Echo la vista atrás y me parece mentira que hayan pasado nueve años desde el inicio de esta aventura que ha sido Proyecto Kahlo.
Por aquí, en el transcurso de estos más de 9 años, hemos pasado muchas personas regalando nuestro tiempo, nuestras palabras y nuestras ilustraciones. Estas son las palabras de despedida que dejamos como quien escribe en una pared «yo estuve aquí», un testimonio de lucha, de haber existido. Una despedida de unas pocas que representan a muchas. Gracias.
Victoria nos escribe su despedida con el corazón abierto y las emociones a flor de piel. Hay mucho recorrido pero el camino por delante es muy largo, a juntar coraje y a transitar lo juntes.
Un texto maravilloso sobre el dolor que puede suponer el paso de la niñez a la adolescencia.
Se llamaba lunática a aquella persona en la que cambiaba su humor en función de la luna. Y se asociaba a la locura. Como si la naturaleza no nos afectase. Como si no fuésemos parte.
Carolina, una Frida, nos habla de ella pero lo hace de todas, porque todas hemos mandado ese mensaje al llegar a casa, todas hemos tomado decisiones en función de dónde fuésemos, cómo y con quién. Por todo eso, este texto resuena tanto.
Igual la magia no era aquella relación que viviste sino que eras tú quien la llevabas dentro. Igual el lazo rojo te unía a otras personas…
En un mes dedicado a la magia que no apareciesen las brujas por aquí era sencillamente imposible.
Victoria entrevista a Carolina que nos acerca a UTT, una organización nacional de familias pequeño productoras y campesinas que se organizan, trabajan y luchan diariamente por construir otra realidad.
Una Frida se abre a contarnos su experiencia personal y cómo desde la oscuridad más profunda pudo renacer y recrear su propia utopía. Ilustración de Yolanda Fue cuando me quedé…