Una Frida nos pregunta si es un mito ser feminista sin ser de izquierdas remontándose a los orígenes de las sociedades pre-capitalistas. La otra consulta es de una Frida que nos cuenta que está enganchada a un chico, sabiendo que no le conviene. ¿Tendrá la culpa Disney?.
En tu duda planteas que las feministas de izquierda reconocen que el machismo tiene su punto de origen en la desigualdad del modo de producción capitalista. Sin embargo, cabría preguntarse qué feministas de izquierdas defienden esto, ¿todas las feministas de izquierdas? Algunas feministas marxistas, como Lidia Falcón, quizás; pero no todas. Monique Wittig, desde una postura feminista y marxista, considera en «El pensamiento heterosexual» que la fuente de la desigualdad es el contrato heterosexual que divide a la sociedad en dos clases políticas diferenciadas: hombres y mujeres.
Por lo tanto, desde esta perspectiva, tiene sentido que creer que el feminismo no puede solo dirigir su lucha a acabar con las clases económicas, sino también generizadas y sexuadas, ya que esta división es anterior, aunque, por supuesto, reforzada por el capitalismo. La vieja tesis marxista de que todas las desigualdades, todas, acabarían al transitar al siguiente modo de producción (el socialismo), no se aplica al género, pues las opresiones de género hunden sus raíces en una opresión más profunda y transversal a todos los modos de producción: el patriarcado.
Por otra parte, cabe problematizar qué entendemos por «ser de izquierda». ¿Pertenecer a partidos políticos que se auto-denominan de izquierdas? ¿Militar en grupos comunistas, socialistas o anarquistas más autónomos? No tenemos respuesta para ello, y no seremos quienes aquí saquen una definición dogmática de lo que es ser de izquierdas, pero consideramos que ha de ser una ideología que se ve motivada por la consecución de una sociedad más igualitaria en todos los aspectos humanos.
Así pues, hay por supuesto movimientos de izquierdas, incluso autónomos, que solo se centran en la lucha económica, en la lucha de clase, y que solo consideran asuntos políticos dignos de atención aquellos que están relacionados con la clase. Esto ha ocurrido, al menos en el contexto norteamericano y europeo, desde los años 70, cuando mujeres militantes de grupos autónomos de izquierdas tenían que escindirse y fundar sus propios grupos de mujeres para poder tratar sus problemáticas sin ser acusadas de estar desviando la atención de los problemas «verdaderamente importantes». Surgieron así los grupos de autoconciencia de mujeres, en los que se comenzó a tomar conciencia de que lo personal es político. Esta lucha que, desde la izquierda, sólo centra su atención en la clase y descuida las desigualdades de raza o de género, desde nuestra perspectiva, no acaba por sí sola con el patriarcado ni con el racismo estructural. Porque, ¿puede una sociedad ser igualitaria sólo en una parte de su estructura? ¿Asegura conseguir la igualdad en una parte que se expanda automáticamente, sin ningún trabajo específico, a las demás partes; en otras palabras: asegura tener igualdad económica que nuestras sociedades vayan a ser automáticamente feministas y anti-racistas?
Por otra parte, es muy importante destacar que el feminismo ha luchado siempre desde la izquierda. Tampoco seremos aquí quienes digamos quién es feminista y quién no, pero entendemos que el feminismo es un movimiento que debe luchar por la justicia global. Todas las luchas conseguidas desde los feminismos han venido de luchas que, de alguna manera, estaban situadas en la izquierda ideológica (o partidos, o más comúnmente, movimientos autónomos, pues la lucha y las victorias conseguidas siempre vinieron desde abajo, desde las radicales y las extremistas).
Como dices, y afortunadamente, la izquierda amplia su espectro y se hace cada vez más interseccional, acogiendo cada vez luchas más diversas, pues se ha comprendido que acabar con la opresión de clase no es la única solución a todos los problemas humanos. Desde nuestra perspectiva, sólo desde una lucha interseccional se podrá conseguir una justicia global.
Mónica.
