Una Frida nos cuenta su proceso de encadenamiento de relaciones tóxicas. Nos desglosa y detalla cómo se van construyendo pero sobre todo pide ayuda para poder empezar a otro tipo de relaciones
- Empiezo la relación, todo es color de rosas, me siento querida y mimada, vamos a comer a lugares, miramos películas juntes, escuchamos música juntes. En este momento hay expresión de deseo y cariño por parte del otro lado. A mí siempre me cuesta un poco más porque tengo una coraza, por lo que se me reclama del otro lado la demostración de afecto.
- Finalmente rompo mi coraza, empiezo a mostrar algunos sentimientos y al mismo tiempo la relación se vuelve muy sexual. En ese momento es cuando llega la mejor etapa de la relación.
- Siempre surge un conflicto que no nos deja continuar, generalmente externo y planteado por el otro, por lo que la frecuencia con la que nos vemos es menor, y empiezo a tener una especie de abstinencia de relación, debido a haber dejado de lado ciertas actividades y amistades que me hacían bien.
- En ese momento es cuando noto que quiero tener accesos a ámbitos de la vida de la otra persona que no sé si la otra persona está dispuesta a mostrarme, como por ejemplo, su familia. En el caso de la última relación que tuve quería conocer a su hijo.
- Luego de ese conflicto, la relación se «desgasta» y la relación se termina sin mediar palabra. En realidad no se termina sino que se dispersa en el mismo éter, porque de otro lado no hay palabra que lo avise, sino que corta la comunicación y yo por orgullo me alejo, porque no me gusta rogarle a nadie un poco de cariño.
He notado que:
- Soy una mujer independiente, no necesito de nadie para poder llevar adelante mi vida, tengo independencia económica, mi propio auto (es decir que no dependo de nadie que me lleve y me traiga), un título universitario, puedo mantenerme sola, defenderme sola, me considero hegemónicamente atractiva (soy una mujer cis, blanca, heterosexual, deportista), soy joven (tengo 25 años) y eso me hace pensar que tengo tiempo para rato. Sin embargo, siempre caigo en el mismo problema de terminar siendo un satélite de las actividades de los hombres con los que me involucro en las relaciones. Adapto mis horarios a ellos, mis días también, y a veces me privo de hacer cosas que me gustan o me hacen bien por estar con la otra persona.
- Me alejo de mis amistades porque dejo que mi pareja acapare todo mi tiempo.
- Siempre es gente que académicamente no está a mi altura. Es decir, disfruto de leer, de escuchar música compleja como el jazz o de debatir películas, pero nunca mis parejas tienen ese perfil.
- Siento que nunca termino siendo tomada en serio, a pesar de que siento que como pareja y como mujer tengo mucho para dar.
- Cada vez que se termina alguna de estas relaciones, mi autoestima y mi orientación quedan minadas. Por suerte esta última vez pude manejar muy bien el tema de mi autoestima porque tuve un proceso interno, pero quedo como si estuviera perdida en el medio del mundo, sola y sin nadie que me quiera, cuando en realidad no es así porque tengo a mis padres que son un gran sustento y no muchos pero sí buenos amigos que me acompañan en el proceso.
- Siempre que se termina una relación busco volver a viejos «amigos con derechos» para tener relaciones sexuales sin involucrar ningún tipo de sentimientos, y para nada eso me hace sentir mejor.
- Este último tiempo he coqueteado con la idea de tener hijos. No ahora porque me faltan algunos objetivos por lograr pero sí en un futuro, pero siento que hay dos grandes impedimentos:
- Por mi trabajo tengo que viajar todo el tiempo, no sé si eso es posible con un hijo pequeño.
- Siento que nunca voy a encontrar un hombre con el que realmente quiera tener hijos si sigo eligiendo la misma clase de hombres todo el tiempo.
Necesito su ayuda para romper esta rueda, estoy hastiada de estas relaciones donde no se me valora ni se me toma en serio, y me considero en un 50% culpable de ello, porque evidentemente siempre elijo hombres que no son para mí.
Gracias por todos sus consejos siempre, espero su pronta respuesta.
Hola. Gracias por confiar y compartir con nosotras.
Comprendo que muchas veces esto de las relaciones es un asunto muy complejo y hasta cansino. Sin embargo cada relación es un ejercicio individual y también es ejercicio con las personas implicadas.
Hay un par de cosas que puedo decirte, una de ellas es que ¡felicidades Mujer! Has descubierto un patrón de conducta en tus relaciones y efectivamente existe cierta cuota de responsabilidad en ello. Esto último no lo menciono con el fin de culpabilizar, fuera culpas, hay que centrar la atención y la intención en que, aceptar esa realidad es un paso adelante en querer cambiar tu realidad.
Y también decirte que a veces estas relaciones son espejo/reflejo de las cosas que nos decimos a nosotras mismas, dicho de otra manera, a las mujeres desde niñas se nos dicen cosas muy castrantes y reguladoras, algunas veces crecemos y nos damos cuenta que no son todas ciertas, sin embargo quedan rastros de algunas cosas que pudiéramos oír en nuestras edades tempranas. Lo que quiero es hacerte una invitación a revisar qué mensajes o situaciones has experimentado para recreártelas en estas nuevas relaciones de adultas. ¿Crees que podrías hacer esa revisión en tu vida?
Es vital recordar que esta revisión tiene que llevar amor y respeto a tu propio ritmo, no tiene que ser instantánea. Si crees que es muy complicado revisar por tu propia cuenta, siempre puedes buscar ayuda profesional cuando se torne difícil.
Espero esto anterior te ayude. Muchos abracitos, Hell.
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