Una Frida ha decidido ser infiel pero se plantea si está loca por pensar que el amor son vivir muchas experiencias con personas diferentes. La otra Frida siente miedo porque es la primera vez que le gusta una mujer.
Decidí ser infiel.
Hace unos días, semanas, no lo sé…el hecho es que estoy feliz. Y claro, aterrada.
¿Certezas?
No quiero morir sin estas experiencias nuevas.
Moriría antes de ver sufrir a mi pareja.
Leo comentarios como: «no hay razón para ser infiel, si no amas a alguien díselo y déjalo». ¿Vivo yo en otro planeta? Esos comentarios me parecen tan planos ahora…
Tengo una pareja y la amo. Pero mi curiosidad sexual no se acaba en él. «Pero díselo, sedúcelo, motívalo a seguir tu ritmo». No. Porque somos personas diferentes. Lo intenté, hablé, mostré, fomenté el diálogo. No. A él, en este momento de su vida, el placer sexual …vamos, no le importa. «Pero, entonces si no se comprenden: déjalo, mejor ser perfecta antes que infiel». Pues, no. Porque el sexo no es lo único que me une a él: están nuestras ideas, nuestros planes, nuestra vida…
Y entonces ¿por qué buscar otro? Porque las parejas no están cronometradas y ¡hay tanto que hacer en esta única vida! Vamos que ahora el sexo es para mí muy importante y he encontrado a alguien con la confianza necesaria para vivir este aspecto plenamente. ¿Le amo también? Yo diría que sí y no me avergüenza, pero no por ello debo terminar con mi pareja, amar a otro no es dejar de amar a nadie.
Muy bien, parece que lo tengo todo muy claro. Pero necesito escucharlas. ¿Estoy loca?
¡Hola bonita!
Mil gracias por estar ahí, por seguirnos, por leernos, por escribirnos, por confiar en nosotras 🙂
¿Qué si estás loca? Ummmm…. Ya que lo preguntas, me voy a permitir ser la persona indicada para decirte esto, no, no lo estás, en todo caso sería el resto de la sociedad quien lo estaría ¡Jajajajajaja! ¿Sabes qué? Vivimos condicionades por unos criterios sociales establecidos, estrictos e infranqueables que para nada se ajustan con la realidad, con lo que las personas sentimos y mucho menos con lo que nos apetece hacer. Esas “normas” son muy restrictivas en muchos otros aspectos, pero donde especialmente nos limitan son en el amor y en la sexualidad y nos dan todo un manual de cómo vivirlo, cómo ser la pareja perfecta y juzgan qué es bueno y qué está mal.
A mí, cuando me llegan mails como el tuyo, además de ponerme súper contentísima de la muerte ya que me encanta leer personas que “quebrantan las normas”, disfrutan y se sienten felices con ello; me afianzan más la idea de que necesitamos romper con todos esos estereotipos que venimos arrastrando desde el amor romántico y la creencia clerical que nos prohíbe todo lo que nos hace disfrutar, ¿y cómo se hace eso? Con valientes como tú 🙂 que experimentan, que se dan el permiso de probar, de conocer, de vivir nuevas experiencias y descubren que eso es lo mejor del mundo mundial, que te sientes en las nubes, que no estás haciendo nada malo ni pecaminoso porque sigues a tu instinto y eso es justo lo que el resto de la sociedad debería de fomentar, no lo contrario. El ser humano, al igual que los animales, vive de instintos y lo de ser infiel, realmente es un instinto. Pero ¿qué pasa? Que alguien en su momento se sacó de la manga que el amor iba ligado a la fidelidad y que se debe amar a una sola persona y además para toda la vida, que todo lo demás es inapropiado. Si nos fijamos en las parejas de nuestro alrededor, nos damos cuenta que es muy raro encontrar a alguna de ellas que no haya tenido alguna o varias parejas anteriores, sea del tipo que sean (relación larga o esporádica) y eso, es lo natural. Lo natural es experimentar, seguir el instinto, y permitirse hacer todo aquello que proporcione bienestar o placer.
Dicho esto, no hay que olvidar que también hay personas que conocen a esa otra persona en un momento dado y deciden ser fieles, pero no por imposición, porque deba ser, sino porque no sienten esa necesidad de estar con otra persona distinta, se sienten complementadas, a gusto y disfrutan de su relación, que no quiere decir que se conformen con lo que tienen, cuidado con esto, sino que viven una relación de libertad donde ambas personas se sienten bien, sin más.
