La voz como instrumento. Voces que se rompen, que te llegan al alma mientras te erizan la piel. No hace falta mucho más para llegar a la víscera: voces crudas…
Miramos por un ratillo al pasado, cogemos impulso y nos preparamos para un año lleno de retos e ilusiones. ¡Buen fin de año, Fridas y Kahlos! Ilustración: Ana.