Si sumamos sexo + humor + relaciones + feminismo + educación sexual + orgasmos, tendremos la fórmula del cómic Sex Criminals escrito por Matt Fraction e ilustrado por Chip Zdarsky.
Y aunque parte de la premisa que parece algo trillada de “chica conoce chico”, cuando conoce a Jon, los dos se sorprenden al descubrir que ambos pueden hacerlo: detener el tiempo con el orgasmo. Y entonces se plantean muchas preguntas, ¿qué harías si pudieses pasear por un mundo congelado en el que no te viese nadie? -Te lanzo la pregunta a ti también-.
Pero no quiero meterme mucho más en la trama porque es una genialidad ir descubriendo ese mundo poco a poco a través del cómic. Un trabajo lleno de humor, erotismo y surrealismo en el que muchos de los personajes rompen la cuarta pared para hablar contigo, la persona que está al otro lado del papel.
Además de muchas cositas, dentro del cómic se hace educación sexual y, por ejemplo, podemos acompañar a Suzie al ginecólogo porque la píldora anticonceptiva le ha sentado fatal -retiene líquidos y ha perdido el deseo sexual que es algo muuuuuy habitual- y su gine le/nos explica los diferentes métodos anticonceptivos con sus ventajas y desventajas siguiendo la guía de Planned Parenthood.
En Sex Criminals se trata el descubrimiento de nuestra sexualidad.
De masturbación.
Del primer orgasmo y los siguientes.
La falta de educación sexual en los colegios.
Los prejuicios hacia aquellas mujeres que hablan de sexo abiertamente.
Habla de desconsexión y silencio.
De experimentar sin tener en cuenta el género.
De consentimiento.
De violaciones y venganza.
De libros.
De autoridad y salud mental.
De porno.
De juguetes sexuales.
De robar bancos.
De medicación y embotamiento.
La píldora, sus efectos y otras opciones.
Habla de amistad.
De curiosidad y BDSM.
Infidelidad y traiciones.
De terapia y procesos.
De bailes eróticos y cocaína.
De pobreza, futuro y ganarse la vida.
De vender tu cuerpo.
De la vida y la muerta.
De fotopenes.
De amor, miedo y vulnerabilidad.
De lo que se supone que se debe hacer.
De la virginidad.
De mamadas.
De chantaje.
De asexualidad y adrenalina.
De exhibicionismo.
De rupturas sentimentales y duelos.
¿Has pensado la pregunta que te he lanzado antes? ¿Qué harías si pudieses detener el tiempo tras cada orgasmo? 😉
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