Una Frida nos pregunta qué sucede al sentirse interesada por el mundo de la estética y también por otros campos más «culturales», siente que no pueden encajar. Otra Frida nos cuenta su dolorosa experiencia con la endometriosis. Vuestras consultas y nuestros consejos.
¡Hola Fridas!
Me llamo M., es la primera vez que escribo y lo hago porque creo que ustedes pueden darme algún consejo.
Tengo 17 años, me encanta la moda, el maquillaje, amo los libros e intento llenarme cada vez más de cultura, pero tengo algunos nudos en la cabeza… Creo que si me gusta la moda, arreglarme y maquillarme voy aparecer una chica plástica y bruta y la verdad no quiero eso. Atraigo a los chicos físicamente pero definitivamente no quiero volverme esclava de mi apariencia física y no logro encontrar un equilibro entre los conocimientos que quiero adquirir y cómo me quiero ver. No suelo comentarle a nadie ese tipo de cosas que me preocupan. Siento que la verdad no sé todo lo que debería saber. Temo ser una chica superficial y tonta y aunque parece que los estereotipos no me afectan, sí lo hacen. Hace unos años pesaba 70 kilos y ahora unos 47, pero he tenido problemas de nutrición que no he comentado a nadie, no me gusta mucho mi cuerpo y la suma de: no me gusta mi cuerpo + no quiero ser superficial + temo ser tonta y etc… Me hacen sentir un poco inferior. Así que ¡NECESITO UN CONSEJO!
¡Hola M.!
Gracias por escribirnos y confiarnos tus dudas.
Comprendo que te sientas así. Y es que nos han vendido que si eres una cosa no puedes ser otra: o eres bonita o eres inteligente, o eres linda o culta, pero no las dos cosas. Como si unir un cuidado estético no pudiera ir de la mano de interesarse por tener otro tipo de conocimientos. Piensa que no tiene por qué haber ningún tipo de incongruencia: te interesa tanto el mundo del cuidado físico y la estética como de otras áreas de conocimiento y eso no tiene absolutamente nada de malo. Es posible que te interesen varias cosas y una no tiene por qué ir en detrimento de la otra.
En cuanto a tu apariencia, una vez más, es comprensible que sientas que no te gusta tu cuerpo. Los cánones de belleza que nos venden distan mucho de parecerse a lo que somos la mayoría de mujeres. Esto acaba afectándonos a muchas, y el rechazo al cuerpo es, por desgracia, muy común. Pero piensa en esto: los cuerpos que nos venden no son los cuerpos de la mayoría, y en la mayoría de publicaciones, anuncios, etc., están muy retocados con maquillaje y programas de retoque fotográfico. Además nuestro cuerpo no está para decorar, para que la gente lo encuentre bonito o adecuado. Nuestro cuerpo somos nosotras, es la ventana al mundo, el que nos hace posible sentir… Es por eso que tenemos que tratarlo con mimo y también cuidarlo a través de la alimentación. No eres más o menos adecuada, más o menos mujer, por usar una talla u otra o tener una apariencia u otra.
Respecto a que sientas que no sabes suficiente, esto es tan sólo una exigencia que tienes. Es normal que no sepas de todo y nunca sabrás todo de nada (¡como todo el mundo!). Pero no sucede nada, porque la vida es un constante aprender y poco a poco te irás llenando de conocimientos sobre todo aquello que te interese. No tengas prisa ni te sientas avergonzada, nadie lo sabe todo, y si así alguien lo cree, no está en lo correcto…
En cuanto a tus problemas de nutrición, lo mejor que te puedo aconsejar es que acudas a un psicólogo o psicóloga para que te pueda ayudar con ellos. Son problemas muy complejos y debajo de ellos suele haber mucho a trabajar. Así que te animo a que acudas para que te ayuden y den mejor consejo, para eso estamos ;).
Te mando un abrazo grande,
Irene
La primera vez que me sentí mal, supongo, fue también la primera vez que me llegó la regla (menarquía). Nunca me consideré una mujer apta para ser mujer. Me imaginé siempre haciendo “trabajos de hombres”, y es que me hacían feliz. Puede que el que mi mamá haya querido un varón influyó en mi infancia.
Nunca compartí mis malestares físicos con nadie, porque no me parecía justo que el resto tuviera que sufrir conmigo. Tengo una familia en constante conflicto, eso me hacía pensar aún más si compartir mis problemas, miedos e inseguridades con ellos. No quería molestar.
Tengo 18 años recién cumplidos, dolores de cabeza constantes, una depresión incipiente y ahora también, endometriosis. Una enfermedad que causa, en mí, cuadros de dolor insoportables. El dolor es tan fuerte que no logro mantener mis alimentos en el estómago, y lo único que lo calma es cuando me inyectan. Nunca en mi vida había sentido un dolor tan grande. Nunca hasta ahora.
La endometriosis, tiene un 50% de probabilidades de presentarse asintomática. Pero creo que la suerte se saltó una generación conmigo. Yo estoy en el otro 50%, en aquél donde las mujeres sufren una agonía rogando por que alguien les arranque aquel órgano que al fin y al cabo, es el que te hace mujer. Nunca pensé en tener hijos hasta que hace un año conseguí una pareja “estable”. Para muchos con 17 años no puedes saber qué quieres hacer con tu futuro. Yo tenía el mío bastante planeado. Y los hijos venían dentro del plan, digo “venían”, porque esta enfermedad causa infertilidad, no en todos los casos, pero como ya comenté la suerte no va conmigo.
