Distintas películas, distintas etapas y nosotrxs, sin parar de cambiar, de crecer.
1. Boyhood, 2014, Estados Unidos.
Director: Richard Linklater.
Aquí tenemos una película que trata de manera casi literal el tema de «crecer»: un film que su director tardó casi 12 años en grabar, justo los que necesitó su jovencísimo intérprete, Ellar Coltrane, en llegar a los 18 años e ir a la universidad. El argumento nos presenta la vida de Mason, desde los 6 años hasta los 18, con todos sus cambios: mudanzas, divorcios de su madre, padrastros problemáticos, relaciones inestables, amores de adolescencia, amigos que vienen y van, y un largo etcétera.
Una verdadero relato sobre el tiempo, una forma de congelar el tiempo, de «rotoscopiarlo», como dijo Carlos F. Heredero en su número de la revista «Cuadernos de cine», dedicado al director de la película. A lo largo de su argumento, Richard Linklater nos narra el paso del tiempo, una verdadera reflexión que nos hace ver que la vida no es algo inmóvil, y que la monotonía puede ser la peor forma que tenemos las personas de morir. La vida es cambio, cambia continuamente, como lo hace la de Mason en la película.
2. Birdman, 2014, Estados Unidos.
Director: Alejandro G. Iñárritu.
Una de las grandes galardonadas de este año en los Óscar, última película de Alejandro G. Iñárritu, director de filmes tan conocidos por el público y la crítica como «Amores perros», «21 gramos» o «Babel». Si antes hablábamos de una vida en constante cambio, ahora nos toca hablar de una película cuyo protagonista tiene su vida en un punto muerto: un actor que se hizo de oro interpretando a un superhéroe y ahora, ya pasados esos momentos de gloria, sólo es conocido por ese papel e intenta encarrilar su vida profesional preparando una obra de teatro en Broadway, así como su vida familiar, que está bastante destrozada.
3. Festen, 1998, Dinamarca.
Director: Thomas Vinterberg.
Escribí dos discursos papá, uno verde, el otro amarillo. Tú escoges.
Es el sexagésimo cumpleaños de Helge, el respetado patriarca de una importante familia de la alta burguesía danesa y uno de sus hijos, sin contemplaciones, desvelan un terrible secreto familiar delante de todos los selectos invitados.
Estamos ante la primera película del Movimiento Dogma 95, del que ya hemos hablado en alguna ocasión. Siempre presente en las películas de Dogma 95, vemos ese aparente desaliño estético que acentúa su verosimilitud, así como la ausencia de recursos sonoros o visuales que evitan distraernos de la trama principal.
Dime dónde creces y te diré muchas cosas. En todas partes cuecen habas y la sociedad burguesa no es menos. El juego de apariencias, hipocresía y principios construidos sobre el fango es desbrozado en apenas 105 min.
Lo que convierte en una obra maestra a esta película es la perfecta convergencia entre los diálogos y los silencios. A través de su guion, claro, duro y con sustancia, evitando el drama fácil, nos regala trazas de un inteligente humor negro muy bien hilado, todo esto complementado con unas actuaciones magníficas. Muy recomendable.
4. Winter´s bones, 2010, EEUU.
Directora: Debra Granik.
Jamás lloraría delante de nadie que pudiera contar sus lágrimas y utilizarlas en su contra.
Winter’s bones es algo así como crecer con prisas. 17 años, una adolescencia nada deseable. Ree, cuidando de sus hermanos pequeños y de su madre discapacitada. Cuando por fin cree que su padre -un conocido fabricante de metanfetaminas- ha dejado de ser un problema, tiene que ir en su busca.
Basada en la novela homónima de Daniel Woodrell, que si no habéis tenido ocasión de leer, recomiendo. Con esta obra, Woodrell cambia las reglas de la novela negra, convirtiendo en heroína una chica que no ha llegado a la mayoría de edad. Esta ‘adictiva’ historia da paso a una correcta película, una buena adaptación. La directora sabe dosificar magistralmente y no se excede con el drama, relatando de un modo poético los acontecimientos.
Es interesante ver cómo, a través de esta historia y del enfoque que se le ha dado, podemos acertar a ver el protagonismo femenino, representado de forma seca a la vez que espléndida, en esa sociedad paradójicamente matriarcal que subyace detrás del tétrico ambiente rural.
Por último, destacamos la interpretación de Ree por la carismática Jennifer Lawrence, que actúa sin actuar, en un papel que parece venirle como anillo al dedo.
5. The man from earth, 2007 EEUU.
Director: Richard Schenkman.
Este tío o está tomándome el pelo, o está verdaderamente loco.
Cuando no crecer es el problema literal. «Soy un Cro Magnon, tengo aproximadamente 14000 años de edad». Esta es la manera en la que John Oldman, profesor universitario, deja perplejos a sus compañeros de trabajo.
Como siempre, intento “colar” alguna película independiente de ciencia ficción, se nota demasiado que se trata de uno de mis géneros cinematográficos favoritos…
Esta película, no todo lo conocida que debería, se articula a través de un guion basado en preguntas y respuestas que tiene la particularidad de forzarte a imaginar, llevándolo a cabo del mismo modo que numerosas realidades distópicas, ya sean representadas en el cine o en la literatura. Ejemplo tenemos desde “El mundo perdido”, de Conan Doyle, hasta “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, de Philip K. Dick. El hecho de que se nos plantee una nueva posibilidad, un “¿qué pasaría si…?”, resulta siempre emocionante, una travesía que nos obliga a traspasar nuestras propias fronteras.
A pesar de que su final patina un poco, esta película, más que contar una historia, te hace partícipe de ella y te permite que la construyas.
Los Comentarios están cerrados.