Un texto esperanzador en medio de una época difícil. Celia nos invita a nunca dejar de luchar por un mundo mejor.
Se cierra un ciclo y se abre otro,
eso dicen.
Se avanza y se retrocede a la vez,
eso enseñan.
Se tiñen las puertas del odio en blanco,
eso esperan.
Sin embargo, una antigua admonición parece
arribar.
Eterniza el vuelo la paloma,
que nunca alcanza su lecho.
Y para no caer exhausta,
coge algo de aliento fresco.
Se reabren heridas viejas ya cerradas,
eso hacen.
Se gritan antiguos cánticos enterrados,
eso alardean.
Se tinta la verdad con discursos manchados,
eso quieren.
Sin embargo, las vetustas contiendas parecen
aguantar.
Eterniza mi corazón su sufrir,
que nunca alcanza su calma.
Y para no caer en el abismo,
coge la ilusión que anida en la rama.
Con este poema salido del alma, como la bocana de aire limpio que necesitamos de
vez en cuando inspirar, quiero compartir con vosotres este adiós a Proyecto-kahlo. Un adiós
triste, puesto que hace falta mucho amor frente al odio que se ha instaurado en los últimos
tiempos 2.0, pero también con el esperanzado pensamiento de que volvamos a resurgir de
las cenizas y sigamos luchando por las causas hermosas. Por la justicia universal.
Con este poema, quiero lanzar la reflexión de que a veces el peligro nos acecha sin
darnos cuenta y que el auge de la extrema derecha, del fascimo (o el franquismo en el caso
español) se hace patente cada día más. No podemos permitirnos un regreso al pasado,
menos a ese pasado negro que ocupó parte de nuestra historia. Los ciclos se cierran para
mejorar, si por el contrario lo hacemos para involucionar, debemos repensar muy a fondo
sobre dónde está el error, en qué hemos fallado y cómo subsanarlo.
Hoy se cierra un ciclo para mí, para todes. Pero mi voz y mi corazón, mi lucha y
pasión por continuar en la trinchera no va a cesar, pase lo que pase, cueste lo que cueste.
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