¿Qué ocurre en las relaciones a distancia? ¿Por qué permitimos un ni contigo, ni sin ti? ¿Qué indican estas crisis de pareja? Nuestra Frida tiene dudas al respecto y Vero, acude en su ayuda.
Hola,
es la primera vez que escribo a alguien similar o en foros, pero me siento perdida y no consigo encontrar respuestas. Os cuento.
Tengo una relación desde hace 5 años con mi pareja. Le quiero muchísimo, nos gustan las mismas cosas, música, aficiones… nos conocimos en la carrera por lo que en lo que respecta al mundo laboral también tenemos temas en común.
Puede que planteáramos mal la relación desde un inicio. Estábamos prácticamente todo el tiempo juntos y descuidamos el tiempo de familia y amigos, e incluso el propio. Supongo que me he dado cuenta tarde.
El caso es que desde hace tiempo notaba que la relación se estaba enfriando por la monotonía. Y cuando se fue seis meses por trabajo fuera, la relación se enfrió muchísimo más. Me decía que le dolía hablar conmigo porque me echaba de menos. Y no sabía que creer.
Cuando volvió, todo volvió a la normalidad. Pero me enteré que hablaba con una chica por amistad, aunque yo sabía, por una tercera persona, que a ella él le gustaba. No le di importancia, ya que no soy una persona celosa. Al final cuando la chica se le declaró, él cortó su relación con ella. Estuvimos juntos otra vez como antes, pero a la vez era todo diferente, como si estuviéramos por «obligación».
En noviembre se marchó otra vez por trabajo al extranjero, pero esta vez la relación seguía igual. Hablábamos mucho, pensábamos en planes y en cuándo vernos.
Hace un mes la cosa se enfrió de repente. Me enteré de mala manera que estaba hablando con otra chica de allí con la que quedaba como amiga. Y yo ya no me aguanté, exploté. Es entonces cuando me ha confesado que se sentía ahogado en la relación, como que era una obligación quedar conmigo. Y que estando allí se sentía libre, que me echaba muchísimo de menos pero que no era lo mismo. Me ha pedido que necesita pensar el curso de nuestra relación porque me sigue queriendo pero no puede evitar el hecho de que sienta asfixia.
Yo le he dado espacio, pero me duele muchísimo. Mi opinión es que hemos planteado mal la relación pasando tanto tiempo juntos. Lo que le he planteado ha sido no hablar durante la semana pero hacer Skype el fin de semana o cuando tengamos más tiempo. No sé si he hecho bien. De verdad que creo que la relación tiene solución pero él me plantea que puede que haya fecha de caducidad.
Siento la largura del mensaje, pero estoy muy afectada y necesito un punto de vista como el vuestro que habéis visto casos similares.
Muchas gracias
Hola bonita,
Muchas gracias por visitar el Proyecto y también por escribirnos, confiando en nosotras tu historia.
Todo lo que expresas en tu mail son sentimientos totalmente naturales que surgen ante una crisis de pareja. Las crisis son un arma de doble filo, a veces sucede que evidencian un malestar por parte de una de las personas que forman la pareja o bien por parte de ambas, y otras veces reflejan el fin de la misma.
En el primero de los casos la pareja crece y se refuerza; mientras que en el segundo caso sucede todo lo contrario. De igual manera aparecen sentimientos controvertidos, inicialmente de carácter negativo como tristeza, ansiedad, miedo, inseguridad,… que suelen agravarse en el punto más duro de la crisis y que con el paso del tiempo se vuelven positivos del tipo alivio, paz, relajación, tranquilidad… independientemente de cual sea el final que acontezca. No sé como estará evolucionando vuestra relación en este tiempo pero me temo que ahora justo estáis en ese momento álgido en el que afloran sentimientos contrariados y se produce esa sensación tan intensa de malestar.
Es cierto que pensar que tras 5 años de relación (como es tu caso) todo termina y más si aún sigues enamorada de esa persona o al menos le tienes cariño parece triste; pues a menudo se espera que en cada relación la pareja que se ha elegido sea la persona ideal que nos acompañe durante toda la vida y a veces también nos enganchamos a ese pensamiento y nos acomodamos, sin darnos cuenta que ese “para siempre” que venden los famosos cuentos de princesas y que refuerza la sociedad es casi imposible de sostener en la práctica.
¿Por qué? Pues porque aunque no lo queramos creer las personas cambiamos a lo largo de las distintas etapas de nuestra vida, en unas se tienen unas necesidades y en otras, otras distintas, y a lo mejor la persona, personas o actividades que nos llenaban hace 10 años, 3 años o un mes hoy no lo hacen, o al contrario, nosotrxs no llenamos a otras personas en unas etapas de su vida cuando en otras sí lo hemos hecho, y no pasa nada, aunque duela aceptarlo, aunque duela despedirse, es necesario AHORA, en este momento presente. Y precisamente ancladas en esa idea errónea del “amor eterno” no nos permitimos muchas veces pensar en seguir adelante con nuestra vida sin esa persona en ella y es entonces cuando pueden llegarse a producir momentos en los que se fuerzan las situaciones y eso no es sano para ninguna de las partes.
En cuanto a la falta de comunicación, como sexóloga con amplia experiencia, puedo confirmarte que es uno de los problemas del 99,9% de las parejas que acuden a terapia. Seguramente tu pareja tendrá sus razones más que de sobra. Hay personas que tragan y tragan como forma de actuar en cualquier contexto, otras que no tienen recursos o habilidades para expresarse y no saben cómo hacerlo, otras que por evitar confrontar, por cobardía o miedo a generar un conflicto no hablan con la persona implicada y buscan a otra para soltar los trapos sucios por detrás, y mil formas más. Lo que sí tengo que admitir es que me sorprende que con tal falta de comunicación hayáis aguantado durante tanto tiempo sin explosionar.
Para terminar, me gustaría proponerte que intentes no vivir en qué se hizo mal en el pasado que como sabes es imposible cambiar ya, y sí centrarte en pensar en una solución para el presente que se ajuste a lo que tú necesites en este momento.
¿Cómo puedes comenzar a hacerlo? Una actividad muy sencilla que se utiliza en consulta y que ayuda bastante consiste en elaborar una lista de prioridades, en la que te preguntes -qué quiero hacer ahora o en un futuro cercano- (entre 1-2 años) e intentar centrarte en esas metas independientemente de que tengas pareja o no, o de que tu pareja sea la actual o una distinta. Si eres capaz de elaborar un plan de vida que te genere el bienestar y la libertad de compartirlo o no, y en caso de que sí, con la persona que tú desees, tu felicidad rondará en torno a ti y no en esperar a que otra persona decida o no incluirte en sus planes.
Como recomendación solo puedo decirte una cosa: PIENSA EN TI PRIMERO, permítete expresar lo que sientes y haz lo que a ti realmente te apetezca, respetando en todo momento a la otra persona eso sí. Recuerda que muchas veces la frase “necesito tiempo” es una forma de plantear la ruptura sin verbalizarla, típica en personas con tendencia a evitar conflictos y con miedo a equivocarse, dejan la puerta abierta a poder retomar la relación cuando les plazca sintiéndose además con la libertad de no estar en pareja ni tener que cumplir con el compromiso establecido. En ocasiones esta situación puede durar años y años, por lo que debes saber que tú tienes el poder para decidir, que aunque la decisión en principio haya sido planteada por tu pareja, tú puedes fijar los límites y decidir si estás dispuesta a esperar y durante cuanto tiempo. ¡Quiérete y hazlo! 🙂
Espero haber contribuido en algo con este mensaje.
Un abrazo enorme,
Vero M
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