Mujeres viajeras

Aunque no tengan fama, existieron (y cada vez más) mujeres que se atrevieron a dejarlo todo para viajar por el mundo. Les presentamos algunas mujeres viajeras que se opusieron no sólo a los temores del viaje, sino de la mirada patriarcal de la época. Viajar no es cosa de hombre.

Hay un error común: cuando se piensa en grandes travesías alrededor del mundo lo primero que viene a la mente son viajeros hombres. Pero existieron (y existen cada vez más) mujeres que se animaron a viajar solas por el motivo que sea. Por suerte muchas dejaron constancia por escritor de sus viajes y por eso hoy las reconocemos.
A continuación una breve y subjetiva selección de mujeres viajeras ordenadas por año de nacimiento. Sabemos que hay muchísimas más y muy interesantes que dejamos afuera. Será para una segunda selección.

Egeria – Sin fecha conocida

Poco se sabe de la vida de la monja Egeria, o mejor dicho lo concreto que sabemos es que escribió un libro Itinerarium ad Loca Sancta, descubierto en 1884 en la biblioteca de Toscana. En ese libro cuenta sus viajes entre los años 381 y 385 desde Galicia hacia Jerusalén. Incluso recorrió Egipto, Palestina, y la Mesopotamia, desde donde emprendió la vuelta. Mil años antes que Marco Polo.

Sorprende la fecha de su viaje y demuestra que siempre hubo mujeres que viajaron solas y que siga siendo un tabú es algo que tenemos que combatir.

Emilia Serrano (¿1834? – 1922)

“Abandoné mi hogar, padres, muñecas,
Por otro hogar azul lleno de aromas,
Donde no se miraba más riqueza
Que el oro fresco de sutiles poemas.”

Emilia, nacida en Granada, España y logró combinar sus tres pasiones: los viajes, las letras y América. No viajó con fines turísticos sino profesionales. Su idea era viajar por todo el continente con la idea de difundir la actualidad de América en Europa. Logró romper el estereotipado rol de las mujeres en aquella época y viajó sola desde Canadá hasta la Patagonia. Escribió más de veinte libros donde se destaca América y sus mujeres. En un contexto donde los hombres eran la noticia y los héroes, ella trató de rendir homenaje y difundir la vida de aquellas mujeres hispanoamericanas, teniendo plena conciencia de la diferencias de género. Murió en 1922 en Barcelona. Una gran aventurera española, poco conocida, que ascendió a los Andes a lomo de mula, cruzó grandes desiertos y navegó en alta mar.

Alexandra David Neel – (1868 – 1969)

“Para aquél que sabe mirar y sentir, cada minuto de esta vida libre y vagabunda es una auténtica gloria.”

Nació en Francia en el seno de una familia adinerada y ya desde chica se escapaba de su casa sola para viajar. Primero Londres con quince años y luego Suiza e Italia. Siempre se interesó por las ideas anarquistas y feministas, tal es así que contribuía en La fronde, periódico feminista y administrado cooperativamente por mujeres, creado por Marguerite Durand.

A los cuarenta y tres años se despidió de su marido y emprendió un viaje sola hacia India para estudiar budismo. Un año después reconoce a un lama como su maestro, con quien se quedará dos años viviendo en una cueva. Viajó al Tíbet disfrazada de mendiga, siendo la primer mujer occidental en llegar.

Escribió más de treinta libros sobre sus viajes y sobre orientalismo. Se retiró a vivir en una tranquila casa en Francia. A los cien años renovó el pasaporte por las dudas. A los ciento un años murió.

Rosita Forbes – (1890-1967)

“No llegar nunca a la meta es el precio que el viajero errante paga por el derecho a la aventura.”

Rosita nació en Inglaterra y se casó muy joven. Matrimonio con el que viajó por India, China, Australia y Sudáfrica pero que duró sólo seis años. Al divorciarse su vida de aventuras recién comenzó.

Su primer viaje sola fue cruzar el desierto de Libia para llegar a la mítica ciudad prohibida de Kufra (un lugar perdido en el medio del Sahara). Para llegar tuvo que viajar disfrazada de mujer árabe. En el camino sufrió robos, tormentas de arena y hasta incluso fue prisionera de los beduinos.

Al llegar a Kufra se convirtió en la primera mujer no musulmana en entrar a la ciudad. Luego de esa expedición Rosita viajó de Marruecos a Etiopía. También viajó por Siria, Palestina, Irán, Jordania, Afganistán y Pakistán. Siempre buscó camuflarse con la gente de los lugares que visitaba narrando así, la vida de sus habitantes.

Freya Stark – (1893 – 1993)

“El viaje hace con la vida cotidiana lo mismo que los buenos novelistas: la enmarca como un cuadro o la engasta como una gema, para que sus cualidades intrínsecas queden más a la vista.”

La políglota Freyra Stark nació en Francia pero era de nacionalidad inglesa. Se habilidad para los idiomas le facilitó viajar por lugares como medio oriente, Turquía y Arabia.

En 1929 viajó a Irak para adentrarse en el mundo de los Hashashin, conocidos como la secta de los asesinos, famosos por matar a los líderes enemigos en frente del público. Luego de ese viaje escribió su libro más famoso El valle de los asesinos.

Con mucha pasión por explorar nuevas tierras siguió viajando hasta ser bastante mayor. Tenía 81 años cuando cruzó un paso del Himalaya a más de cinco mil metros sobre el nivel del mar.

Publicó más de treinta libros sobre sus distintos viajes.

Dervla Murphy – (1931)

“Elige un país, maneja guías para identificar las áreas más frecuentadas por los extranjeros… y ve en la dirección contraria.”

En su libro Full Tilt narra su travesía sola en bicicleta desde Irlanda hasta India, atravesando países como la ex Yugoslavia, Irán, Kirguistán o Pakistán. También viajó por Etiopía, pero disfrazada de hombre. Al llegar a India fue voluntaria en un asilo para refugiados tibetanos.

Sin llegar a casarse tuvo una hija que la acompañó en sus nuevos viajes por India, Perú, Baltistán y Madagascar.

A los setenta y un años planificó un nuevo viaje en bicicleta por Siberia, pero se fracturó la rodilla estando en Rusia. Lo que hizo cambiar sus planes y siguió trasladándose en transporte público.

Tiene más de veinticinco libros donde cuenta sus historias.

Fyona Campbell – (1967)

“Yo pensé que sería sencillo caminar de un punto al otro, pero la gente me preguntaba ¿Por qué?”

Nacida en Inglaterra. A los dieciséis años, luego de una infancia difícil (donde cambio veinticuatro veces de hogar) recorrió Gran Bretaña a pie. Continúo caminando por Estados Unidos, de costa a costa donde quedó embarazada. Abortó en Nuevo México. También atravesó a pie Australia y recorrió África, desde Ciudad del cabo a Tánger. En total caminó más de 32.000 kilómetros y publicó cuatro libros donde narra sus andanzas.

Estas son sólo algunas. ¿Qué otras mujeres viajeras agregarías?