Cecilia nos comparte un texto que tal vez es una despedida, pero tal vez es el comienzo de una nueva red de aprendizaje. La preciosa ilustración que acompaña es de Yolanda.
Se acerca el final. ¿El final? ¿Pueden terminarse los sueños y las comunidades llenas de emociones? No creo.
Este mes es, por decisión de todas las que formamos este inolvidable grupo, el último mes de Proyecto Kahlo. Son varias las razones por las cuales tomamos una decisión así, tan pensada y sentida, en el cuerpo, la mente y el alma. En estas, mis últimas líneas luego de 7 años formando parte de esta infinita red de compañía, quiero pensar un poquito en la palabra «ciclos», las que nos guía en este diciembre y que nos sirve para pensar en los momentos de nuestra vida que se vieron atravesados por Proyecto Kahlo.
Me uní a PK en el año 2014. Desde el primer momento se me recibió con amor. Con libertad pero también con acompañamiento y sostén, algo que creo yo que es mucho más importante que la libertad. Poder tejer redes de compañía y ayuda con personas que estaban a miles de kilómetros de distancia fue, desde el primer momento, algo maravilloso e inesperado para mí. Venía a escribir y encontré a un hermoso grupo de mujeres que son y serán siempre mis hermanas en este camino.
Como en la vida misma, para poder crecer se necesita hacer el proceso junto con quienes te rodean. Nada se logra por una misma porque estamos dando pasos sobre un territorio que ya fue habitado por otras y otres. Somos quienes somos en conjunto con les demás, les que estuvieron antes, les que están ahora y les que estarán a futuro. Saberse parte de un proyecto colectivo es un doble desafío en un mundo en el que todo parece girar en torno a la idea de éxito personal o de sálvese quien pueda. Mis proyectos, mis objetos, mi propiedad privada, mis deseos, mis éxitos. Cuesta pensarnos como personas en constante entrecruzamiento y así, crecer junto a otras personas que sólo conocía a través de los mails primero y con quienes he compartido un sinfín de momentos, decisiones, reuniones, alegrías y tristezas claramente dejará una marca en mi vida.
Siempre sentí que en mi vida los momentos se iban sucediendo sin demasiada continuidad. Aprendí idiomas tantos años, intenté aprender guitarra una vez y me dí cuenta de mis limitaciones, hice talleres, cursos, algún que otro viaje, hubo personas que estuvieron y ya no están, compartí muchas vivencias con algunas, milité políticamente, intenté comprometerme. Todas esas cosas duraron períodos de tiempo en mi vida: ciclos. Son pocas las cosas y personas que realmente han permanecido a través del tiempo. Pero esas son las que más atesoro, son mi hogar y siempre busco volver a ellas como cuando une viaja en el transporte público luego de una larga jornada laboral deseando llegar a casa para tomar un rico mate y descansar. Sé que aunque hoy parezca que esto es el cierre de un nuevo ciclo en mi vida, Proyecto Kahlo deja mi alma marcada para siempre. Los aprendizajes sobre feminismo, lecturas, inspiración, las personas hermosas que conocí harán que este sea un ciclo que queda abierto. No es un hasta luego, es siempre un continuará. Como continúa la lucha por un mundo más igualitario y mejor, el deseo de construir una realidad un poco más justa, poner el granito de arena para no pasar tan indiferentemente por esta vida. Ese amor y esa energía siempre continuarán en mí gracias a Proyecto Kahlo.
1 Comentario
9 años por aquí, que de palabras, emociones y experiencias compartidas… que sensación de pena y agradecimiento. Os quiero!