La identidad propia como homenaje: la poesía de Lucille Clifton

La historia de Lucille Clifton, poeta y educadora estadounidense, nos enseña mucho sobre contar la propia historia, esa historia que es también la de muches y la de mucha injusticia.

Ilustración de Almudena Arribas

Nacida en la peor década que Estados Unidos conoció en el siglo XX, Lucille Clifton nos aparece como un bello atrevimiento, lleno de coraje y sensibilidad. Poco conocida por el público masivo pero destacada escritora, Lucille dejó en este mundo un interesante número de poemas y versos que tuvieron por principal objetivo sus sentimientos más veraces y profundos sobre aquellos temas que construían su identidad individual dentro de identidades colectivas. Su herencia afroamericana, su condición de mujer, su pertenencia a una clase social históricamente vulnerada, el autoconocimiento de su cuerpo son algunos de los temas que aparecen en sus versos y escritos. Absolutamente actual y necesaria, la lectura de las imágenes que aparecen entre sus palabras es tarea obligada de quienes quieran conocer un poco más de cerca la historia e identidad de esta increíble mujer.

Lucille Clifton nació en 1936 bajo el nombre Thelma Lucille Sayles en la localidad de Depew, al este del estado de Nueva York. Fue la primer persona de su familia en terminar la secundaria y comenzar una carrera universitaria. Eligió teatro como principal interés pero luego de un par de años debió abandonar sus estudios por razones económicas. Comenzaría entonces su carrera como escritora y poeta, algo que ya realizaba pero de manera personal.

Mientras desempeñaba variadas funciones en diferentes universidades e instituciones educativas, Lucille conoció a su futuro marido Fred Clifton, quien también trabajaba en espacios educativos, más específicamente como profesor de filosofía en la Universidad de Buffalo. Fue un amigo de la pareja quien presentó a Lucille y su obra al escritor Langston Hughes, quien quedó maravillado por sus poemas y decidió incluir algunos de ellos en su hermosa compilación «The Poetry of the Negro». En el año 1969 publica su primer libro de poemas «Good Times» y comienza a ser reconocida por la crítica como una poeta diferente. Su poesía destaca por la casi completa ausencia de signos de puntuación y mayúsculas en un intento tal vez por hacer destacar las ideas y las imágenes detrás de sus palabras más allá de elementos gramaticales.

estas caderas son caderas grandes

ellas necesitan espacio

para moverse.

ellas no entran en pequeños

mezquinos lugares, estas caderas

son caderas libres

Homenaje a mis caderas, 1980

A lo largo de las siguientes décadas Lucille se desempeñaría como profesora de Literatura en diferentes universidades y sería convocada a participar en charlas y conferencias. Continuó publicando libros de poemas orientados a diferentes temáticas. En 1987, dos de sus libros de poemas («Good Woman: Poems and a Memoir» y «Next: New Poems») fueron elegidos como finalistas para el afamado Premio Pulitzer de 1988. Aunque no ganaron el importante galardón, la nominación contribuyó para hacer llegar la voz de Lucille a más personas que se vieron atraídas por su estilo pero también por los temas y tópicos que se dejaban ver en cada uno de sus versos.

Ilustración de Almudena Arribas

Entre los intereses que más recurrentemente se pueden observar en los poemas de Lucille aparecen un fuerte reconocimiento a su identidad de mujer afroamericana. Esta combinación de elementos que la misma Lucille rastreó hasta la desaparecida república africana de Dahomey (posterior colonia de Francia y actual Benin) se hacen presentes en palabras que destacan los rasgos de su cuerpo, su pertenencia identitaria, sus deseos y sentires, la lucha de sus antepasados, las marcas en la piel y la historia del racismo y la esclavitud.

y estoy vistiendo

la historia blanca

pero no hay futuro

en esas vestimentas

por eso me las quito y

me despierto

danzando

Mi sueño sobre ser blanca, 1989

Lucille fue también una prolífica escritora en términos de la mirada femenina. En su obra encontramos varias referencias a una delicada observación y un concienzudo autoconocimiento del cuerpo propio, como por ejemplo cuando le escribe a su útero o cuando celebra el poder de la menstruación.

si hay en algún lugar agua

más poderosa que esta salvaje

agua

reza para que fluya también

entre los animales

hermosos y fieles y antiguos

y femeninos y bravos

Poema en celebración de la menstruación, 1991.

Lucille murió en 2010 a causa de un cáncer. Su vida privada nunca fue expuesta de manera grandilocuente por lo cual no abundan datos sobre su infancia o su vida adulta más allá del hermoso amor que mantuvo con su marido y con los seis hijos que la pareja tuvo en común. Desde su muerte, la revalorización de su obra es un trabajo que muchas organizaciones e instituciones han llevado a cabo para traer a escena la belleza de sus palabras, para recordar su legado y para sembrar con cada estrofa más arte y lucha.

Aquí puedes leer más poemas de esta artista: https://poets.org/poet/lucille-clifton

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