Reaprópiate del término amor

Una de nuestras Fridas decide compartir con nosotres su reflexión sobre el término amor y las relaciones de pareja

Ilustración: Caribay

Me da inseguridad pronunciar la palabra amor, aún más decir que estoy enamorada.

El miedo al amor, el miedo al compromiso, decir que soy anti-amor, que no quiero enamorarme en mi vida, que no creo en el amor y similares han inundado mi boca y cabeza durante mucho tiempo.

Pero joder, ahora lo pienso y es normal que tuviese miedo y lo evitara si la gente cualquier mierda hace «en nombre del amor», y eso huele mal y te jode. Te violan en nombre del amor, te humillan en nombre del amor, te agobian en nombre del amor, te destruyen en nombre del amor…

Frente a este podrido sentimiento suele haber dos posturas: la de protegerte de él y avisarte para que te andes con ojo y la de empujarte al pozo diciéndote que en su fondo hay pétalos de rosa y que aunque sientas pánico por la caída caerás en un suelo blandito y que se alegran mucho por ti. Ninguna me gusta.

Y joder, entiendo que lo evitara a toda costa, que escupiese flemones sobre el amor. Si al fin y al cabo, así entendido, es una mierda.

Pues bien, reniego del amor tal y como siempre lo he entendido y me reapropio del término. Reniego de llamar amor a relaciones que he tenido en el pasado y a lo que he sentido hacia ellas. No creo que sentirme manipulada, insegura, agobiada, indefensa, pequeña, obsesionada, impotente, dependiente, sola, atacada, maltratada, violada, etc… sea amor.

Ya no hablo de la típica relación monógama sino también, de relaciones abiertas, poliamor, relaciones de amistad, familia o incluso de la anarquía relacional. Entre el amor y la mierda hay una fina línea; y poned todas las etiquetas que queráis a vuestras relaciones, o no pongáis ninguna, que aunque la mierda se vista de seda, mierda se queda.

Como dije antes, voy a reapropiarme del término ¿Cómo? Lo deconstruyo ¿Cómo? Destruyo el concepto y lo reinvento ¿Cómo? No voy a definirlo y a encasillarlo en unas pocas palabras. El lenguaje no va a abarcar lo que para mi es amar, ni el amor, ni nada; pero sí voy a intentar hablar de él.

Para empezar, no hay amor sin cuidados, sin respeto y sin valorar a la otra persona. Todo esta entrelazado y se retroalimenta.

¿Cuidados? Entendidos en un abanico más genérico, no sólo lo que se entiende como cuidar a alguien cuando está enfermo; ahora me explico. No hay un patrón de cuidados porque este hay que crearlo en conjunto, con la otra persona. Cuando quieres a alguien sanamente, quieres que esté bien y tampoco quieres agobiarle, por tanto, lo que molaría sería estar ahí hasta donde la otra persona te deje. Cada una da de sí lo que puede y lo que quiere, también hay que autocuidarse.

Cuidar no es estar 24/7 preguntando a esa persona como está ni en un sin-vivir en el que le abanicas mientras le metes uvas en la boca. Eso es una mierda, tanto para ti, como para la otra persona, como para la relación. Yo diría más que es tener en cuenta la salud mental de la otra persona e intentar no dañaros entre sí, comunicar las cosas con asertividad, preguntar de vez en cuando, respetar tiempos y espacios, entender determinadas situaciones y dejar un margen de respuesta, no insistir, no exigir, no hacer de ti una dependencia.

Bla bla bla… quizá en otra ocasión dedique unas líneas más a este tema. Para terminar, los cuidados están en TODO, desde el momento que compartes con esa persona (comer, hablar, escuchar, leer, salir de fiesta, dormir, jugar, follar, hacer el amor, etc) hasta cuando estás en tu casa y piensas en esa persona, también cuidarnos de pensamientos tóxicos es cuidar.

Teorizar sobre esto hace que me suene como si cuidar fuese estar encima de la otra persona dándolo todo, y no va así. Es mucho más simple. Si respetas, tienes en cuenta, valoras y comunicas, creo que sale solo. Si no te respetan, no te tienen en cuenta, no te valoran y no hay comunicación, aunque tú sí lo hagas, la relación será una mierda porque tendrás que tragar y aguantar prácticamente todo el peso de esta sobre tus hombros, te quemarás y te hará mucho daño; por eso, también, respétate, tente en cuenta, valórate, se sincera contigo misma y no te pierdas de vista. Cuidar en esta sociedad puede ser un peligro, no dejes que utilicen tus armas. Cuídate.

He hablado sobre la comunicación, y me gustaría dedicarle unos segundos más, para mí es una de las herramientas de más peso para que una relación vaya bien, y ya que existe, utilicemosla. Comunicar lo que sentimos, lo que queremos y lo que no, lo que nos apetece y lo que no, lo que podemos dar y lo que no, es importantísimo. Entiendo que cueste un porrón, es totalmente normal que traguemos nuestras palabras por miedo al qué pasará; pero os aseguro que si estáis en un entorno cómodo puede que una vez que hayáis dado el paso, fluya. Podemos intentar forzarnos un poco a comunicar, como si vomitásemos lo que nos está removiendo (para bien o para mal) y una vez soltado es mucho más sencillo manejar lo dicho, y la situación. Aquí, por ejemplo, los cuidados entrarían si decimos las cosas con asertividad, es decir, comunicar lo que nos mueve cuidando el lenguaje para no apuñalar a la otra persona y también cuidándonos a nosotras mismas para sernos fieles y para no olvidar lo que queríamos decir.

Cuando se habla de comunicación, solemos entender comunicación oral. Y no, rotundamente no. Como he dicho antes, cuesta a veces bastante decir determinadas cosas, tanto por la situación, por tu contexto, por miedos, etc Así que para cuidar y cuidarnos, será muy importante tener en cuenta todas las formas que tenemos de transmitir, como la comunicación corporal. Observar de vez en cuando cómo está la otra persona y, preguntar si notas algo raro, no está de más. También, si en determinado momento notas incomoda a la otra persona, parar y preguntar no está de más tampoco. Creo que es hasta nuestra responsabilidad estar atentas a estas cosas y ablandar el terreno para que la otra persona pueda expresarse si quiere.

Sé que me gustaría decir muchas cosas más, pero para ser lo primero que escribo sobre este tema, creo que ya está bien. En resumen, así da gusto querer, amar y compartir tiempo con las personas que apreciamos. Los cuidados, para mi, son la propaganda, los disturbios, el sabotaje, las manifestaciones y hasta la revolución de mi vida. Es acción directa contra lo que me han enseñado, es una alternativa clara a la forma de relacionarnos, es luchar por mi y por lo que aprecio a diario.

Alba Luna, Madrid (España)
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