La verdad les escribo porque ya ni sé que hacer… resulta que a inicios de este año conocí a un muchacho, que no les voy a mentir, me atrajo físicamente desde el momento en el que le vi. Le empecé a hablar y resultó ser muy amable. Sabía cómo seducirme, de tal forma que me tenía pensando en él la mayor parte del tiempo. Cuando empezamos a tener la confianza necesaria, él empezó a mostrar su verdadero yo, empezaba a hacer comentarios racistas, machistas, homófobos… incluso decía cosas contra algunas de mis compañeras de clase por su aspecto físico. Obviamente eso me molestaba y una vez me molestó tanto, que nos peleamos y pasamos como tres meses sin hablar del todo. Yo sé que es estúpido pero yo le extrañaba demasiado, aunque sabía que no me ayudaba a crecer como persona. Un día él me escribió y yo le contesté, y a partir de entonces comenzamos a hablar de nuevo. Él me decía que no había cambiado pero que estaba en proceso, que me extrañaba y esas típicas cosas que le dicen a uno para convencerlo y uno solamente cae como un tonto. Así que nos empezamos a ver otra vez. Hay algo extraño en él que aunque él no quisiera a veces, hacía comentarios o decía cosas que me hacían sentir inferior… en esos momentos yo me decía que no podía tener tan baja autoestima, que él no decía esas cosas por mi, que no lo tomara todo personal… entonces me lo guardaba.El punto es que hace como una semana salimos (sí, llevo todo el año mortificada por mi situación con él) él me empezó a contar una historia de una fiesta a la que había ido hace poquito y donde había mucho licor y gente. Me dijo que se quedó a dormir en la casa de un amigo con otros 10 maes pero que había una muchacha y que durmieron en el mismo cuarto solos. Osea, no me dijo que hicieron nada pero tampoco que no; en el momento, otra vez, me tragué todo lo que sentía y actué como si nada pasara ( al fin y al cabo no somos nada formal ni por el estilo) pero la verdad es que me sentí mal. Ese mismo día cuando regresé a mi casa me dieron la noticia de que me aceptaban para un workshop de una semana en Estados. Obviamente me puse súper feliz y quería contarle a todo el mundo, él incluido. Todos mis amigos me respondían casi de inmediato pero él me dejó en visto como por dos días y cuando me contestó me dijo cosas muy cliché: como que me apoyaba un montón y que sabía que iba a hacer un buen papel y bla, bla, bla.Anoche ya estaba cansada, y hablando con mi mejor amiga decidí borrar el número y el historial, para asegurarme de que no le voy a volver a escribir nunca, decidí ponerle fin a esto. Pero lo que realmente me tiene mal, es que literalmente pasé todo el año sintiéndome bien, mal y bien y mal otra vez por él. No me di a respetar y lo peor de todo es que yo sé que si él me escribe de nuevo hay muy altas posibilidades de que yo le responda de nuevo. Yo sé que lo mejor es alejarme de él, romper toda relación, pero aún así me dan muchas ganas de llorar. Lo peor es que yo sé que en mi carrera universitaria me está yendo muy bien, con mis amigos, osea en todos los ámbitos de mi vida me va bien y no es justo que me sienta mal por alguien como él. No sé qué hacer para no sentirme tan estúpida por dejar que pasaran tantas cosas que me minimizaban como persona. Yo sé que después de un tiempo ya lo voy a superar, pero me gustaría saber qué me pueden decir ustedes.
Gracias.
Hola Frida,
Pensando en la pregunta del asunto de esta consulta ¿es normal que te sientas mal cuando terminas algo por tu propio bien? quisiera preguntarte, ¿tú qué crees? En tu caso concreto, dices sentirte mal…pero hay otras personas que tomar la misma decisión les hace sentir bien. Sinceramente he de decirte que me alegro que rompas la relación con él. Me gustaría que pensaras, ¿te acuerdas de lo poco que te gustaban sus comentarios racistas, machistas, homófobos o los comentarios a tus compañeras? ¿por qué eso ya lo has olvidado? ¿por qué cuando lo dejamos con alguien le idealizamos en vez de pensar también en lo malo? ¿crees que ya no es ese tipo de tío que piensa que las mujeres, las personas de otras razas y los hombres gays tienen menos derechos? ¿crees que como mujer eres menos que él?
Sin embargo, te daré la explicación de por qué pese a todo esto, al final, te terminó gustando. Se llama AMOR ROMÁNTICO. Hemos crecido con una idea sobre el amor que es una mierda. Porque esta idea del amor nos dice que «los que se pelean, se desean» «el amor todo lo puede» «quien bien te quiere, te hará sufrir» «los celos son la prueba del amor» y «por amor, cambiará». Y justo en tu historia, puedo ver que efectivamente os habéis creído todos estos mensajes. Él desde su posición de poder y tú siendo sumisa. Porque para colmo, esta idea del amor crea relaciones desiguales. Es decir, los hombres son los que se creen con el derecho sobre su pareja: caballeros frente a princesas. ¿Y cuáles son sus armas? Todo sutil pero doloroso igual: «hay algo extraño en él que aunque él no quisiera aveces hacia comentarios o decía cosas que me hacían sentir inferior» «había una muchacha y que durmieron en el mismo cuarto solos» «él me decía que no había cambiado pero que estaba en proceso» ¿Qué es lo que él consigue con todo esto? Lo que ha conseguido hasta ahora: que estés ahí, triste por sus comentarios, celosa…pero ahí, a su merced. (¿no decían esto las princesas a los reyes?).
Así que aunque ahora duela, creo que más te duelen sus comentarios, sus historias, su forma de pensar machista/misógina/homófoba/xenófoba, sus silencios tras buenas noticias….¿crees que una persona que te ama tiene que tratarte mal? El amor NO DUELE, el amor no es sufrimiento, ni los celos son la prueba del amor. Le tendremos que dar las gracias a las películas, las novelas, las series de tv, los anuncios…por hacernos creer esta mentira. Pero no, ni eres la única que se lo ha tragado ni eres la única que no va a salir de esto. Lo vas a conseguir, estoy segura. Y también estoy segura que la próxima vez que encuentres a un tío que te trate mal, enseguida sabrás leer las señales y el día que alguien te quiera bien, serás muy feliz. Y cuando te deje de hacer feliz, pues a otra cosa…porque no hay un único amor verdadero, eso también tiene la culpa Disney. Bueno querida Frida, espero que aunque ahora duela, te apoyes en el círculo maravilloso de gente que tienes que te quiere bien y te centres en todas las cosas que te hacen sonreír. Y si vuelven las tentaciones de escribirle… acuérdate de mi y cágate en Disney (a mi me funciona) 😉
Un abrazo fuerte,
Núria.
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