún día se me arregle este enredo en la cabeza. Gracias por todo y por el proyecto Kahlo. Saludos.
Gracias Giova y mucho ánimo en tu proceso. Sigue creando tu propio camino. Besos!
Wow! Parece que estoy leyendo mi vida, aun sin la parte de lanzarme al proyecto de emprendedores, aunque no descartó la idea.
Gracias! Y totalmente cierto que cuesta romper hábitos pero entre mas nos atrevemos mas cuenta nos damos de lo mejor que somos, y solo a nosotros nos debe importar, aunque sintamos que a veces no avanzamos, si lo hacemos. Vivan los 28!
Vivan los 28 y el ánimo para salir de la zona de confort Carol. Gracias! Abrazos!
.:’)
nunca tuve miedo hasta que cumpli 50, me cambie de ciudad como de trabajo, cambie de deporte de un dia para otro, vendi mis cosas y compre nuevas una y otra ves. quise volver a empezar hace un año, y todo mundo me dijo ya estas vieja. y mi miedo comenzo.
😉