Cuando cumplimos seis meses con mi novio iniciamos una vida sexual activa y decidimos hacerlo sin protección. Con cuatro meses de una sexualidad constante y desprotegida, nunca nos salió premio. Él estaba muy entusiasmado con lo de ser padre, pero ahora conmigo no podrá cumplir ese sueño. Así que éste es el recuento: tengo 18 años recién cumplidos, dolores de cabeza constantes, una depresión incipiente, endometriosis y soy infertil.
Todos los que ahora lo saben me dicen que no tengo que perder la esperanza, que no deje la fe. Pero ellos, claro está, no llevan un útero que se vuelve en su contra todos los meses, dolores insoportables y un sangrado interminable.
No sé ya a qué aferrarme, me encerré en mi autocompasión. Entré en una crisis y no sé cómo enfrentarla, soy joven y se me han presentado muchas piedras en el camino.
Quiero consejos, quiero compartir, quiero saber que no soy la única y que al final no es tan terrible como se ve y como se siente.
De ante mano muchas gracias.
Hola X.
Gracias por compartir con nosotras tu experiencia, entiendo tu dolor y tu frustración. ¿Quién no se ha sentido así en alguna ocasión?
La endometriosis, por desgracia, es aún la gran desconocida, o más bien, la gran descuidada. A las mujeres que la padecen no se les presta suficiente atención, y los avances en el campo de la ciencia y la medicina parecen mirar en otra dirección. No obstante, como siempre, existen voces que se hacen escuchar y que nos están recordando al resto que la endometriosis no es un «capricho femenino», no es una «histeria menstrual», es una situación patológica de nuestro sistema hormonal y sexual y como tal deberíamos, los sanitarios, prestarle la atención necesaria.
En algunos países, en España uno de ellos, existen asociaciones de mujeres con endometriosis que están haciendo el camino un poco más fácil para aquellas que sufren esta enfermedad en todas sus vertientes, desde estas asociaciones sueles recibir el apoyo e información necesarios, que a veces desde las instituciones sanitarias se deniega.
Te recomiendo que leas el siguiente artículo que escribí sobre la endometriosis.
Frida, entiendo tu desesperación, pero no es el fin, ni siquiera es algo irrevocable. Es muy probable que algún día quedes embarazada, sé que te costará, tu camino no es fácil, y a veces las «piedras» nos hacen caer, pero el camino sigue, y no siempre es tan pedregoso.
Un abrazo y mis mejores deseos.
Lola C.
1 Comentario
Para M.
M, soy de Chile y tengo 22 años. Puedo decirte que es normal no querer parecer tonta cuando en realidad no lo eres, se muy bien los prejuicios que todos tienen al respecto. A mis 12 años en el cole (mixto) sufrí un bulling tan interminable como estúpido por haber dicho en orientación «Yo me quiero a mi misma, las cualidades que más me gustan es que soy inteligente y bonita». Nadie dudaba que era inteligente, pero todos se burlaron por creerme bonita.
Pasando los años desarrollé mi inteligencia hasta entrar a la universidad con un puntaje muy alto en Lengua. Otra vez todos me miraban raro por creerme bonita, maquillarme y andar a la moda. Descubrí que no me gustaba mucho la literatura pero seguí, la depre me quitó el sueño y las ganas de comer.
Pasaron unos 8 meses en casa tratando de recuperarme y vi muchos videos del yutub sobre uñas, me encantó. Decidí que aprendería ya que tenía dos cajas llenas de esas tonteritas lindas. Fui a mi municipio y me mandaron con beca de transporte a estudiar 3 días a la semana, la mayoría de mis compañeras eran mujeres de escasos recursos y poca educación. Me sentía rara… Luego aprendí que muchas de ellas eran personas maravillosas y gané una amiga c: yo era el cerebrito de la clase y estudiaba por mi cuenta, lo que compensaba mi falta de pulso y paciencia. Por mi responsabilidad y notas gané otra beca para estudiar peluquería, corte y color. Conocí gente de otros estratos socio-económicos (aquí están MUY marcadas) lo que me dio más mundo. Otra vez me gané la beca de materiales, 200 dolares en secadoras, esquiladoras, peinetas, cepillos, tijeras y otras cosas. Si bien ahora entraré otra vez a estudiar en la uni, no tengo mucho dinero… pero puedo hacerlo yo misma con mis materiales haciendo trabajitos por aquí y por allá. También vendo productos por face. Soy un poco mala trabajando para un jefe pero sola me las apaño bien.
Que no te de vergüenza ser linda. Que será tu publicidad gratuita. Una herramienta de trabajo. Verás como la gente se te acerca a pedirte consejos.
Estudia mucho, lee blogs, ve videos, siempre. Un cursillo por aquí, otro por acá, probando. Nunca dejes de hacerlo. Encuentra tu propio estilo, no descuides los detalles. Nadie nace sabiendo como hacer un delineado perfecto. Todo es esfuerzo. Estos son mis consejos para ti y para todas las que somos bellas+inteligentes, pero que por los prejuicios de la sociedad nos da vergüenza atrevernos a ser como somos.
😀