¿Dietas milagrosas, o peligrosas?

Menudo calorazo que hace. En este lado del globo, julio está en su máximo esplendor y con él, de la mano, vino otro bombardeo anual. No, no es la canción del verano, es el boom de las dietas milagro.


Ilustración: Yolanda


¡Ay, esa operación bikini! Recordad que las celebrities ya están dándolo todo en la playa; y para quien vaya de boda, recordad: ¡siempre divina!

Quizás las conexiones neuronales no nos dejan pararnos un momentito a reflexionar, quizás están aletargadas abanicándose mientras les dan sofocos constantes en vez de pensar que no es necesario criminalizar a esos pobres  kilos ganados con tanto esfuerzo durante el resto del año.

Ya estás exagerando, Marta. Bueno, puede ser, voy a mirar unas revistas para contrastar opiniones, a ver que me encuentro.

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Mejor no leo, voy a poner la tele:

Mira que exagero…

Dieta de la piña, dieta de la alcachofa, dieta macrobiótica, dieta Dukan, la disociada, la de los días alternos 2.3.2, la Perricane… Espera, espera:  toma cereales integrales (que además te ayudan a ir bien al baño), mejor un yogur desnatado, nada de azúcar; tienes que hacer 3 comidas al día pero no piques entre horas. No, es mejor hacer 5, pero no te las saltes; lo que tienes que hacer es no comer hidratos. No, la cosa es que no los mezcles con las proteínas; por cierto, haz deporte, muévete mucho, no pares de moverte, eso es lo más importante. Cuenta las calorías de lo que compres en el supermercado o mejor: no te compres cosas ricas y así no te viene la tentación. ¡Aléjate de la nevera, loca! Aléjate de cualquier bebida que no sea agua, no mires las patatas fritas, mete tripa en la foto, te has olvidado de moverte, ¡venga!

Mierda,  se me ha olvidado vivir.

 

 

Para quien no se haya dado cuenta, estas dietas milagrosas pueden perjudicarte más que ayudarte. La mayoría de ellas tiene carencias nutricionales porque te prohíben alimentos  y te hacen abusar de otros. Son muy rígidas tanto en su contenido como en el hecho de seguirlas, cosa que repercute en tu estado de ánimo poniéndote de mal humor por no comer o por no dar a tu cuerpo los nutrientes que necesita. También te pueden provocar estrés y una obsesión en torno a la comida por estar constantemente pensando lo que tienes y no tienes que comer. Además, la mayoría te produce efecto rebote, recuperando de nuevo los kilos perdidos al terminar la dieta. Y sobre todo, y lo que me parece más importante, es que no te enseñan a comer sino todo lo contrario: te modifican unos hábitos de forma estricta, sin tener en cuenta la salud de tu organismo.

Os dejo un link con material didáctico elaborado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición en el que se dan pautas sobre la frecuencia de consumo de los distintos tipos de alimentos que deben formar parte de una alimentación saludable. El problema no es la dieta o no dieta. Es la obsesión de pérdida de peso por cuestiones no de salud sino meramente estéticas. Ahí está el meollo del asunto.

El problema está en la peligrosa idea de  tener que adelgazar si te casas, si te vas poner en bañador, si vas a una fiesta o a una reunión importante, si quieres sentirte simplemente bien, etcétera. Siempre,  siempre, tienes que estar monísima de la muerte. Dando por  hecho que belleza es igual a estar delgada. Si te mueres de hambre, sustituyes comida normal por polvos, te desgastas a base de hacer deporte sin mesura, cuentas cada caloría que estás consumiendo y no puedes mirar un helado de chocolate sin sentirte culpable No pasa nada, todo el esfuerzo será recompensado cuando te den el papel en esa película con Chris Pratt.

¿Todavía no te han llamado? Qué raro.

Me parece denigrante que se ponga en los anuncios a las mujeres como unas pavas obsesionadas por la belleza, la estética y la delgadez. Como si esto fuese lo único importante, mostrando un modelo de mujer superficial, perpetuando así el estereotipo de mujer cabeza hueca, siguiendo sin preguntas el modelo de mujeres objetos decorativos y de princesitas de cuento del siglo XXI.

El bombardeo mediático y las dietas veraniegas son las consecuencias de una sociedad insensible y artificial que rinde culto a un solo tipo de cuerpo en lugar de cuidar, valorar y empoderar todos los tipos que hay. Olvida  siempre recordarnos lo diversos y bonitos que son, tal y como son.

Intentemos recordarlo nosotrxs al mundo este verano.

 

2 Comentarios

  1. Se llama Industria de la Dieta y es pariente de la Industria de la Moda y los Cosméticos. A nadie le importa realmente qué cuerpo tengas o cómo te vistas, sino que aportes al capitalismo consumiendo. La necesidad de ser delgadas no existe.

  2. Xime Villota

    Desde mi adolescencia me entregue a las dietas o dejar de comer para entrar en aquel traje, cuando tuve 30 todo se volvio mas dificil y bajar de peso era imposible, mas dietas y nada. Hasta que llege a los 36 con varias enfermedades y 35lb de sobrepeso. Y entendi que cambiar mi sedentarismo por actividad fisica, comida chatarra por nutritiva, gaseosa por agua pequeñas cosas que sabia debia hacer pero nunca lo quise hacer realmente era lo me ayudaria. Ahora a mis 40 me siento de 30.

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