El humor que lleva consigo ridiculizar a colectivos o personas, sólo suele hacer gracia a la persona que lo cuenta… ¿Por qué será? Maureen nos lo descubre.
Hoy les vengo a hablar del humor racista, sexista, homofóbico, xenofóbico… De todas las bromas usadas para rebajar a los grupos no-dominantes. Pero vamos a concentrarnos en el humor racista y/o sexista, ya que una sólo puede hablar bien de lo que ha experimentado.
Antes no entendía las bromas racistas. Creo que es porque todavía no había entendido que era negra o, más bien, no había entendido lo que tener ese fenotipo significaba para los demás. Así que cuando en el colegio un tío de mi clase me hizo una broma racista, no la entendí y el chico se fue, decepcionado con mi reacción. La verdad es que sólo entendí esa broma hace poco tiempo.
La cosa con las bromas racistas y/o sexistas (o bromas de odio como las llamo yo) es que sólo son graciosas para la persona que las dice; o sea, para la persona dominante. Ya oísteis una broma que empieza así: un hombre blanco, católico, cisgénero y heterosexual entra en un bar… ¿No? Pues yo tampoco. Lo más gracioso es cuando la persona en posición de poder se enfada cuando la víctima de la broma de odio le hace notar que su broma es racista o sexista.
Esas personas suelen responder con las frases siguientes: hoy en día se debe ser políticamente correctos o sólo es una broma, ya no se puede decir nada. Pues mira, queridx; si no tienes nada más que cosas racistas o sexistas para contarme, mejor callarte, ¿no? Además, no sé cómo tu madre te crio, pero la mía me enseñó a ser una persona correcta y a tratar las otras personas con respeto. ¿Desde cuándo eso se volvió malo?
Nunca entenderé a esas personas que esperan que me ría de una broma racista o sexista. Perdonen, pero todavía no he desarrollado un síndrome de Estocolmo; no voy a reírme de algo que me hiere y me rebaja. Esa es una característica del blantriarcado (patriarcado blanco): sus propias absurdeces le parecen lógicas. Tengo que añadir que sí, existen personas negras y/o de sexo femenino que se ríen de bromas racistas o sexistas; pero eso no significa que las bromas no sean racistas o sexistas, sino que esas personas han interiorizado tanto el blantriarcado que no les parece nada grave. A esas personas no les tiro piedras; yo fui así también, todxs fuimos así, no siempre supimos todo lo que sabemos ahora. Lo más importante es tener la voluntad de desalinearnos.
Mi técnica frente a una broma racista o sexista es no reírme, mirar a la persona, poner una cara neutral, callarme y dejar que la persona se ponga incómoda. Lo hago porque noté que no sirve para nada intentar convencer a una persona racista o sexista de que lo es, así como no sirve para nada intentar convencer a un loco de que está loco. Es inútil. Esa persona te va a decir que no lo es, que te estás victimizando y que eres tú la racista y/o andrófoba. Una total pérdida de tiempo.
Dicho esto, hay personas que de verdad dicen cosas racistas o sexistas sin darse cuenta y si alguien un día te lo hace ver, no necesitas tomártelo personalmente y montar un escándalo. Un vale, disculpa es suficiente y ya se podrá pasar a otra cosa, hablar con las personas es una manera de mejorar. Y como ya he dicho, debido a la historia del mundo en el que vivimos, todxs somos racistas y sexistas por acción o por omisión, el primer paso es admitirlo. Aquí algunas técnicas para reaccionar a bromas racistas (funciona también para las sexistas).
(Contenido en inglés)
Esas técnicas pueden funcionar a nivel individual pero, ¿qué hacer cuando burlarse, ridiculizar, animalizar y rebajar un grupo de persona se hace a nivel institucional? Me pregunté eso cuando a principios de mes una amiga brasileña me mandó un vídeo que es el ejemplo perfecto de humor racista a nivel mediático. En este show en la televisión pública brasileña, país en el cual aproximadamente la mitad de la población es afro descendiente, un personaje llamado el africano vino a divertir el público. Os dejo admirarlo:
(Contenido en Portugués subtitulado en francés)
No encuentro palabras para describir la rabia y la indignación que sentí al ver este vídeo, digno de la más asquerosa propaganda colonial europea del siglo XIX. Pero aun así, hay personas que vinieron a decir que sólo era humor. Ya se lo he dicho, las personas racistas no ven nada malo en el racismo y las personas misóginas no ven nada malo en la misoginia, no sirve para nada intentar convencerlas, es una total pérdida de energía. Lo que necesitamos es empoderarnos como grupo y fortalecer la acción colectiva para calentarle el culo a los racistas misóginos, para que sepan que NUNCA les dejaremos en paz.
1 Comentario
Como chilena…
eeeh…
que es esta wea?
por favor, casi todo acerca de ese video brasileño fue desagradable, sin sentido y no sé, solo puedo sentirme muy rara.
Aquí en santiago hace poco que llegaron muchos inmigrantes colombianos, más peruanos, bolivianos, españoles y etc. La gente que se molesta y hace bromas xenófobas es gente que realmente no está en contacto con estas personas o que tienen vecinos de mal comportamiento.
Mucha gente se siente cómoda recibiendo aquí a gente de otros países.
Hace notoria esa faceta chilena de estar como desconectado del mundo globalizado y cosmopolita, separados por cordilleras, desiertos y mares.
Somos curiosos incluso del que vive en la otra punta de la ciudad. El que puede ver nieve caer, el que sabe cómo es un zorro, un ciervo o pájaros de colores y hermosos bichos grandes.
Nos hace conscientes de nuestras fallas. Nos hace querer ser mejores.
Gracias a eso ya no sufro tanto por mi naturaleza un poco mucho correcta, en algunos trabajos me instigaban a mentir, robar o a no trabajar tanto, también a chismorrear.
Aún así día a día escucho un murmullo de jóvenes chilenos cuando pasa un grupo de personas de piel oscura «oooh… cacha, se oscureció ajajaja» y siento que la ignorancia es dañina.