La voz como instrumento. Voces que se rompen, que te llegan al alma mientras te erizan la piel. No hace falta mucho más para llegar a la víscera: voces crudas para cuidar nuestras carnes.

La voz como instrumento. Voces que se rompen, que te llegan al alma mientras te erizan la piel. No hace falta mucho más para llegar a la víscera: voces crudas para cuidar nuestras carnes.
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