Una Frida nos comparte su experiencia de maternidad. A veces estamos acompañadas y tenemos todo resuelto a nuestro alrededor, pero aún así sentimos dolor o frustración.
Cuando cumplí 35 esas mismas preguntas que habían comenzado como una pequeña carga se convirtieron en voces, cada vez eran más fuertes, me gritaban. Yo ya no sabía qué hacer con ellas, simplemente intentaba no hacerles demasiado caso y seguir con mi vida. Pero sabía que en algún momento tendría que afrontarlas.