Hoy día usar apps para ligar es muy común. Pero tiene sus riesgos… una Frida nos cuenta sobre su experiencia en este mundillo.
Por fomentar un poquito más esta escasa salud mental que nos arriesgamos a perder las feministas que nos tiramos a esta piscina de gente que «busca cosas» en otra persona, me he permitido elaborar esta lista de cositas feas a no hacer para orientar buenamente a quienes quieran dejarse orientar. Me refiero a ellos, que a veces puede parecer que van más perdidos que un pulpo en un garaje desde mi humilde y hetero-cis-céntrica opinión.
Así que va por ustedes, compañeras y usuaries que os apetezca tener en cuenta estos consejillos de una feminista bastante quemada de tonterías.
Todo lo que diré está basado en cosas reales que he vivido. No invento nada. Prometido. Voy al lío:
1- No inicies una conversación con un «hola ojazos» ni similares
Primero porque no es nada original ni bonito, aunque te parezca que si me piropeas desde el minuto 0 se me van a caer las bragas, ni siquiera es algo que se diga desde los 80, ni tampoco nada que yo no aprecie de mí, lo que todo en conjunto me genera un roll-eyes bastante grande. Segundo porque no me da la sensación de que me quieras conocer abriendo así, hablando sobre mi físico. Y último y más importante: los piropos están muy bien cuando conoces a la persona, NO ANTES. Sí, es una web de ligoteo. Pero un poco más de vista e interés auténtico por quien hay detrás de esa foto que ves de alguien que parece estar pasándoselo muy bien, pues no estaría mal.
2- No pretendas abrir conversación diciendo «yo me considero feminista tb»
Aunque ponga en mi perfil que yo soy feminista. No. ¿Qué quieres que te diga ante esto? ¿Muy bien? ¿Ah, qué chuli? ¿Eres mi hombre? ¿Hagamos una fiesta? ¿Cásate conmigo? No te voy a dar una palmadita en la espalda por ser un ser humano decente.
Correré un tupido velo sobre el «tb».
3- No te vendas como algo que no eres
Las mentiras tienen las patas muy cortas y -debes saber- la gente suele tener la suficiente inteligencia como para ver tu falsedad a la legua por mucho que tú te creas tu papel. Por no mencionar el sentido arácnido que tenemos las feministas con los machunos con piel de cordero. No te vendas como algo que no eres porque, también, me va a molestar bastante descubrirlo. Porque sí, no soy inmune a tu mierda. Así que no te sorprendas si me cabreo por tus problemas de honestidad contigo mismo.
4- No digas a la segunda frase de vernos
A ver, tío, que no te conozco de nada y mi tiempo es precioso (esto las feministas solemos tenerlo muy claro). Así que si voy a gastar unas horas contigo al menos me gustaría saber si eres capaz de hacer un uso mínimamente aceptable del lenguaje escrito. Por ejemplo no escribiendo «bd» para saludar por las mañanas. Really?
5- No uses copy&paste para la primera toma de contacto
Se nota. De verdad.
6- Si la cosa va guay no dejes caer bombazos
De cualquier tipo. Tío, que la cosa va bien. No me sueltes de repente que echas de menos a tu ex o que estás enamorado de una chica que tiene novio. No me digas que lo mismo te cambias de continente (en serio, me ha pasado). Porque, llámame rara, pero si leo o escucho todo eso tengo la tendencia a enfriarme y alejarme. Es lo que tienen los mecanismos de defensa. Esos que tú mismo activas cuando empiezas a soltar bombas atómicas a ver cómo reacciono yo. Cuídame un poquito dándome la información cuando toque, porfi.
7- No digas tonterías
Piensa un poco antes de escribir. Esto ya no te lo agradeceremos solamente las feministas, sino todo ser pluricelular. Porque es que resulta que, si unimos el no pensar al ultrafrecuente punto 1 de esta lista, el despropósito puede ser épico: «¿Siempre has tenido los ojos tan azules?». Sí. En serio os lo cuento. Esto me lo preguntaron TAL CUAL. Ante esto solamente cabía un: «No, tengo un defecto genético y se me van aclarando». Porque claro, si yo no hacía un golpe de efecto frente a semejante gilipollez estaba segura de que se acabarían suicidando un mínimo de 10 osos panda.
Usa tu materia gris, porDiosbendito. (Holi si me estás leyendo, intelectual de Adopta un tío).
Si has llegado hasta aquí, enhorabuena, te has ganado un bonus track muy especial:
8- Ten en cuenta algo: las feministas tenemos sentimientos
Shocking news. Tranqui, respira, sé que es difícil de asimilar. Y sí, también nos enamoramos o «sentimos cosas» muy fuerte. Si es que ya nos vale… Así que no me presupongas una inmunidad al amor. No me pienses como alguien calculador. Que mis convicciones políticas y sociales las tenga muy claras no quiere decir que sea un robot. Así que no te acerques a mí con reticencias, sino con toda la honestidad y cuidado que sepas ofrecer. Y, en serio te lo digo, no me hagas ghosting. No pido más (ni menos). Aunque parece harto difícil de conseguir. Ni Ulises tuvo tan complicado su camino, joder.
Vamos, he titulado esto «7 consejos para ligar con una feminista» aunque podría haberse llamado «cómo ser una hater de las apps de ligoteo pero ser lo suficientemente masoca como para seguir usándolas». Pero quedaba muy largo.
I., a.k.a. Feminista enfurecida
Los Comentarios están cerrados.