Esta Frida se pregunta porqué en los hombres el sexo no ha sido igual de tabú como para las mujeres si es algo natural.
Me he criado en una familia tradicional, quizás no en exceso, quizás solo lo suficiente, y digo esto porque igual que muchos otros, el deseo no era de esos temas que tratábamos los domingos, mientras almorzábamos o sobre el que mi madre se interesaba. Seguramente sean pocas las familias, los grupos de amigos, los salas de espera o las tiendas de barrio en las que el deseo sea tema recurrente, siempre y cuando con deseo nos refiramos al de la mujer, claro está. En hombres ocurre un fenómeno totalmente opuesto, o a esa conclusión he llegado yo a mis 20 años. En hombres, chicos, adolescentes, el tema no es para nada tabú, al contrario, fardan, alardean, presumen, relatan con detalle lo que harían, lo que desean, lo que les gustaría hacer, hablan de la necesidad de sexo como si de tener hambre se tratase, y llegados a este punto les tengo que dar la razón.
El deseo, el sexo, es algo natural, pero desde siempre terreno resbaladizo para mujeres. Nunca se nos ha permitido desear, expresarlo con normalidad, liberarnos. Hemos sido usadas desde tiempos inmemoriales como objeto de deseo, aquella cosa inerte que es o según muchos “debe ser deseable”, pero que no tiene voz, y mucho menos capacidad de desear. Hasta la cosa más básica y natural del mundo, uno de nuestros instintos si me apuras, han querido arrebatarnos, y lo han hecho durante muchísimo tiempo. Lo más triste es que lo siguen intentando, nos miran raro y nos juzgan si disfrutamos del sexo, si nos limitamos a pasarlo bien con nuestro cuerpo, ya sea solas o acompañadas. Y si eso no les bastaba, nos han puesto en contra, en contra de nosotras mismas, pretendiendo que nos avergoncemos de nuestro propio cuerpo, de nuestras ganas, querían que nos diera miedo nuestro propio placer, juzgándonos así unas a otras, que es lo que más duele.
“Brujas”, “guarras”, solo mujeres que tienen claro lo que quieren y lo que les gusta, nada más. Porque a todos nos apetece follar.
Supongo que todo pertenece a un plan previamente fijado, y no hablo de una conspiración mundial, pero querían que nos quedáramos en casa, cuidando de un hogar, de una familia, de unos hijos, una estabilidad para esos hombres que sí que desean.
Laura Rodríguez Cordero.
Málaga.
Twitter:https://twitter.com/LauraRo_98
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