¿Lunes de buen humor? Hecho

Los lunes son el día más temido de la semana por mucha gente… Se acaba lo bueno y vuelve la rutina. ¿Es posible enfrentarse a ellos de manera positiva? ¡Claro que sí!


Ilustración: Javitxuela


Seis de la tarde del domingo. La felicidad se levanta del sofá y te deja sola viendo la tercera película de la tarde. El lunes se está acercando sin piedad y el corazón se te acelera. Auxilio. Nunca he entendido a la gente que está de mal humor el lunes, de verdad. Lo que me parece encomiable es que estén de buen humor los domingos. Desde que era muy pequeña, recuerdo los domingos como el peor de los días. No hacía más que ahogarme en la idea de lo infeliz que sería el lunes en clase de matemáticas. Era como si me colocasen tres kilos en cada hombro y unas gafas de sol para estar por casa y luego que alguien me diera una palmadita en la espalda y me dijera que fuera a dar un paseo, que era domingo. Qué graciosos.

Como ya puedes intuir, pasar un domingo con gafas de sol arrastrándote de un sofá a otro no es muy agradable, y menos aún si tenemos en cuenta que un año tiene más de 50 domingos. No parece muy inteligente pasar 50 días flagelándose con pensamientos irreales sobre un día que no ha llegado y sobre el que no puedes saber nada. Además, si sumamos la desgana del domingo al mal humor de los lunes tenemos mucho tiempo al año haciéndonos daño gratuito. Demasiado.

Paremos un segundo, ¿por qué nos molestan tanto los lunes? ¿En qué se diferencian los lunes del resto de días de la semana? Bien… En nada. Hay quien dice que los lunes no son fáciles porque los domingos tenemos tiempo para pensar. Puede que sea cierto. Los domingos nos metemos sigilosas en la cama, pero las dudas nos esperan al otro lado de la almohada: mi trabajo no me gusta. Mis amigxs no me gustan. Mi pareja no me gusta. ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Por qué estoy haciendo esto? Los domingos nos ponen cara a cara con todo lo que metemos bajo las sábanas durante la semana y nos dan la opción de cambiar y buscar soluciones o seguir durmiendo con ello otro día más. Sí, los domingos tienen un gran potencial que aprovechar en positivo. Esto es lo que yo hago:

  • Los domingos me levanto pronto. Soy de esas personas que no duermen demasiado porque no lo necesitan y, aunque antes me enfadaba por no poder dormir más, con los años me resulta cada vez más placentero. Así puedo ver la vida en la calle, salir a dar un paseo e incluso desayunar fuera leyendo la prensa de los bares, mi perdición. Lo mejor es que luego tengo todo el día por delante para disfrutar y, además, así me ahorro levantarme el lunes como una zombie y arrastrar el cansancio durante toda la semana.

  • Reservo un tiempo para avanzar en algo que me gusta. Creo que si quieres empezar a escalar, escribir un libro, aprender fotografía, dibujar, o cualquier otro proyecto o hobby, aquí tienes tu día. Estoy segura de que dando pequeños pasos hacia lo que queremos crear, empezamos la semana con muchas más ganas. Sabes que estás embarcada en algo apasionante y, cuanto más palpable es el avance, menos consciente eres de qué día de la semana es.

  • Conecto con la naturaleza. Me resulta bastante difícil vivir en una ciudad donde la naturaleza está lejos. Cuando se da el caso, procuro acercarme a los parques y poder escuchar los pájaros y el sonido del agua en las fuentes. Creo que una de las causas de nuestra falta de motivación y energía es que cada vez estamos más rodeadxs de cemento y más alejadxs de lo que nos revitaliza. Por eso, aprovecho siempre que puedo para alejarme del gris y acercarme a todo lo que me da vida, me conecta con el mundo y me recuerda que formo parte de algo.

  • Hago yoga. Puede que al principio me resultara más apasionante pasar el domingo comiendo galletas de chocolate y viendo series, pero hoy en día no veo la hora de tener un rato para usar mi esterilla. Y cuanto más rato, mejor. Si lo que quiero es despejarme, mover el cuerpo es lo más efectivo para mí. Luego me meto en la cama con otra perspectiva del mundo y con mucho menos ruido innecesario en la cabeza. Hacer yoga me resulta especialmente reconfortante los domingos para despedir la semana y llegar al lunes serena y con una sonrisa.

Y a ti, ¿qué actividad te hace sentir especialmente bien?

Acaba cada día y dalo por terminado. Has hecho lo que podías. Mañana será un nuevo día; empiézalo bien, con serenidad y con tanto ánimo, que no lo empañen las nimiedades del ayer. Ralph Waldo Emerson.

 

3 Comentarios

  1. La verdad es que soy de las que se amargan los domingos pensando que se me acaba el tiempo de disfrute, lo que hace precisamente que no disfrute el tiempo y que se me acabe antes. Estoy intentando cambiar el chip pero me cuesta mucho. El temor al lunes se concentra en que odio mi trabajo y el contraste entre mi tiempo de libertad del fin de semana y el de esclavitud durante la semana, es muy doloroso. Llevo todo el año buscando formas de combatir esa desazón, pero aun no lo he conseguido. Seguiremos trabajando en ello

  2. Nunca he entendido esa aversión al lunes. Ahora con Facebook cada domingo o viernes el inicio se llena de gente odiando el lunes. Como si su vida fuera a acabarse. A pesar de haber tenido depresión por muchos años, soy una persona que ve todo siempre con los mejores ojos. Que viene el lunes? Buenísimo, puedo pasar por un buen smoothie después de clases. Que viene un semestre difícil? Que va, si con organización todo se puede. Tenemos que ver la vida con ojos positivos e impermeabilizarnos de toda la gente que siempre tiene algo negativo para decir.

    • Amanda A

      Comparto lo que dices Ro. Una no puede elegir lo que le pasa pero sí puede elegir cómo se lo toma, y no hay nada mejor que centrarnos en las cosas que sí están en nuestra mano para ser más felices. Un abrazo.

Navegar

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies