Una lectora nos da algunos trucos muy comestibles para mejorar nuestros desajustes menstruales.
Quizás todas hemos escuchado alguna vez en nuestra vida que somos cíclicas o lunares. Algunas se habrán preguntado ¿qué quiere decir esto? Es una forma de llamar al proceso cíclico que vive la mujer continuamente en su periodo de fertilidad, desde la ovulación hasta la menstruación. Por ello, buena parte de creencias ancestrales y terapias femeninas asemejan nuestro proceso de sangrado al movimiento cíclico de nuestro satélite natural; la luna.
Comprender este orden “sencillo” y biológico de la mujer es vital para el empoderamiento de nuestra feminidad. Ahora bien, además de mujeres con este ciclo lunar (cumplir con una fase de 28 lunas o 28 días promedio de nuestro ciclo) existimos mujeres que podemos tener la duración del ciclo menstrual diversa, entre 21 y 35 días y esto también entra dentro de lo normal.
Sin embargo, algunas también hemos conocido alteraciones de la menstruación, como por ejemplo:
- Menorrea – “me llega mucho”: aumento excesivo del flujo de las menstruación con pérdida excesiva de más de 80ml y se extiende a más de 7 días).
- Oligomenorrea – “me dura mucho en venir”: duración prolongada del ciclo del menstrual por más de 35 días entre una menstruación y la otra.
- Polimenorrea – “se me fue rápido”: ciclo menstrual muy corto y menor a 21 días.
- Polihermenorrea– “me viene mucho y ya me vino”: flujo menstrual abundante y acortamientos de intervalos intermenstrual.
- Amenorrea , dismenorrea, hipermenorrea y un buen etc.
Hay muchísimas mujeres que sufren alguna o más de una de es estas alteraciones, en momentos puntuales o de forma permanente. Yo fui una mujer cuyo ciclo menstrual osciló entre “se me fue rápido y luego me viene mucho y ya me vino” además en cada ciclo tuve el llamado “síndrome premenstrual SPM”. Yo en particular prefiero llamarlo desarmonía o desajuste menstrual antes que síndrome. Éste se traducía en mi cuerpo como un dolor intenso en el vientre, dolores de cabeza y estados anímicos variados. Más tarde entendí que podía orientar este desajuste sin necesidad de tomar hormonas sintéticas y pastillas comerciales que te quitan todo; hasta las características de ser cíclica.
La verdad es que reorientar mi alimentación fue de vital importancia para entender lo que me sucedía hormonalmente durante mi ciclo menstrual. Es natural que existan sensaciones durante el ciclo, pero los desajustes pueden minimizarse, y para ello es importante equilibrar las hormonas relacionadas con la menstruación a través de los productos que ingerimos, pudiendo así vivir de una forma más saludable. Aquí os dejo algunos ejemplos:
- Si nos da ansia por comer (sobre todo dulce) nos da sueño y cansancio es señal de desequilibrio del estrógeno. Para ello debes aumentar los cereales, incluye cebada a tus platos, consumir verduras (sobre todo las verdes), legumbres, frutas y modera o evita las carnes y lácteos ¿Y qué hay de las grasas y la comida chatarra? Nos encanta ir directas a las comidas sobre saturadas de grasas y azúcares, y esto lo que hace es empeorar nuestro nivel de estrógeno.
- Si nos hinchamos más de lo normal por la retención de líquidos, sufrimos aumento (con dolor excesivo) de los senos, cambios de humor con tendencia a depresión o mal humor, y dolores de cabeza, seguramente exista una desarmonía de la progesterona. Aumenta el magnesio, incluye a tus platos ñame, frutos secos, semillas de auyamas (calabazas), sésamo y nuevamente modera o evita el consumo de lácteo, carnes y café.
- Existen plantas que se han vueltos nuestras aliadas, entre ellas está la Vitex Agnus castus: hay estudios que indican que es una planta reguladora y que ha ayudado con los quistes en los ovarios, sirve también para la menopausia y para regular el “SPM”. Otros ejemplos: una infusión a la semana de valeriana te ayudará a sentirte más calmada; una infusión de manzanilla en las mañanas suaviza el movimiento de las paredes del útero y ayuda a que baje la sangre; y unas góticas de flores de Bach, como el Escleranto, ayuda con los cambios de humor.
¿Qué le pasa a mi cuerpo? ¿Cuál es mi ciclo? ¿Cómo vivo? ¿Cómo me alimento? Después de estas preguntas y con tiempo, descubrí el gran secreto; reconocí, como dice Pabla Pérez Dejar, que «el ciclo fluye con lo que mi corazón puede sostener». Hay que explorarse, aprender cuál es el ritmo de tu cuerpo, tu tipo de ciclo menstrual y finalmente, buscar los alimentos que hagan que este sea lo más armónico posible.
¿Te sumas al cambio?
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Ramsis (35), Venezuela.
5 Comentarios
Pingback: Mi ciclo menstrual y mi alimentación | Uterina
Muy interesante la nota! He planteado lo de la alimentación a los médicos en relación a lo hormonal y ellos en general no le dan mayor importancia. Lo bueno es ir conociendo cómo inciden las hormonas en cada una
.. Gracias por la información
Si definitivamente el alimentarse naturalmente influye en todo nuestro organism
El artículo me ha parecido genial, simplemente una se siente sola o un poco incomprendida en los temas relacionados al desajuste menstrual, a veces no puedo ni siquiera controlar mis emociones lo que ya es bastante molesto y no dejemos de un lado esa terrible hinchazón, me sumo al cambio, ya que el poder mejorar nos concierne a nosotras y que mejor que saber que no se esta sola en la transición.
informacion muy interesante !!! creo q educarnos ante estos sintomas es poder transitar estos momentos con menor dificultad. gracias.