Son momentos muy difíciles los que se están viviendo en Nicaragua. Hellen nos trae una reflexion sobre la importancia de la sororidad y sus cuidados en tiempos de crisis.
Me siento a escribir después de más de cinco meses, en medio de una crisis
sociopolítica que se ha generado en muchas crisis emocionales. Sí, porque las
emociones y el cuerpo están constantemente resistiendo.
Cuando hablamos de la situación de Nicaragua y esta crisis que estalló en abril, es
fácil reconocer rostros, frases, lugares emblemáticos que están en los medios,
pintados en esténcil por las calles y que las feministas hemos repetido, desde
antes de abril: “La Revolución Será Feminista o No Será” y lo seguimos diciendo,
porque siempre hemos estado en las calles, con cada injusticia y ahora no es la
excepción.
Y cuando hablamos de revolución también nos referimos a los cuidados y los
afectos. En estos meses para sobrevivir y resistir a la crisis, hay que reconocer
que acuerparse ha sido un gran pilar para sostenernos en lucha, coherentes,
vulnerables -sí, vulnerables- porque reconocerte fuerte, pero también vulnerable.
En un sistema patriarcal y capitalista, que sobrevalora la fuerza, el verte y
reconocerte una persona vulnerable pero también sin miedos, sólo es posible en
espacios seguros, con amigas y en sororidad.
Con la historia de guerra, desastres y conflictos de Nicaragua debemos repensar
y detenernos a reflexionar sobre las emociones, afectos, cuidados y por supuesto
en la salud mental. Entonces aquí es donde darnos el tiempo para esto, hace que
sea político y revolucionario, es desafiar las estructuras sistémicas, apelar a
poner la vida en el centro como propone la Economía Feminista.
La revolución comienza en tu interior, dice la frase de esta revista y hace mucho
que las mujeres nos hemos empezado a reconocer actoras de los espacios y
revolucionarnos desde dentro, con las amigas, compañeras, hermanas, etc.
Y cuando las feministas de Nicaragua decimos que la Revolución es Feminista, es
porque nos duele cada femicidio, cada presa política, cada mujer exiliada y
migrante que no posee garantías en derechos humanos y que sabemos que no
hay un país libre hasta que cada una de nosotras seamos libres.
Los Comentarios están cerrados.