Seaspiracy

Emma nos acerca al nuevo documental de Netflix Seaspiracy

Portada del documental

Este 2021, Netflix ha subido a su plataforma Seaspiracy, un documental de 1 hora y 29 minutos en el que el protagonista comienza hablando de lo fascinante que es el océano, continúa con lo problemático que es el plástico para comenzar a darse cuenta de que hay muchas mentiras alrededor de la pesca, hasta que llega a la conclusión final de ser vegano como solución a cada temática e investigación que aparece a lo largo de este largometraje.

En este primer párrafo, queda destripado el documental de una manera simple pero efectiva. Si no lo has visto todavía, te recomiendo que lo hagas porque merece la pena quitarse esta venda.

Comenzamos:

En las primeras escenas de Seaspiracy se nos presenta al protagonista, un chico que, desde que es pequeño, le ha fascinado el mundo marino, inexplorado y casi infinito. Aparecen imágenes de acuarios y zoos. A lo largo de la película, veremos cómo va transformando su pensamiento. 

“Pero, poco después de poner en marcha el proyecto, la romántica visión del océano que siempre tuve cambió por completo.”

Empiezan las noticias sobre ballenas varadas que, al ser examinadas, se encuentran dentro de ellas más de 30 bolsas de plástico. No es una, son episodios masivos que tienen un porqué… porque nada pasa porque sí. Son ballenas que comen plástico porque está invadiendo su hábitat. 

“Si los delfines mueren y las ballenas mueren, el océano se muere. Y nosotros también.”

Vertemos al mar plásticos que se rompen en pedazos cada vez más pequeños y ya superan la cantidad de estrellas en la Vía Láctea. Suena tan terrorífico porque ni puedo imaginarme siquiera ese número.

¿Podemos hacer algo nosotres como personas individuales?

Su primer cambio: ser “la policía del plástico”, como él se autodenomina. Comienza a limpiar playas, llevar su propia botella de agua, cubiertos reciclables y no usar pajitas.

¿Es esta la mejor manera? Se pregunta. 

Siguiente noticia: Japón reanuda la caza comercial de ballenas. Aquí se topa con una nueva confrontación. Entendía que pudieran morir ballenas de manera intencionada, pero no se esperaba que humanos cazasen a pesar de haber una prohibición mundial. Y menos en las condiciones crueles en las que es realizaba la acción: acorralarlas en pequeñas calas para poder ser más eficaces. 

Empieza a verse cómo hay una industria muy marronera detrás de esto. Los espectadores vemos como, si quieres investigar sobre esta caza furtiva, es posible que tengas personas siguiéndote o amenazándote. Esta no será la primera acción ilegal que veremos a lo largo del documental, ya os lo aventuro. 

Mi intención en este texto no es, ni por asomo, destrozaros este duro documental. Cuando lo vi, me pasé toda la hora y media diciendo “yo no contribuyo en esto que cuenta porque yo no como animales”. 

Ahora me toca hablar sobre aportar a la sociedad de esta manera: dejando de comer animales y productos derivados de ellos. 

Creo firmemente en las luchas interseccionales y, por ello, yo no como animales porque no existe esa necesidad en mi vida.

Hay una explotación inmensa para el consumo de estos “productos” – si es que podemos llamar a un cerdo, a un salmón o a un perro así – y muchas personas son conscientes de ello, pero ponen por encima sus placeres. 

¿Cómo vivir con el peso de actividades tan crueles como separar a los terneros de sus madres o llenar piscifactorías con peces que tienen mayor probabilidad de enfermar?

Quiero dejar claro un hecho: no es culpable la persona que trabaja en el matadero o en barco pesquero, esa persona es une obrere que trabaja para poder vivir.

Tenemos que empezar a hacernos cargo de nuestras propias responsabilidades y dejar de culpar o mirar al de al lado.

Pero es que yo sola dejando de comer animales, ¡no voy a cambiar el sistema!

Mentira, son nuestros actos individuales los que cambian el mundo poco a poco.

Personalmente, yo ya estoy viendo la evolución.

Las marcas están viéndolo también, los grandes almacenes de comida y supermercados han abierto secciones para nosotres. Cada vez encontramos más opciones en restaurantes e incluso restaurantes con solo este tipo de comida, una comida ética con el planeta y con los seres que allí habitan.

Porque, por si no lo sabéis, la industria cárnica es altamente contaminante. Los datos los tenéis en Seaspiracy, por favor, informaos. Tomad una decisión ética con la vida de todes les que habitamos aquí. 

Dale una oportunidad al resto de vidas del planeta. Todos cumplimos una función y por este contaminante, cruel y arcaico camino no podemos continuar mucho más tiempo. 

Los mares están hablando, el cielo nos grita que necesita un cambio.

No imaginas lo que puedes hacer con un cambio de dieta…

Se convertirá en un estilo de vida. 

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