Yo no soy mucho de poner etiquetas, entiendo que en ciertos aspectos pueden limitar, pero a veces nos pueden hacer sentir identificades e ir adquiriendo y definiendo nuestra propia identidad. Te cuento esto porque existe un concepto novedoso, el poliamor (tal vez ya lo hayas escuchado) que engloba un poco la experiencia que tú nos has contado, el hecho de poder amar a varias personas a la vez porque cada una de ellas puede aportarte aspectos muy distintos y enriquecerte a nivel personal. Quizás lo más fascinante del poliamor sea la filosofía no posesiva de la otra persona, algo de lo que el amor “convencional” lamentablemente aún está plagado.
En mi opinión como experta, considero que cada cual debería tener la libertad para entender el amor y vivir su sexualidad de la forma que considere oportuna y ser igual de respetable cualquiera de sus formas. Pero ¡ojo! tendríamos que cuidar la comunicación, me explico: es importante que cuando se tiene una pareja se consensuen todos estos aspectos para evitar que alguna de las partes pueda sufrir o sentirse incómoda con la situación. Hay que entender también que aún estamos muy impregnades de amor romántico y que ni todo el mundo comparte la visión del amor libre, ni muches están preparades para ello, es por eso, que al principio de la relación convendría sincerarse y respetar también a las otras partes para evitar futuros malentendidos y malestares innecesarios.
Sigue disfrutando de todo lo que te rodea, la forma es lo de menos. Un abrazo,
Vero M.
¡Hola Proyecto Kahlo!
Tengo 22 años y hoy después de estaros leyendo sentí la necesidad de escribiros, simplemente eso… Así que ¡ahí va!
Siempre me había considerado heterosexual… por imposición social, porque es lo que todo el mundo espera, por mil movidas que te vienen dadas y que nunca me paré a pensarlas hasta hace un par de meses. A pesar de sentir atracción y curiosidad por distintas mujeres que han pasado por mi vida nunca di el paso de plantearme mi sexualidad…así que hasta este momento evadía todas esas sensaciones que estaban en mí. Por otra parte las relaciones que he mantenido con tíos (a nivel emocional y sexual) siempre me han dejado vacía, sintiéndome sucia y en ocasiones violentada. Me siento insegura, he conocido a una chica, me gusta, me atrae, me pone, me interesa…pero tengo miedo…a no saber hacer, a sentirme estúpida (como tantas veces me he sentido), a no dejarme llevar, a que se canse de mi volatilidad. Me gustaría tanto poder dejarme llevar… dejar que el cerebro dejara de funcionar por un momento, parar de crear expectativas o especular sobre si lo estoy haciendo mal o lo estoy haciendo bien. No sé si esto ha sido influencia de las anteriores relaciones o es algo que tengo que arreglar en mí. La deseo y me freno, me asusto pero quiero más… y vivimos en esa idiosincrasia constante. No sé, me siento un poco perdida, es mi primera experiencia con una chica y siento vértigo… Necesitaba compartir esto con alguien.
Me gusta un montón la revista y todo lo que publicáis, mucho ánimo y ¡gracias!
Hola,
Muchísimas gracias por contar con nosotres. Lo primero que quiero decirte es que entiendo perfectamente lo que dices. Empezar a sentir deseo por alguien de tu mismo sexo, como no es lo esperado en este mundo «heteronormativo», no es fácil de dirigir sin anestesia. Sin embargo, pese a sentir este vértigo inicial, luego empieza a dar gustito. Ser coherente con lo que una desea, da mucho placer. Así que este es el primer paso, darte permiso para desear también a mujeres.
Sobre los miedos y las angustias que cuentas, veo dos cosas: el miedo de iniciar una relación y el miedo a que esa mujer, sea tu primera vez, que al final se pueden resumir en: ¿qué ocurriría que en vez de una chica fuera un chico? ¡lo mismo! Al inicio de las relaciones suele haber nervios, inseguridades y miedos que se van espantando con el paso del tiempo. Aparecen por eso de «lo desconocido», que una vez empezamos a conocer a la otra persona se van difuminando. En tu caso es lo mismo, lo que cambia es el envoltorio (ahora las caricias serán sobre el cuerpo de una mujer).
Así que te invito a que si es lo que deseas, a por ello, bueno, a por ella 🙂 Todas las relaciones son diferentes, porque cada persona es única e irrepetible. Vivir nuestra sexualidad de forma coherente, nos hace felices, ¿por qué ibas a negar serlo si es lo que deseas?
Un abrazo muy fuerte,
Núria.
7 Comentarios
Siento que el amor es libre, el amor es libre de como cada una quiera vivirlo, lo importante siempre es ser sincera. Tanto como si es una relación monógama o de mas personas, como leí por otro comentario, se necesita que todxs lxs involucradxs esten conscientes de la situación y sea algo consentido.
