Me gustaría ser una guarra

En este artículo una de nuestras Fridas le gustaría llegar a la cama y no tener presiones sociales y disfrutar de su sexualidad de forma libre. La otra Frida está preocupada por la desaparición de sus labios genitales.

 

Ilustración de Cereza

 

¡Hola!
Me gustaría hablar sobre la liberación sexual de las mujeres. Siento que ya he roto con muchos de esos mandatos sociales establecidos que solo nos hacen ponernos límites y sentirnos culpables sin dejarnos sentir y fluir de manera sana. El caso es que en el tema sexual no logro llegar a romper con estos mandatos, y estoy siempre juzgándome a mi misma sobre lo que es correcto o incorrecto o lo que se podría denominar como «limpio» o «sucio». No consigo romper con las normas educacionales, me reprimo, no me desinhibo y al final aunque disfruto, me quedo con la sensación de «la próxima vez tendrás valor y lo harás», pero esa próxima vez no llega nunca. Me gustaría disfrutar más de mi cuerpo y del cuerpo de la otra persona. Sé que el sexo podría llegar a ser «bestial» y no llega a serlo. Me reprimo en mis conductas por «lo que el otro pueda pensar» y por «estar haciendo algo mal»; «parecer una guarra», sentirme puta y que eso engañe a mi cerebro juzgándome como si fuera un delito.
En realidad yo quiero ser «una puta» en la cama, entendedme, quiero disfrutar sin límites, y no sentirme mal por ello, atreverme a probar cosas nuevas, a descubrir, a concederme el derecho al placer del todo.
No sé si me he explicado bien…
Un saludo y gracias 🙂

Hola,
Muchísimas gracias por escribirnos. Nos encanta saber que confiáis en el equipo de PK para resolver vuestras dudas.

Sobre tu duda te diré que somos muchas las que tenemos que convivir con estas presiones. Vivimos con la idea de que ahora las mujeres estamos liberadas sexualmente pero es un falacia. Nos han vendido esta moto para sacar partido de ello, si las mujeres creen ser libres en la cama, seguro que consumen más y dan menos guerra en la lucha feminista. Pero….¿es lo mismo la creencia que la realidad? No. Por eso somos muchas mujeres las que llegamos a la cama confusas: nuestros principios nos dan un mensaje, nuestra educación otro, el deseo otro, el sistema de género otro…. y con esta mochila cargada con estos mensajes tenemos que llegar al orgasmo de nuestra vida. Pues mira, complicado. Lo bueno es que con tiempo y trabajo personal, SE PUEDE conseguir.

A las mujeres se nos dice desde pequeñitas cómo ser niña, chica y mujer. Cómo construimos nuestro género también influye en cómo construimos nuestra sexualidad. Y las mujeres aquí lo tenemos difícil porque no se nos premia por acostarnos con muches, pero si no te acuestas con nadie somos tachadas de «estrechas». Tampoco se nos alaba el tamaño de nuestra vulva, ni nos enseñan a pedir lo que nos gusta en la cama. Un hombre puede contar las veces que se masturba a gritos, una mujer no. Entonces llegas a tu vida adulta con esta mochila y has oído hablar de la liberación sexual de las mujeres. En esa liberación dice que las mujeres ahora somos las dueñas de nuestros cuerpos, de nuestros deseos y de nuestro placer, que decidimos qué se hace y qué no… Y empiezas a desnudarte y crees que esa mujer liberada eres tú y sigues desnudándote y te das cuenta que no, que tu mochila pesa mucho, que no eres capaz de librarte de las etiquetas que te han ido poniendo, que tienes miedo a que te juzguen como a tu amiga a la que llaman «guarra» por haberse acostado con varios tíos, que no quieres parecer una «lanzada» por llevar la iniciativa,….tus pensamientos empiezan a pesar más y más y el deseo y el placer y el disfrute terminan por irse corriendo.

Tenemos que hacer un proceso de re-educación sexual y de género. Ser consciente de que eso está ahí, pero no podemos llevárnoslo a la cama. Cada une tiene que ser le dueñe de sus etiquetas y ponerse (si es que las necesita) las que decida. Si re-aprendo que una mujer no es una guarra porque disfruta de su sexualidad, de sus deseos y su vida erótica podré disfrutar de lo que haga en la cama. Hay que romper con lo que me han dicho que debo ser y lo que soy. Aprender a no juzgarme, a no ser una espectadora de lo que ahí ocurre, dejar esa mochila a los pies de la cama y centrarme sólo en disfrutar….porque ¿acaso no es ese el fin de la sexualidad?

Muchas mujeres con las que hablo en terapia tienen dificultades precisamente por este conflicto de construcción entre lo que son y lo que les han dicho que deben ser, así que si ves que necesitas ayuda extra, ya sabes dónde encontrarnos 😉 Un abrazo muy fuerte,

Núria Cano


Hola,

Tengo 60 años y he perdido los labios menores, he tratado de indagar por qué pero hasta ahora no he encontrado ningún artículo en refencia. Les agradeceré cualquier información.

Hola,

Con la menopausia y su consecuente bajada del nivel de estrógenos en la sangre nuestro cuerpo va a experimentar una serie de cambios, algunos visibles y otros no tanto, entre estos cambios se encuentran la atrofia y sequedad a nivel vulvovaginal. Aunque desconozco si existe algún artículo que describa esta atrofia vulvar como «desaparición completa de los labios menores», sí que está reflejada en la literatura médica él cambio de tamaño y morfología de dichos labios, como te he comentado, en relación con la falta de estímulo hormonal.
No es nada patológico, no debes preocuparte, si no hay sangrado ni lesión ulcerosa, no hay por qué alarmarse. Tampoco tienen por qué verse mermadas las relaciones sexuales, y en el caso de que la sequedad, que no el tamaño, impida unas relaciones sexuales satisfactorias, habla con tu medica/o para que te recomiende crema tópica.
Nueva etapa, nueva anatomía, nuevos estímulos.

Saludos.

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