Sexualidad 1.0: un viaje al pasado

Los primeros preservativos, el primer vibrador de la historia… Este mes nos centramos en el pasado así que abrochaos los cinturones que vamos a hacer un pequeño viaje.


Ilustración: Carmen Navarro


A la derecha podéis ver a esos tiernos aristócratas con sus trajes, los corsés, las sombrillitas, sus fiestas, sus tacitas de té, sus amantes…

Y, ¿qué dicen? ¿Qué están hartos de embarazos y de enfermedades de transmisión sexual? Ay, amigos… ¡Es lo que tiene! Pero mírales, cogen unas tripas de animales, les hacen un nudito al final y como si de una longaniza se tratase, ¡se la colocan en el miembro viril! Bienvenidas y bienvenidos, señoras y señores a la creación del primer preservativo. Aunque, dicen las malas lenguas, que ya los egipcios utilizaban trozos de piel… tersos, duros y probablemente incómodos pero, eso sí, eficaces en su labor. ¡Auch!

Cuidado con las turbulencias, no se desabrochen los cinturones por favor que seguimos por la Belle Epoque.

A su izquierda pueden observar… Oioioioiooiiii a un jovencito Joseph Mortimer Granville (Morti para los amigos) que para tratar la histeria hace masajes pélvicos a las mujeres. Pero… un momento, parece cansado, coge un objeto fálico, lo ata a un soporte eléctrico y a ver si cuela… ¡Coló! ¡Claro que coló! El primer vibrador de la historia y, además, la gente pudo disfrutarlo en sus casas mucho antes de tener tan siquiera aspiradores o planchas. Algo bueno tenía que salir de esa ida de olla que fue considerar que el útero de las mujeres se movía por todo su cuerpo y las trastornaba. Pero, en fin, también se pensó que la tierra era plana.

¿Y qué me decís de esa joven pareja que hace turnos para bañarse en la playa? No es que estén preocupados por dejar abandonadas sus pertenencias ni nada por el estilo. Esto ya me lo contaba mi abuela: si no estaban casados no podían bañarse juntos. No vaya a ser… ¡Que el mar no es tan grande! Y lo de masturbarse o mantener relaciones sexuales eso ya es sacrilegio. Los dos casados, a oscuras, si podía ser mejor sin desnudarse del todo (que eso ya es recrearse), y a rezar para que todo entrase por donde tenía que entrar (y con esto me refiero al ombligo, mal pensadillos, que no sabéis la de casos que se han dado).

Recuerden que el servicio de restaurante a bordo está abierto. No duden en pedir lo que les apetezca a lo largo de este recorrido.

La píldora ha nacido, ese invento del demonio. ¿Cómo alguien va a querer mantener relaciones sexuales con algún otro fin que no sea el de procrear? ¿Estamos locos? Pero, como podéis ver, en España al principio no se podía adquirir salvo en farmacias muy contadas (sssh, que no se entere nadie) por lo que la excursión de moda era cruzar la frontera francesa y cargarse de ese mágico elemento.

Oh, y allí podéis ver un cine de verano con esas maravillosas películas. Esas escenas que tenían que dejar entrever a través de un pelo enmarañado, una ausencia de chaqueta o un cigarrillo descansado, el que habían mantenido una relación sexual porque ¡la Señora Censura no pasa una! Y los besos siempre siempre siempre con la boquita bien cerrada que, ya sabéis, que en boca cerrada no entran moscas.

Recuerden que las salidas de emergencia se encuentran marcadas con las flechas que hay en el suelo y están aquí, aquí y allí.

Y mirad a esas pobres parejas, escondiéndose, negándolo, luchando contra sí mismos y contra todo lo que se les ha enseñado porque… ¿en qué mundo dos personas del mismo sexo pueden estar juntos? Una quema de brujas despiadada y cruel que ha hecho tanto daño que hoy en día sigue cayendo sobre los hombros de mucha gente.

Por favor, coloquen sus asientos en posición vertical y manténganse sentados que este viaje no ha acabado. Tomamos nuevo rumbo, esta vez hacia el futuro. Gracias por haber elegido Proyecto Kahlo Airlines.

Continuará… el próximo mes :).

Marta G.

 

6 Comentarios

  1. karina Guadalupe

    Me parece fascinante la manera en que se expresa, y muy interesante todo lo que se expresa.

    • Marta G.

      gracias, Karina! así da gusto! 😀

  2. Pues sí que ha cambiado la cosa, pero en la intimidad siguen existiendo muchos tabús, mitos.Todavía me soprende conocer mujeres que no se masturban ,que no se gustanver desnudas o parejas que creen que si se masturban es que su relación funciona mal.

    • Marta G.

      Poco a poco yo creo que tod@s se lo van trabajando, a ver si un día conseguimos que todo el mundo viva su sexualidad con naturalidad que nadie te juzga si dices que tomas café todos los días o que no te gustan las prendas de lana porque te pican 🙂

  3. Realmente está escrito en un tono muy divertido. ¡Me encantó! Por cierto, eso del mar no lo sabía… Me imaginó que en la época no era muy común jugar con el tiburón, digo jugar al tiburón 😉

    • Marta G.

      gracias! lo del mar es muy fuerte, verdad? te imaginas hoy en día «niño! no te vayas a bañar con tu novia no vaya a ser que os rocéis o algo y aún no estáis casados», menos mal que eso lo dejamos atrás! Me alegro que hayas disfrutado de este viaje, te espero en el próximo 🙂

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