Paulina nos lleva de viaje por el mundo de la menstruación, esa compañera de la vida que tantos tabúes nos ha creado pero que es en definitiva parte de nuestra identidad.
Menstruar es una experiencia común para millones de mujeres, personas trans y no binaries en todo el mundo. Es un proceso biológico, una experiencia corporal que se entiende y vive desde el contexto sociocultural e histórico de formas distintas. En Occidente, como en otras regiones, han existido montón de tabúes alrededor del tema.
La menstruación ha sido entendida como necesaria para la reproducción, como un estorbo, como un “mal”, como enfermedad, como algo que afecta la capacidad de quienes la viven de contribuir a la sociedad en lo profesional e intelectual. También se ha entendido como algo natural, un evento sagrado y una ceremonia. Hay que mencionar que existen algunas perspectivas esencialistas que reducen les cuerpxs menstruantes a “mujeres” que comparten una esencia femenina que les es negada a otres. El problema con esa perspectiva es que reproduce el binarismo de género. Ese que excluye la diversidad de identidades/experiencias que existen y que no caben en la categoría “mujer”.
En general, sigue existiendo mucha desinformación sobre el ciclo menstrual. La educación sexual, cuando se otorga en escuelas, habla de la menstruación como un tema relevante en relación con el mayor evento: traer bebés al mundo. Poco se habla de ¿qué implica más allá de tener hijes? y ¿por qué necesitamos hablar sobre menstruación en relación con la salud propia y el goce absoluto de nuestrxs cuerpxs? Para mí, el tema de la menstruación es fundamental en el camino del autoconocimiento.
Durante el ciclo menstrual se generan hormonas que afectan diferentes sistemas, por ejemplo, neurológico e inmunológico. El ciclo ovulatorio, más allá de dar la posibilidad de crear humanes, es indispensable para generar hormonas que afectan la salud mental, emocional y física. Por esto un efecto secundario de los anticonceptivos hormonales es la depresión.
Hablar de anticonceptivos hormonales es importante tomando en cuenta que, en muchos contextos, les anti-derechxs siguen oponiéndose tanto a la educación sexual como al uso de anticonceptivos en general y al derecho de la interrupción del embarazo. Entonces, señalar o reflexionar sobre anticonceptivos hormonales es con la intención de entender cómo afectan el goce de la sexualidad, lxs cuerpxs, la salud y el placer.
Body literacy es un término que Laura Wershler desarrolló para referirse a la necesidad de “leer” un cuerpx. Es decir, la importancia de entender cómo funciona tu propix cuerpx. Implica aprender a observar, registrar e interpretar el ciclo menstrual. Esto es una forma de autoconocimiento que proporciona herramientas para tomar la salud sexual, reproductiva y el placer de nuestrxs cuerpxs en nuestras manos.
Desde hace algunos años la comunidad médica ha ido reconociendo (lentamente) la importancia de la menstruación para la salud en general e incluso se le ha nombrado “el quinto signo vital”. Esto significa que se comienza a entender como un indicador de la salud. Así lo plantearon especialistas en el 2004 en el foro científico The Menstrual Cycle is a Vital Sign que se llevó a cabo en Nueva York.
Si menstruas o menstruaste alguna vez, ¿cómo es/fue la relación con tu propia menstruación? Para mí, este tema ha sido la puerta a un largo recorrido de autoconocimiento. A los 13 me llegó la menstruación, a los 14 ya me habían medicado para dejar de menstruar por un año. A los 17 me quitaron el primer quiste en el ovario. A los 27 me indujeron una menopausia a base de hormonas sintéticas después de una cirugía por endometriosis. Después de dejar el tratamiento volví a menstruar.
Esas experiencias vinieron con un montón de sensaciones. Sentí alivio al no menstruar, seguido de una tremenda incomodidad por no saber qué estaba pasando en mi propia cuerpa. Esa incomodidad me llevó a la búsqueda por entender-me. Sigo en ese camino. Comparto esto porque sé que no soy la única que ha estado en la posición de tomar decisiones no informadas sobre su cuerpx. He aprendido que la clave es contar con información y crear espacios para que juntes aprendamos sobre nuestrxs cuerpxs.
Sobre el ciclo menstrual he aprendido que la ovulación no necesariamente pasa el día 14 (aunque eso diga la app) porque la fase preovulatoria suele alargarse o acortarse, no siempre es igual. Tomar la temperatura basal todos los días al despertar puede indicarte si ovulaste y cuándo. Se es fértil 6 días en el ciclo menstrual. Un óvulo vive 24 horas. La posición del cérvix cambia durante el ciclo. Aprender a checar el cérvix puede darte información sobre la fertilidad ya sea para evitar embarazos o por si te interesa tener esa experiencia. El esperma necesita el moco cervical adecuado (tipo clara de huevo) para poder sobrevivir. Este se da alrededor de la ovulación. Aprender a checar tu moco cervical te da información sobre tu fertilidad.
Aprender sobre el ciclo menstrual es una herramienta poderosa con el potencial de tejer puentes al disfrute y placer de lxs cuerpxs. En sociedades patriarcales la práctica médica reproduce el sexismo y el paternalismo. Este último implica negar la oportunidad de tomar una decisión con todas las cartas sobre la mesa porque se asume no necesitamos saber, el experto puede decidir por nosotres. Va siendo hora de generar prácticas de autoconocimiento corporal y exigir consentimiento en todas nuestras relaciones incluyendo aquellas con lxs expertxs que están en una posición de poder.
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