Saludos !!
Te cuento algo, yo me soy totalmente así. Lo supe desde los 20 años, tengo 28.
Me enamoré del amor de mi vida a los 21 y llevamos 7 años juntos. Como yo sabía que era así y que era muy joven para vertir toda mi sexualidad y curiosidad en una persona, le dije desde el inicio que a mí no me importaba que estuviera con otra persona. Él supo también desde el inicio que yo soy pansexual y también mi líbido es muchísimo más alta que la de él (aquí rompiendo estereotipos). ES el amor de mi vida. Tenemos planes juntos para muchos muchísimos años. Y hablamos seguido sobre las imposiciones de género, de la sociedad en demasiados aspectos. Siento mi cuerpo libre con él… pero aún así, él no siente placer con todas las locuras que se me ocurren. Y eso está bien, como dices, somos dos personas diferentes y nos amamos por eso.
En estos 7 años hemos mantenido una relación abierta y seguramente le pondré pausa a eso cuando decidamos procrear porque querré tener una especie de segunda luna de miel con él antes de que todo se complique y exija más. Yo he estado con otras personas, personas sexualmente divertidas, curiosas, con las que tengo clic físico y algo de amistad, pero ninguna me ha hecho sentir lo que ÉL. En serio, ninguna. Yo no necesito entablar una relación muy sentimental para tener una experiencia sexual con alguien.
Él ha estado con muchas menos personas porque su sexualidad es muy diferente, necesita generar mucha confianza antes de que suceda algo.
No nos decimos «hoy vi a tal» o «he estado con tantes desde…» no, sólo tenemos un acuerdo de respeto, el más grande: usar preservativo. Porque amamos al otro.
Eso sí, en un momento de separación (por motivos de trabajo) tuve un desliz que me generó culpa, un condón que no fue suficiente. Caché una vaginosis, nada más y por suerte, nada más. Tuve tiempo de tratarla y de que no se diera cuenta y es, en realidad, la única gran culpa que cargo con este trato.
Ojalá esto te tranquilice un poco 🙂
Hola, coincido con GEO, olé a partir normas y estereotipos, olé a ser sincer@ con un@ mism@ y tener claro lo que se quiere, pero si tu pareja quiere una relación monógama y tú no puedes o no quieres dársela no te comprometas a ello. Si no, aunque sea sin maldad estás siendo egoísta.
Estoy 100% a favor de las relaciones poliamorosas y del anarquismo relacional. Sí estoy en contra de la mentira, el engaño y el ocultamiento. Por eso yo hago la distinción entre unx infiel y unx poliamorosx. Unx infiel es quien rompes los pactos con su o sus parejas y que con ello puede dañar tanto a las mencionadas parejas como a la relación, unx poliamorosx es quien establece más de una relación íntima al mismo tiempo con el conocimiento y el consenso de todos lxs involucradxs.
Unx infiel no te da opciones, esta en una situación de ventaja (si se quiere ver así) en donde decide libremente mientras cercena las posibilidades de su/s pareja/s. Yo mantengo una relación monógama, pero como soy asexual entiendo que en un futuro se plantee una relación abierta o poliamorosa. Mientras pueda pactarlo, no habrá problema, una infidelidad, por otro lado, sería muy difícil de perdonar :/
Pues he leído la primera historia y me he sentido terriblemente identificada. Hace unos meses que siento algo indescripitible por un compañero. Me encuentro en pareja y lo adoro y no me imagino la vida sin el, porque es realmente mi compañero de vida. Pero este otro chico me complementa en otros aspectos de mi vida, me encanta pasar tiempo con el y debatir ideas sobre nuestros intereses en común. Nos hemos besado varías veces pero hasta ahí. El también se encuentra en pareja y llegamos a la conclusión de que no podemos seguir adelante aunque si fuese solamente por mi, tendría una relación más íntima porque creo que nuestra unión en si lo amerita.
Me encantó la historia. Me pasó exactamente lo mismo, sentía que amaba a los dos por igual, uno de ellos conocía bien toda la situación, pero el otro estaba enceguecido de «normas sociales». Tuve que dejarlo ir y aunque siga sintiendo lo mismo por él, no pensaba encasillarme por el qué dirán. Aprendí que mi felicidad es mas importante que lo que piensen de mi.
Gracias por compartir vivencias que realmente nos llegan, por la cotidianeidad que cargan. Las sigo desde Argentina.
Me encantan las historias. Yo salgo con dos chicos los dos calles musulmanes. Son amigos. Uno se fue de viaje. El otro quedo aquí. Los quiero a los dos. Saludos a todas hermosas