La justicia divina es poder cruzarte con alguien maravilloso que te rompe los esquemas, tal y como le ocurrió a esta Frida.
La incertidumbre de ese instante. ¿Salir corriendo o besarla?
Podría haber pasado horas mirando sus ojos verdes mientras
atravesaban mi caparazón.
Quería besarla.
Su lengua recorría cada centímetro de mi cuerpo,
mis manos dibujaban su figura,
Quería besarla.
En un lapsus sus labios agitaron mis silencios.
Mi corazón iba al ritmo del suyo, sediento.
¿Sentirá lo mismo que yo? Pensaba y largaba una mueca.
¿Besarla o salir corriendo?
En ese caso no podría zafar, las ganas me alcanzarían… Por la espalda,
desnuda en cuerpo y alma.
Expuesta frente a sus ojos que me ayudan a desarmar complejos.
Ya no quiero seguir atada a las presiones de mis costumbres.
La paso bien hablando de igualdad, sororidad y justicia social con ella.
Justicia divina (si es que existe) la que me acercó a su cráneo… Cosmos repleto de ideas revolucionarias y algunas que otras contradicciones.
Sigo sin encontrar la forma de describir la sensación de libertad.
Aboli bibelot d’inanité sonore… Ayúdame Mallarmé.
Satisfacción y orgullo.
Hice el amor con una mujer diversa.
Hice el amor con el feminismo.
Hice el amor con mi reflejo en el espejo.
Hice el amor, él me hizo.
Hice el amor ese que no tiene nada que ver con el romanticismo que cela y destruye.
Hice el amor y quedé extasiada.
Hice el amor y quise cantarme la posta, estar empoderada.
Todo el día pensando en esa mirada, lo personal es político no se me olvidaba.
Hice el amor y me ayudó a armar la mochila.
Hice el amor con una mujer y me voy en cinco días.
Llenando mis bolsillos, al carajo, la mirada segura: hice el amor con una mujer y conmigo misma, liberada.
Hice el amor y recuerdo que el amor es un poema y los poemas nunca se terminan,
solo se abandonan.
Un pucho y lo dejamos acá, por ahora.
Noel Martínez Pascal (20), Concepción del Uruguay (Entre Ríos)
Página personal: https://brocolidivita.blogspot.com/?m=1
Los Comentarios están cerrados.