Semana Mundial del Parto Respetado

Tener un parto respetado es el deseo de muchas y una Frida (María Fernanda) quiere compartir con nosotras el suyo. Un parto respetado es posible.

Semana Mundial Parto Respetado
Ilustración de María Grimaldos

Les tenía apalabrado contarles más sobre el nacimiento de Marius, así que aprovecho que en este mes sobran las razones para inspirarse y recoger material. Empezando con que Marius hizo el mismo tiempo fuera que dentro de mi barriga, el Día de la Madre (que está de más decir que ser madre se honra todos los días), el Día de la Partera, la Semana Mundial de la Salud Mental Materna y ahora que entramos en la Semana Mundial del Parto Respetado.

El parto respetado

Entonces, ¿qué es el “parto respetado”? y ¿cuándo fue la primera vez que me lo pregunté? Pues aquí voy. A pesar de haber nacido por cesárea y crecer en una generación donde la profesión de partera fue sustituida por cesáreas programadas con mucho tiempo antelación en clínicas privadas donde todo parecía estar bajo control, fuera de peligro, y menos rompedura de cabeza para la mamá y la familia, ya que sólo tenía que ir el día programado, epidural y en cuestión de minutos ya tendría a su bebé.

Quienes me conocen de toda la vida, los del Club deportivo Demócrata y Polígono de tiro en San Cristóbal, Venezuela, sabrán que soy acuática por naturaleza y no hay lugar en el que quiera estar más que dentro del agua, bien sea en una laguna, arroyo, cascada, mar, piscina o bañera y vaya congruencia que soy signo de agua. Cuando supe desde muy pequeña que era posible tener bebés en el agua, me fue muy fácil visualizarme dando a luz así.

Y así siempre han coexistido esas ideas en mi cabeza toda mi vida. Un parto que fluyese como y con el agua, que mi cuerpo se moviese y danzara como y con el agua, libre y apoyada.

Es de saber que la anestesia epidural no va de la mano con ser libre en movimiento durante el parto, tan claro como que no puedes moverte de la cama. Cuestión con la que me mentalicé y familiaricé durante mucho tiempo, y es la de la aceptación del dolor, de las contracciones. Cambiar de paradigma para así aprender y escuchar a nuestro cuerpo femenino que trabaja en sincronía perfecta.

Organizando el parto respetado

Cuando Pierre y yo decidimos ser padres, ya teníamos proyectado cómo queríamos vivir todo el proceso.

En principio la idea era dar a luz en casa con una partera especializada en partos acuáticos, pero la que nos correspondía de acuerdo a la provincia, estaba de baja. Plan B, buscar una maternidad donde fuese posible: solo 6 clínicas en toda Francia practican el parto acuático. Afortunadamente una de ellas está en París y es reconocida precisamente por sus partos respetados y humanizados.

Se nos hizo factible esa opción a pesar de que estuviera a 150km de casa y que la familia y allegados estuvieran escandalizados y nos preguntaran diez mil veces si no nos daba miedo.

Pero más miedo nos daba la idea de parir en el hospital más cercano a casa donde gracias a los relatos de amigas y familiares que no tuvieron una buena experiencia añadiendo en todos los casos un mal trato, falta de cercanía e incluso ignorando la presencia del padre, frente a la alternativa de viajar más de 1h o que el bebé naciera en el coche durante el trayecto.

Siempre abogamos por confiar en nosotros, en mantenernos positivos y optimistas, en esperar y proyectar siempre el mejor escenario, fuese o no controlado. Siempre tuvimos un convencimiento firme de que iba a fluir como debía de ser.

Todos los controles fueron cada mes con mi partera en el pueblo donde vivimos, menos los 3 últimos que fueron en la maternidad en París.

Projet de naissance.

Mi partera nos recomendó escribir lo que aquí llaman un projet de naissance, “proyecto de nacimiento». Literalmente, uno hace una lista de cómo le gustaría que sea tanto el trabajo de parto como el nacimiento en sí.

El mío era así:

– Ser libre en movimiento y elegir las posiciones que yo quiera.
– No recibir hormonas para acelerar o provocar el parto.
– Compañía del padre dentro de la bañera.
– Sin epidural.
– Poner música.
– Filmar.
– Que el padre corte el cordón umbilical una vez la placenta no lata (aprox 2 horas piel con piel)
– Que el padre se quede a dormir los 3 días de recuperación.
– En caso de requerir cuidados específicos después del parto, que sea el padre el que haga el primer contacto piel con piel.

Cuando le entrego mi lista de deseos al equipo de parto, la nueva partera me respondió: “Ah, tranquila que todo eso es parte ya de la filosofía de la maternidad, la madre es la que dirige su parto y el padre lo puede asistir”.

El día del parto.

Con 39 semanas y 4 días a las 22h rompí fuente en mi casa mientras construía mi casa en Minecraft con la Nintendo Switch. Las contracciones aparecieron enseguida, eran como puntadas de regla en el vientre pero constantes. Decidimos cenar antes de irnos ya que teníamos las maletas listas. Salimos de casa a la medianoche y llegamos a la Maternité des Lilas sobre la 1:30hr con 7cm de dilatación.

Dichosa y orgullosa de contarles que todo ocurrió como estaba en mi projet de naissance.

Tengo videos del trabajo de parto porque la cámara se descargó antes que naciera mi hijo hermoso, sano y fuerte a las 6:56hr con el sol brillando por la ventana.

Lo tuve sobre mi pecho piel con piel por 2 horas en la sala de recuperación. Nunca se lo llevaron ni hicieron nada sin preguntarme.

No dejéis que os digan cómo tiene que ser vuestro parto. Podéis decidir porque es vuestro derecho.

Un parto respetado es posible.

Datos de la madre:

María Fernanda Ochoa, 27 años

Venezolana pero vive en Jargeau, Francia

IG: @lekkerlands

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Datos de la ilustradora:

María Grimaldos

Venezolana en Málaga

IG: @mjgrimaldos

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