Noticias desde Nueva Zelanda II

Nomadismo, trueque, autosuficiencia, maoríes y otras experiencias que os harán envidiar a Clara.



La segunda etapa de nuestro viaje comenzó en Taheke, el primer lugar donde empezamos a vivir de trueque (intercambiando horas de trabajo por alojamiento y comida). Durante este último mes hemos estado viviendo de esta manera.

Nuestro siguiente destino fue Herekino, donde fuimos a ayudar a una pareja a construir muros de adobe. Conseguimos este hospedaje porque conocimos a Donna haciendo autoestop y nos habló de su proyecto. Donna y Leigh viven en una casa construida por ellos y casi autosuficiente en medio del bosque. Vivir una semana allí, sin apenas electricidad, construyendo la casa que habitas y trabajando en el huerto para obtener los productos que consumes te hace pensar mucho a cerca de las cosas que son necesarias y las que son prescindibles. También me he dado cuenta de la satisfacción que genera el sentirte capaz de construir y generar cosas por ti mismo. Hemos pasado muy buenos ratos compartiendo con la familia (cocinando juntos, hablando de nuestras experiencias, jugando…), y no quiero que os quedéis con la idea de que la casa era muy sencilla, en realidad lo era, pero era preciosa y tenía todo lo necesario para tener una vida “normal”.

 

 

La siguiente parada fue en Kohukohu, estuvimos lijando y pintando un pub a pocos metros del mar. No recuerdo este lugar como algo especial, ya que el trato con la gente no fue tan cercano. Además el enfoque era como el de un trabajo real, no como el de una ayuda para la familia y formar parte de ella por un tiempo. Una de las noches fuimos a cenar a casa de un señor maorí donde discutimos largo y tendido acerca de la situación política y económica mundial, y al final parece que todo es lo mismo…

 

 

Nuestro último destino de trueque fue Waiheke Island, donde fuimos a pintar una casa de una familia. He disfrutado mucho de este sitio, ya que pasamos a ser parte de su familia. He de decir que me identificaba (quizá más admiraba) su estilo de vida. Consumían productos ecológicos, arreglaban ellos su propia casa y hasta habían creado una escuela libre con un grupo de madres y padres de la zona para los niñ@s. En esta escuela no se aprende a leer hasta los diez años, pero sí se aprende de donde sacar tu propia comida o lo que realmente quieran aprender.

 

 

El siguiente paso es ir a la isla sur a buscar trabajo, concretamente a Christchurch. Esta ciudad fue devastada por un terremoto hace un par de años, así que hay mucho trabajo en general y especialmente en la construcción. Me da pena cerrar esta etapa de conocer lugares conviviendo con autócton@s, pero estoy segura de que lo volveré a repetir. Además, hasta ahora todo ha sido muy fácil y no hemos tenido problemas, cuando tengamos que buscar trabajo y casa veremos a ver si es tan fácil. De todos modos, he de volver a decir que la gente aquí tiene muy buen fondo y que se preocupan mucho por nosotr@s… y que si podéis, vengáis.

 

1 Comentario

  1. ¡¡Quiero vivir en esa casa de adobe!! Me encanta ver que hay otra forma de hacer las cosas, gracias por mostrárnoslo, Clara 🙂

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