Autodefensa transfeminista, miedos propios e impuestos. ¿Cómo podemos derrocar al miedo? De todo ello nos habla Mónica.
Como monitora de autodefensa transfeminista tengo ocasión de hablar a menudo sobre nuestros miedos con mujeres y otros sujetos LGTBQIA* de muy diversas edades, procedencias, clases sociales, corporalidades, sexualidades… Si algo compartimos todxs, es nuestra lucha interna por librarnos de los miedos que nos inculca el sistema heteropatriarcal desde la cuna.
Desgraciamente, no son miedos infundados. En lo que llevamos de año (escribo esto el 6 de abril), han sido asesinadas 12 mujeres en manos de parejas o exparejas machistas. En 2014, fueron 54. La UNODC afirma que se cometen más de un millón de violaciones a nivel mundial, sin contar las no denunciadas, que son la aplastante mayoría. Todo esto son solamente las cifras oficiales, y ya sabemos lo que las cifras esconden.
Todxs hemos recibido piropos inapropiados. Todxs hemos sido violadas, o al menos lo han intentado. Todxs hemos sido «insultadas» llamándonos bolleras, o maricas, o marimachos. A todxs nos han tocado sin nuestro permiso. A todxs se nos ha metido un asqueroso en el portal, o en el ascensor. Todxs hemos tenido que repetir «no». A todas nos han llamado «putas», o «zorras» (pobres de ellos, intentando molestarnos) por tratar de vivir plenamente nuestra sexualidad. Y digo «todxs» porque si nos tocan a unx, nos tocan a todxs.
Sin embargo, a pesar de que tenemos razones basadas en hechos para tener miedo, creo firmemente que muchos de los que nos paralizan son infundados por la sociedad para mantenernos en el redil. Desde que somos pequeñxs se nos aconseja que no juguemos a cosas de chicos, que seremos unas marimachos; o que no juguemos al fútbol, porque si no pensarán que somos «raritos»; que no salgamos hasta tan tarde, que nos va a pasar algo; que no liguemos con tanta gente diferente; que seamos fieles; que no nos pongamos esas faldas tan cortas; que hagamos el favor de depilarnos, que parece que llevamos tiña; que nos acompañen hasta el portal; que no levantemos eso, que no tenemos la suficiente fuerza y mejor que lo haga un hombre que pase por allí; que no tomemos la iniciativa, que queda agresivo; que tengamos a mano el teléfono por si nos pasa algo.
Tenemos miedo a ser demasiado débiles, demasiado agresivxs, demasiado abnegadxs, demasiado liberadxs, a hablar demasiado, a no tener cosas lo suficientemente interesantes que decir… Con el miedo, nos tienen controladxs, acobardadxs, constreñidxs, acorraladxs.
Pero el miedo, si no va a desaparecer, al menos va a cambiar de bando. La autodefensa transfeminista ha llegado (afortunadamente, lleva ya muchos años) cual superheroína para ayudarnos a combatir el miedo psicológico y real del heteropatriarcado. Como una heroína, o como una medicina para curarnos de los males machistas.
La autodefensa con perspectiva transfeminista consiste en un conjunto de técnicas físicas y psicológicas orientadas para luchar contra las agresiones específicas que sufrimos los sujetos oprimidos por el heteropatriarcado ya sea por nuestro sexo, género u orientación sexual. De esta manera, este taller pretende ser una herramienta de empoderamiento de mujeres y otros sujetos que no detentan situaciones de privilegio en nuestras sociedades. Algunos de los objetivos principales son:
- Incrementar el estado de alerta ante agresiones sexistas para facilitar una respuesta rápida.
- Proporcionar herramientas de análisis del sistema heterosexista para poder comprenderlo y combatirlo.
- Tejer redes de cooperación aprendiendo a compartir y escuchar experiencias.
- Trabajar la toma de conciencia sobre los problemas de los sujetos oprimidos.
- Detectar y comprender agresiones heterosexistas.
Aprender las técnicas físicas (llaves, golpeos, etc.) es importante, pero su aprendizaje depende en gran medida de un importante factor psicológico: hay que perderle miedo al miedo. No servirá de nada conocer la técnica perfectamente si nos seguimos creyendo pequeñxs, débiles, menos fuertes, menos preparadxs… ya que, entonces el miedo del heteropatriarcado nos habrá ganado la batalla ya de antemano.
Por supuesto, este proceso no es inmediato, ni es fácil. Requiere un desaprendizaje brutal de millones de pequeñas y grandes cosas que nos han metido en la cabeza desde pequeñxs. Hay que trabajárselo, y mucho. La autodefensa transfeminista es una de las herramientas que nos ayudan en este laborioso proceso de reaprendizaje y reconfiguración de nuestras identidades. Nos ayuda a conformar identidades fuertes, a estar segurxs de nosotrxs mismxs.
Tenemos que acorralar nosotrxs al miedo y gritarle con todas nuestras ganas que ya no le tenemos miedo, que somos fuertes, poderosxs, guerrillerxs. Que golpeamos como chicas y como maricas, y que tenga mucho cuidado con nosotrxs, porque ya ha tocado a demasiadxs de nosotrxs y, ahora, ya tenemos en nuestro poder las herramientas necesarias para acabar con su reinado. Ahora ya, por fin, ya no tenemos miedo.
Ya no tenemos miedo. Estamos orgullosxs de nuestros cuerpos con sus pelos, sus estrías, sus músculos o sus diversidades funcionales. Ya no nos cohíbe utilizar el espacio público y estamos orgullosxs de nuestras sexualidades, nuestras identidades sexuales y nuestros deseos. Nos sentimos libres de hablar lo que queramos, donde queramos y cuando queramos. Miedo, ¡ya no te tenemos miedo!
3 Comentarios
daniel la I y la A pertenecen a Intesexual i Asexual respectivamente
Moy buen artículo, estoy realmente interesada en la autodefensa feminsita
Hola! La I es Intersexual y la A es Asexual.
Gracias por tu comentario!
Excelente artículo, tienen toda la razón sobre el heteropatriarcado. Una duda; en la comunidad LGBTTTQIA que es la I y la A? Perdón por mi ignorancia, espero y puedan resolver mi duda, siempre las leo, las amo. Éxito chicas.