Maureen hace un repaso de su vida en diferentes puntos del globo a través de comidas y recetas que le marcaron profundamente. ¡A disfrutar! Version française ici.
Hay gente que se acuerda de toda la música que estaban tocando en los momentos fundamentales de sus vidas, hay gente que conoce películas o libros que corresponden a los momentos claves de sus vidas. Para mí es un poquito diferente; me mola tanto la comida que en vez de presentarte la banda sonora o la banda literaria de mi vida, te voy a presentar la banda culinaria de mi vida. Prepárate, porque va a ser delicioso. Antes de continuar tengo que decir que lxs que me conocen personalmente saben que me encanta comer tanto como odio cocinar. Así que todos los platos mencionados probablemente han sido cocinados con amor, pero seguramente han sido comidos con todavía más amor.
Arroz blanco con salsa de cacahuete
En Costa de Marfil, donde pasé mi infancia, se come mucho arroz; de hecho la etnia de mi padre (los bétés) está reconocida como gran amante del arroz. Uno de mis recuerdos de infancia más chulo es estar en la plantación de arroz de mi abuela pisando en las buenas plantas en vez de en las malas, arruinando todo lo que mi abuela acababa de sembrar. Yo era una niña de la ciudad, no sabía diferenciar las buenas plantas de las malas. Pero en vez de reñirme, me amarró a su espalda y así ya no podía pisar nada. De hecho, el arroz es tan consumido que pensaba que era una planta endémica de mi tierra, hasta que descubrí que fue introducida en el país después de la independencia.
Uno de mis platos favoritos es el arroz blanco con salsa de cacahuete, sabe un poco como el mole mexicano. Hasta hoy cuando entro en una casa donde se está cocinando el arroz, el olor me hace sentir en casa. Para algunxs es el olor del pan, para mí es el olor del arroz. El arroz blanco se puede acompañar con todo; pero en Costa de Marfil lo comemos con muchas salsas diferentes (salsa de berenjenas, de gombo fresco o seco, etcétera). Una de mis favoritas y una de las únicas que decidí aprender a cocinar es la salsa de cacahuete.
Alloco
Quien nunca ha probado el alloco no sabe lo que se está perdiendo. Es un plato típico de África del Oeste donde tiene nombres diversos. Sé que también existe en muchas partes de América Latina. En Costa de Marfil lo llamamos alloco, que significa dorado en el idioma baoulé. El alloco es el plátano macho, cortado y frito hasta volverse dorado; se come siempre, especialmente como merienda. Cuando era niña, solo quería que el día de escuela se acabase para volver a casa pedirle a mis padres unos centavos para ir corriendo hacia una de las vendedoras de alloco que hay en cada esquina de las calles. Lo mejor era cuando volvía de la escuela y alguien ya había comprado mi alloco de merienda y me esperaba en la mesa de la sala. El alloco se come solo, con pescado frito, huevos duros, salchichas, pinchos… ¡Y sin olvidar la salsa bien picante para acompañarlo!
Chips and Gravy
Ya sé que todo el mundo dice que en Inglaterra no se come bien, y tal vez todo el mundo tiene razón; pero las chips and gravy eran una constante en mi vida de estudiante Erasmus fiestera a quien no le gustaba cocinar. Me encantaba comer mis patatas fritas con gravy, una salsa de jugo de carne muy presente en la cocina norteamericana y británica. Y aunque no sea la comida más saludable del mundo (ni mucho menos), me recuerda a momentos de fiestas, amigxs, botellones, dolores de pies por culpa de tacones y tiendas de patatas fritas abiertas toda la noche; sólo buenos recuerdos, vamos.
Knafe
Hace algunos años tuve la suerte de poder pasar el verano en Palestina y lo que me encantó, aparte de la amabilidad y de la hospitalidad de sus habitantes, era la comida. Dios, ¡qué bien se come en el Medio Oriente! Daba clase de inglés por la mañana y mis tardes las dedicaba a recorrer las tiendas de dulces. Fue así como descubrí el que hasta hoy es mi dulce favorito: el knafeh. Es un postre a base de queso, cabello de ángel y almíbar. ¡Ñam, ñam!
Berenjenas fritas con miel
El destino me llevó hasta Andalucía, donde tuve la suerte de vivir algunos meses. Esa región es tan bella que decidí descubrirla con mi madre, así que la invité a pasar unos días conmigo y a viajar. Nos fuimos de Sevilla a Córdoba y, después de haber visitado la mezquita (una maravilla) y otros lugares turísticos, teníamos hambre. Como no teníamos ningún guía turístico, elegimos por casualidad un lugar para almorzar. Vino la carta y mi madre se interesó por las berenjenas fritas con miel. ¡Berenjenas fritas! ¿Cómo puede ser? Es que las berenjenas marfileñas que cocina mi madre son pequeñas, redondas, verdes, amarillas o naranjas; no tienen nada que ver con las berenjenas que se comen en Europa. Yo ya había probado este plato en Sevilla, así que le dije a mi madre que debería probarlo. Ella pidió el plato por curiosidad y se quedó flipada. Las berenjenas de Sevilla estaban buenas, pero las de Córdoba eran una delicia. Hasta ahora, cuando se menciona España, mi madre se acuerda de este plato con nostalgia:qué ricas estaban las berenjenas de Córdoba…
Tapioca con goiabada y queso (Romeu e Julieta)
Todos los viajes no son tan buenos como se esperaba. Ese fue mi caso en Brasil, que fue la experiencia de viaje más difícil de mi vida por varias razones. Pero en medio de ese fracaso, tenía una luz acogedora: la tapioca. Esperaba con ganas el final del día de trabajo para ir al vendedor de tapioca más cercano a la oficina para comer el dulce del día que me iba a calmar el corazón. Se encuentran vendedorxs de tapiocas en cada calle de Río de Janeiro y hay tapiocas de todos los gustos, dulces o saladas. Pero mi favorita es la de goiabada con queso o también llamada tapioca Romeu e Julieta. La tapioca es como una crepe hecha con harina de yuca; la goiabada es un tipo de mermelada de guayaba y el queso es el queijo minas, un queso típico de la región de Minas Gerais. La mezcla puede parecer rara, pero es una de las cosas más deliciosas que jamás probarás en tu vida.
Esta es la banda culinaria de mi vida y está muy lejos de ser exhaustiva. Espero que se vaya ampliando porque, en serio; la vida es demasiado deliciosa para estar a dieta =)
Y tú, ¿cuál es la banda culinaria de tu vida ?
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