Mireia nos habla de la ciudad de papel, una ciudad utópica donde la naturaleza y las personas desplazadas cobran protagonismo.
¿Cuántas veces hemos oído esa frase?, ¿cuántas veces hemos omitido el sufrimiento ajeno por no meternos en un lío o simplemente por no complicarnos? Básicamente, ¿cuántas veces no hemos luchado por lo que en el fondo sabemos que habría sido lo justo?