Busvida

Una Frida nos lleva de paseo por un juego, un juego de palabras que nos permite repensarnos a nosotras mismas.

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Ilustración de Silvia

Sofía tiene 5 años recién cumplidos, es risueña, aventurera, le brillan sus ojitos celestes cuando te cuenta historias y, sobre todo, tiene mucha pero mucha imaginación. El otro día estábamos jugando a un juego donde yo dibujaba algo sin terminarlo y ella tenía que adivinar que era… yo pensé en un lápiz e hice una línea sola. Ella automáticamente me dijo que era una nena con un vestido. ¡Lo dijo viendo una raya sola! y mi mundo adulto se vio cuestionado a niveles insospechados. 

Llevo días pensando en ello, y en como con el paso de los años perdemos esa capacidad de imaginar, de pensar fuera de la caja como se suele decir. 

En medio de todo esta batahola de pensamientos recibí un email y la oportunidad de escribir sobre colectividades. Colectividades, que diría Sofía ‘¿que significa esa palabra?‘, y me dije ‘y por qué no usar su lógica infantil?‘. Me propuse imaginar, y al final crear un significado derivado de sus letras. 

COLECTIVIDADES 

En Argentina, le llamamos colectivo al bus de línea, el que va repleto de gente en hora pico y en el que se nos pide ir más atrás para que más gente que va hacia la misma dirección pueda entrar. «¡Pasen al fondo!» grita el chofer que casi siempre está enojado con la vida, y una ahí empujando o metiéndose entre los huecos casi poco habitables que hay libres. Así que podría decir que COLECTI puede ser un bus repleto de gente. 

Luego tenemos VIDA, que me resuena como alguien que tiene ganas de vivirla, no solo porque es lo que toca, también me resuena a un nuevo nacimiento, a unos ojitos abriéndose al mundo y buscando donde está el calor de su mamá para arroparse allí en su pecho mientras se adapta a esa nueva realidad que es el mundo exterior. 

Y por último tenemos DADES, de comunidades, actividades, ciudades, asertividades, conectividades, receptividades… 

Entonces podría decir según este desglose “a lo Sofía“, que Colectividades viene de un “bus“ lleno de personas que se sienten vivas y tienen actividades comunes, en distintas ciudades, en las que practican la asertividad, con conexiones, y son receptivas. 

Luego lo googleé y esto es lo que encontré: 

colectividad 

nombre femenino 

1. 1. 

Conjunto de personas que tienen problemas e intereses comunes. 

«colectividad rural»

2. 2. 

Conjunto de personas que viven en un mismo territorio y comparten determinadas circunstancias (intereses, normas, hábitos, cultura, etc.). 

«se construyen hospitales, hospicios, barrios enteros o conjuntos de viviendas, alamedas y paseos para el disfrute de la colectividad» 

Así que tan lejos no estaba. 

Cuando pienso en colectividades lo primero que me viene a la mente es el colectivo de mujeres feministas del que me siento parte, donde la lucha consciente por un proyecto en común hace aflorar la sororidad y el “apapachamiento“ mutuo, me recuerda las miles de veces que nos encontramos en las calles, en los parques, en centros sociales, en casas, mate por medio, charlando, creando, discutiendo situaciones para llegar a un común acuerdo sobre cómo llevaríamos a cabo la próxima marcha o acto, el próximo sueño de libertad que quisiéramos alcanzar. 

Y así como pienso en ello, me vienen imágenes como polaroid mentales de esa marea verde que nos envolvió y nos arrojó por el mundo entero para luchar año tras año por un derecho que finalmente logramos conquistar. 

El abrazo colectivo, el llanto en esa plaza cuando nos tiraron para atrás la ley del aborto allá por el 2018, así como la alegría compartida, los audios de whatsapp llorando de emoción cuando por fin lo logramos en diciembre del año pasado. 

Colectividades, como si se tratara de algo lejano, inexistente, una palabra que si la decís a la ligera puede hasta perder su peso. Yo creo que le llamaría Busvida, porque nos conecta con quienes comparten intereses en esta vida, nos transporta hacia un objetivo y nos mantiene unides en esa carrera hacia el mismo. 

Busvidas de todo tipo, colores, sabores, países, intereses, edades, sueños y propuestas invaden el mundo y nos invitan a subirnos. 

Busvidas como uvas en un parral, como un ramo de jazmines de verano dispuesto a aromatizar todo un hogar, como manos enlazadas que protegen y acompañan, como silencios inminentes de quien sabe escuchar. 

Busvidas, de argentines en Londres, de bolivianes en Argentina, de mujeres, de abuelas, de hijes, de lucha, de sueños, de amor. 

Busvidas de atardeceres a la vera del río y sueños que no tienen final. 

Y vos, ¿a cuántas busvida conexiones te animás a subir?

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Mili Carnevale, (35), Londres, Reino Unido. https://www.facebook.com/mientrastantosomosdos/

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